Descargar

La solarización como herramienta para el control de malezas, patógenos y plagas del suelo (página 3)


Partes: 1, 2, 3

Estos pequeños incrementos de temperatura, obtenidos en suelo acolchado dentro de túnel o en suelo acolchado con dos capas de plástico, redujeron más drásticamente las poblaciones de Fusarium oxysporum f. sp. radicis-Iycopersici y de Sclerotium rolfsii que la solarización con una sola capa de polietileno (Cuadro 6) (76), debido a que el efecto letal del calor sobre los hongos patogénicos se incrementó exponencialmente con la temperatura.

Cuadro 6. Número de días de solarización requeridos par eliminar el 100% de la población de propágulos de Fusarium oxysporum f. sp. radicis-lycopersici y de Sclerotium rolfsii a diferentes profundidades en el suelo.

Tratamiento

Profundidad en cm

15

30

45

Fusarium

Túnel de plástico acolchado con una capa

Acolchado con dos capas, separadas a 10 cm

Túnel sin acolchado

Acolchado con una capa de plástico

10-15

10-15

10-15

10-15

10-15

10-15

15-20

15-20

10-15

10-15

15-20

15-20

Tratamiento

Sclerotium

Túnel de plástico acolchado con una capa

Acolchado con dos capas, separadas a 10 cm

Túnel sin acolchado

Acolchado con una capa de plástico

5-10

5-10

10-15

10-15

5-10

5-10

15-20

15-20

5-10

5-10

20-25

20-25

4.3 Bolsas de polietileno

La solarización en bolsas de plástico transparente es muy adecuada para desinfestar suelos de viveros e invernaderos. El suelo humedecido, se coloca en bolsas de plástico transparente y se solariza colocando las bolsas a la intemperie para que reciban la radiación solar durante todo el día en un período de cuatro semanas o más (81).

Las bolsas pueden ser tan grandes, según las necesidades que se tengan de volúmenes de suelo; por ejemplo, para suelo de macetas se pueden usar bolsas de 20 X 60 cm y voltearlas una vez por semana, para permitir que la solarización del suelo sea uniforme, o de 1 X 10 X 0.2 metros para invernaderos y viveros (Foto 10).

Las bolsas grandes se pueden hacer mediante una película de plástico de 2.5 X 10.5 metros, colocándola sobre la superficie en donde se desarrollará la solarización; sobre esta película de polietileno se deposita una capa de suelo de 1 X 10 X 0.2 metros; luego se envuelve con el plástico sobrante para unir las orillas del plástico. De esta forma se asegura que la bolsa quede sellada (81).

En Sinaloa, los suelos de viveros generalmente están infestados por patógenos causantes de enfermedades radicales que provocan la muerte de las plantas. La mayoría de los suelos que se usan en los viveros se toman de los ríos, los cuales están infectados por Phymatotrichum omnivorum (pudrición texana), Phytophthora cinnamomi (tristeza del aguacatero), P. citrophthora, P. parasitica (gomosis de los cítricos), Rhizoctonia solani, Pythium spp. (damping-off) y otros patógenos del suelo. Por esta razón, es importante solarizar el suelo de viveros e invernaderos de mayo a julio, cuando la solarización es más efectiva.

La solarización del suelo obtiene mejores resultados cuando se lleva a cabo en recipientes cerrados, como las bolsas de polietileno, porque los gases producidos durante el proceso de solarización quedan atrapados, lo cual indica que es la mejor forma de combinar la solarización con fumigantes de suelo, como el metam-sodio (Vapam), bromuro de metilo o residuos orgánicos que liberan gases fungitóxicos (16). Esto se apoya en el hecho de que el crecimiento micelial, la esporulación y los propágulos de Fusarium oxysporum f.sp. conglutinans fueron marcadamente reducidos por los gases fungitóxicos que emanaron de los residuos de repollo (84).

En Australia, la solarización del suelo en bolsas de plástico fue mejor que la solarización convencional, debido posiblemente a que los compuestos volátiles, por ejemplo, bióxido de carbono, etileno y disulfuro de carbono, fueron más efectivamente atrapados dentro de las bolsas de plástico, provocando la destrucción de Phytophthora cryptogea, Fusarium oxysporum y Rhizoctonia solani (40). En Sinaloa, se ha controlado satisfactoriamente Fusarium oxysporum f. sp. radicis-lycopersici y Sclerotium rolfsii (Gráfica 8).

4.4 Combinación con otros métodos de control

Las innovaciones, como la incorporación de residuos de plantas crucíferas (84-88) (Gráfica 9, 10) o la aplicación de fumigantes del suelo a dosis subletales (14-16,26,78) (Gráfica 11), incrementan la efectividad del proceso de solarización. En la fumigación convencional con metam-sodio, se recomiendan 900 litros por hectárea; pero cuando este fumigante se combina con la solarización, la dosis puede bajarse hasta 400 ó 200 litros por hectárea. La manera más apropiada de aplicar metam-sodio es a través del riego por aspersión o riego por goteo.

Cuando se usen residuos de plantas, como el repollo, se debe investigar si son fitotóxicos para el cultivo que se quiere desarrollar; los residuos de repollo, por ejemplo, son altamente tóxicos para muchas plantas hortícolas, mas no para repollo y otras plantas crucíferas.

La fungitoxicidad de las crucíferas depende de la liberación de varias sustancias azufradas y amonio, que se liberan durante el proceso de descomposición de los residuos de estas plantas (52,53). La actividad fungicida del metam-sodio depende de su conversión a metilisotiocianato en el suelo.

La toxicidad de los fumigantes de suelo y los residuos de crucíferas a las estructuras resistentes de varios patógenos, crece de acuerdo con el incremento de las temperaturas del suelo (13), aunque la vida media de algunos fumigantes se reduce a medida que la temperatura se incrementa (27).

La combinación de la solarización con los residuos de crucíferas o fumigantes causa una acción sinergística que prácticamente elimina los patógenos del suelo. En este sistema, la cubierta de plástico no sólo sirve para incrementar las temperaturas del suelo, sino también para atrapar los gases tóxicos bajo la cubierta (77,83-88).

Conclusiones

La efectividad de la solarización del suelo para controlar patógenos en diferentes cultivos y bajo varias condiciones climáticas, debe investigarse en cada región, para verificar resultados obtenidos en otros países y valorar la reproductibilidad de la técnica. Esto es especialmente importante cuando se trata de un método que depende del clima.

En principio, se deben escoger campos naturalmente infestados por varios patógenos para hacer estudios experimentales. Se deben registrar las poblaciones de patógenos y malezas, la incidencia de enfermedades y otros parámetros para saber cómo están siendo afectados por la solarización sola o combinada con otros métodos de control. Los resultados deben divulgarse para motivar a los agricultores, y que éstos acepten la técnica de solarización a través de trabajos que involucren demostraciones, pláticas y por medio de folletos o revistas que publiquen los resultados.

La meta final debe ser reemplazar los métodos químicos de control para reducir los riesgos en los consumidores y al medio ambiente; al mismo tiempo, ampliar las opciones para el control, reducir costos de control de enfermedades, plagas y malezas e incrementar las ganancias de los productores.

En resumen, la técnica de solarización del suelo es efectiva para controlar muchos patógenos, pero no todos; es el caso de Macrophomina phaseolina y algunas malas hierbas como Melilotus sp. Además del control debido a factores físicos, como el calor, están involucrados el control biológico y los factores que estimulan el desarrollo de las plantas

Por último, la solarización del suelo no debe considerarse como un método universal para el control, sino más bien como una opción adicional, la cual, si se usa de manera correcta, puede reducir segura y eficazmente los daños por patógenos, plagas y malezas.

Bibliografía citada

  1. Abdel Rahman, M., and Katan, J. 1986. Control of Verticillum wilt and root knot in eggplant. B & C Tests p. 9.
  2. Al-Raddad, A. M. M. 1979. Soil disinfestation by plastic tarping. MSc thesis. Univ. Jordan. 95 pp.
  3. Altman, J. 1970. Increased and decreased plant growth responses resulting from soil fumigation. In: Root Diseases and Soilborne Pathogens, ed. T. A. Tousson, R. V. Bega, R. E. Nelson, pp. 216-21. Univ. Calif. Press, Berkeley.
  4. Ashworth, L. J., Jr., and Gaona, S. A. 1982. Evaluation of c1ear polyethylene mulch for controlling Verticillum wilt in established pistachio nut groves. Phytopathology 72: 243-246.
  5. Ashworth, L. J. Jr., Morgan, D. P., Gaona, S. A., and McCain, A. H. 1982. Polyethylene tarping controls Verticillum wilt in pistachio. California Aggriculture 36: 17-18.
  6. Avissar, R., Naot, O., Mahrer, Y., and Katan, J. 1986. Field aging of transparent polyethylene mulches. II. Influence of the effectiveness of soil heating. Soil Sci. Amer. J. 50: 205-209.
  7. Avissar, R., Mahrer, Y., Margulies, L., and Katan, J. 1986. Field aging of transparent polyethylene mulches. I. Photometric properties. Soil Soc. Amer. J. 50: 202-205.
  8. Baker, K. F. 1957. The U.C. system for producing healthy container-grown plants. Calif. Agric. Exp. Stn. Man. 23: 1-332.
  9. Baker, K. F. 1962. PrincipIes of heat treatment of soil and planting material. J. 'Aust. Inst. Agric. Sci. 28:118-26.
  10. Baker, K. F. 1970. Selective Killing of soil microorganisms by aerated steam. In Rodt Diseases and Soilborne Pathogens, ed. T.A. Tousson, R. V. Nelson, pp. 234-239. Berkeley: Univ. Calif. Press.
  11. Baker, K. F., and Cook, R. J. 1974. Biological Control of Plant Pathogens. S. Francisco: Freeman. 433 pp.
  12. Benson, D. M. 1978. Thermal inactivation of Phytophthora cinnamomi for control of Fraser fir root rot. Phytopathology 68: 1373-76.
  13. Ben-Yephet, Y., and Frank, Z. R. 1985. Effect of soil structure on penetration by metham-sodium and of temperature on concentrations required to kill soilborne pathogens. Phytopathology 75:403-406.
  14. Ben-Yephet, Y., Melero, J. M., and DeVay, J. E. 1986. Synergistic interaction of solarization and metham-sodium in controlling microsclerotia of Verticililum dahliae. Proc. 4th International Verticillium Symposium. Aug. 17-21, 1986, University of Guelph, Guelph, Ontario, Canada.
  15. Ben-Yephet, Y., Melero, J. M., and DeVay, J. E. 1987. Interaction of soil solarization and metham-sodium in controlling soilborne pathogens and on growth response of radish. Crop Protection (Submited for publication).
  16. Ben-Yephet, Y., Melero, J. M., DeVay, J. E. and Elmore, C. L. 1986. Interaction of solarization and metham-sodium in controlling soilborne pathogens and weeds and on yield of radish. Phytopathology (anstr.) 76: 842.
  17. Broadbent, P., Baker, K. F., Franks, N., and Holland, J. 1977. Effect of Bacillus spp. on increased growth of seedlings in steamed and in nontreated soil. Phytopathology 67: 1027-34.
  18. Burr, T. J., Schroth, M. N., and Suslow, T. 1978. Increased potato yields by treatment of seedpieces with specific strains of Pseudomonas fluorescens and P. putida. Phytopathology 68: 1377-83.
  19. Castro-F., J., y Dávalos-G, P. A. 1989. Control de la secadera de la fresa por medio de la solarización. XVI Congreso Nacional de Fitopatología-Sociedad Mexicana de Fitopatología, Montecillo, México. p. 125.
  20. Chen, Y., and Katan, J. 1980. Effect of solar heating of soils by transparent polyethylene mulching on their chemical properties. Soil Sci. 130: 271-277.
  21. Cook, R. J., and Baker, K. F. 1983. The Nature and Practice of Biological Control of Plant Pathogens. American Phytopathological Society, St. Paul, MN. 539 PP.
  22. Dávalos-G, P. A. Y Castro-F, J. 1987. La solarización como un medio de control para la secadera de la fresa en Irapuato, Gto. XIV Congreso Nacional de Fitopatología-Sociedad Mexicana de Fitopatología, Morelia, Michoacán. p. 68.
  23. Dawson, J. R. Johnson, R. A., Adams, P., and Last, F. T. 1965. Influence of steam/ air mixtures, when used for heating soil, on biological and chemical properties that affect seedling growth. Ann. Appl. Biol. 56: 243-51.
  24. DeVay, J. E., Garber, R. H., Roberts, P. A. Wakeman, R. J., and Jeffers, D. P. 1985. Effect of soil solarization on soilborne populations of Fusarium oxysporum f. sp. vasinfectum and Meloidogyne incognita in relation to the incidence of Fusarium wilt of cotton plants. p. 36. 45th Cotton Disease Council. 1985. Proc. Beltuside Cotton Production Research Conferences National Cotton Council of America, Memphis, TN.
  25. Elad, Y., Katan, J., Chet, I. 1980. Physical, biological and chemical control integrated for soilborne diseases in potatoes. Phytopathology 70: 418-22.
  26. Frank. Z. R., Ben-Yepthet Y. and Katan J. 1986. Synergistic effect of metham sodium and solarization in controlling delimited shell spots of peanut pods. Crop Protection. 5: 199-202.
  27. Gerstl, Z., Mingelgrin, U., Krikum, L and Yaron, B. 1977. Behavior and effectiveness of Vapam applied to soil in irrigation water. Special Publication of the Agricultural Research Organization, Bet Dagan 82: 42-50.
  28. Green, R. J., Jr.1980. Soil factors affecting survival of microsclerotia of Verticillium dahliae. Phytopathology 70: 353-355.
  29. Greenberger, A., Yogev, A., and Katan, J. 1984. Biological control in solarized soils. Proc. Sixth Cong. Mediter. Phytopath. Union. Cairo. pp. 112-114.
  30. Greenberger, A., Yogev, A., and Katan, J. 1987. Induced suppressiveness in solarized soils. Phytopathology 77: 1663-1667.
  31. Grinstein, A., Katan, J., Abdul-Razik, A., Zeydan, O. and Elad, Y. 1979. Control of Sclerotium rolfsii and weeds in peanuts by solar heating of the soil. Plant Dis. Reptr. 63: 1056-1059.
  32. Grinstein, A., Orion, D., Greenberger, A. and Katan, J. 1979; Solar heating of the soil for the control of Verticillium dahliae and Pratylenchus thornei in potatoes. In Soilbome Plant Pathogens, pp. 431-38, ed. P. Schippers. W. Grans. London, New York, San Francisco: Academic. 686 pp.
  33. Hardy, G. E. St. J. and Sivasithamparam, K. 1985. Soil solarization: effects on Fusarium wilt of carnation and Verticillium wilt of eggplant. In: Ecology and Management of Soilborne Plant Pathogens. eds. C. A. Parker, A. D. Rovirra, K. J. Moore, P. T. W. Wong and J. F. Kollmorgen. American Phytopathological Society, St. Paul MN.
  34. Harper, J. L. 1974. Soil sterilization and disinfestation: the perturbation of ecosystems. Agro-Ecosystems 1: 105-106.
  35. Hopen, H. J. 1965. Effect of black and transparent polyethylene mulches on soil temperature, sweet corn growth and maturity in a cool growing season. Proc. Am. Soc. Hortic. Sci. 86: 415-420.
  36. Horowitz, M. 1980. Weed research in Israel. Weed Sci. 28: 457-460.
  37. Jacobson, R., Greenberger, A., Katan, J., Levi, M. and Alon, H. 1980. Control of Egyptian broomrape (Orobanche aegyptiaca) and other weeds by means of solar heating of the soil by polyethylene mulching. Weed Sci. 28: 312-16.
  38. Jiménez-D., F. 1988. Efecto de diferentes tratamientos de solarización para el control de patógenos del suelo en la Comarca Lagunera. XV Congreso Nacional de Fitopatología Sociedad Mexicana de Fitopatología, Xalapa, Veracruz, México. p. 102.
  39. Jiménez-D., F. Moreno-A., L. E., Maeda-M., Cenid-Raspa. 1989. Efecto de diferentes períodos de solarización sobre los microorganismos del suelo. XVI Congreso Nacional de Fitopatología-Sociedad Mexicana de Fitopatología. Montecillos, México. p. 126.
  40. Kassaby, F. Y. 1985. Solar-heating of soil for control of damping-off diseases. Soil Biol. Biochem. 17: 429-434.
  41. Katan, J. 1981. Solar heating (solarization) of soil for control of soilborne pests. Ann. Rev. Phytopathol. 19; 211-236.
  42. Katan, J., Fishler, G., and Grinstein, A. 1980. Solar heating of the soil and other methods for the control of Fusarium, additional soilborne pathogens and weeds in cotton. Proc. 5th Congr. Mediterr. Phytopath. Union, pp. 80-81. Hellenic Phytopathol. Soc., Athens.
  43. Katan, J., Fishler, G., and Grinstein, A. 1983. Short-and long-term effects of soil solarization and crop sequence on Fusarium wilt and yield of cotton in Israel. Phytopathology 73: 1215-1219.
  44. Katan, J., Greenberger, A., Alon, H. and Grinstein, A. 1975. Increasing soil temperature by mulching for the control of soilborne diseases. Phytoparasitica 3: 69-70.
  45. Katan, J., Greenberger, A., Alon, H., and Grinstein, A. 1976. Solar heating by polyethylene mulching for the control of diseases caused by soil-borne pathogens. Phytopathology 66: 683-688.
  46. Katan, J., Grinstein, A., Fishler, G., Frank, Z. R., and Rabinowithch; H.D., Greenberger, A., Alon, H., and Zig, U. 1981. Long-term effects of solar healing of the soil. Phytoparasitica 9: 236.
  47. Katan, J., Grinstem, A., Greenberger, A., Yarden, O., and DeVay, J. E. 1987. The first decade (1976-1986) of soil solarization (solar heating), a chronological bibliography. Phytoparasitica 15: 229-255.
  48. Katan, J., Rotem, I., Finkel, Y., and Daniel, J. 1980. Solar heating of the soil for the control of pink root and other soilborne diseases in onions. Phytoparasitica 8: 39-50.
  49. Katan, J., Mahrer, I., Avissar, R., Naot O., and Gamliel, A. 1986. Intensified soil solarization with closed glasshouses. Phytopathology (Abst.) 76: 1094.
  50. Kodama, T, Kukui, T., and Matsumoto, Y. 1980. Solar heating sterilization in closed vinyl house against soil-borne diseases. III. Influence of the treatment on the population level of soil microflora and on the behavior of strawberry yellows pathogen, Fusarium oxysporum f. sp. fragariae. Bull Nara Pref. Agri. Exp. Stn.11:41-45.
  51. Kreutzer, W. A. 1965. The reinfestation of treated soil. Pages 495-507. In: Ecology of soil-borne plant pathogens. K. F. Baker, and W. C. Snyder, eds. University of California Press, Berkeley.
  52. Lewis, J. A., and Papavizas, G. C. 1971. Effect of sulfur-containing volatile compounds and vapors from cabbage decomposition on Aphanomyces euteiches. Phytopathology 61: 208-214.
  53. Lewis, J. A., and Papavizas, G. C. 1974. Effect of volatiles from decomposing plant tissues on pigmentation growth, and survival of Rhizoctonia solani, Soil Sci. 118: 156-163.
  54. Lifshitz, R., Tabachnik, M., Katan, J., and Chet, I. 1983. The effect of sublethal heating on sclerotia of Sclerotium rolfsii. Can. J. Microbiology 29: 1607-1610.
  55. Mahrer, Y., Avissar, R., Naot, O., and Katan J. 1986. Intensified, soil solarization with closed greenhouse (in press) J. Agr. Metorol.
  56. Malowany, S. N. Newton, J. O. 1947. Studies on steam sterilization of soils. I. Some effects on physical, chemical and biological properties. Can. J. Res. 25: 189-208.
  57. Marban-Mendoza, N., Zamudio-Guzmán, V., and Marroquín, L. M. 1985. Nematode control by soil solarization in the hightlands of Mexico. XII Congreso Nacional de Fitopatologia- Sociedad Mexicana de Fitopatologia, Guanajuato, Guanajuato. México, Resumen 105.
  58. McCain, A. H., Bega, R. V. and Jenkenson, J. L. 1982. Solar Heating fails to control Macrophomina phaseolina. Phytopathology (Abstr.) 72:95.
  59. Mihail, J. D., and Alcorn, S. M. 1984. Effect of soil solarization on Macrophomina phaseolina and Sclerotium rolfsii. Plant Disease 68: 156-159.
  60. Millhouse, D. E., and Munnecke, D. E. 1979. Increased growth of Nicotiana glutinosa as partially related to accumulation of ammonium-nitrogen in soil fumigated with methyl bromide. Phytopathology 69: 793-797.
  61. Munnecke, D. E, Domsh, K. H., and Eckert, J. W. 1962. Fungicidal activity of air passed through columns of soil treated with fungicides. Phytopathology 52: 1298-1306.
  62. Munnecke, D. E., and Van Gundy, S. D. 1979. Movement of fumigants in soil, dosage responses, and differential effects. Ann. Rev. Phytopathology 17: 405429.
  63. Munnecke, D. E., Wilbur, W, and Darley, E. F. 1976. Effect of heating or drying on Armillaria mellea or Trichoderma viride and the relation to survival of A. mellea in soil. Phytopathology 66: 1363-1368.
  64. Munro-Olmos, D., Vidales-Fernández, A., Vega-Piña, A., Javier-Mercado, J., Arias-Suárez, F., Vargas-Gómez, E., y Alcántar-Rocillo, J. J.1987. Avances de la investigación en el uso del plástico en la producción del melón en México. SARH-INIFAP-CIFAPMICH-CEFAPVA, Apatzingán, Mich., pp. 23 pp.
  65. Myers, D. F., Campell, R. N., and Greathead, A. S. 1983. Thermal inactivation of Plasmodiophora brassicae Woron. and its attempted control by solarization in the Salinas Valley of California. Crop Protect. 2: 325-333.
  66. Newhall, A. G. 1955. Disinfestation of soil by heat, flooding and fumigation. Bol. Rev. 21: 189-250.
  67. Olsen, C. M., Baker, K. F. 1968. Selective heat treatment of soil, and its effect on the inhibition of Rhizoctonia solani by Bacillus subtilis. Phytopathology 58: 79-87.
  68. Old, K. M. 1981. Solar heating of soil for the control of nursery pathogens of Pinus radiata. Aust. For. Res. 11: 141-147.
  69. Ortíz-Pérez, R., y García-Espinosa, R. 1985. Solarización, materia orgánica y extracto de cebolla para el control de Sclerotium cepivorum en cebolla. XII Congreso Nacional de Fitopatología-Sociedad Mexicana de Fitopatología, Guanajuato, Gto., México, resumen 135.
  70. Ortiz Solorio, C. A. 1984. Elementos de agrometereología cuantitativa con aplicaciones en la República Mexicana.
  71. Pinkas, Y., Kariv, A., and Katan, J. 1984. Soil solarization for the control of Phytophthora cinnamomi: thermal and biological effects. Phytopathology (Abstr.) 74: 796.
  72. Precht, H., Christophersen, J., Hensel, H., Larcher, W. 1973. Temperature and Life. Berlin: Springer. 779 pp.
  73. Pullman, G. S. 1979. Effectiveness of soil solarization and soil flooding for control of soil-borne diseases of Gossypium hirsutum L. in relation to population dynamics of pathogens and mechanisms of propagule death. Ph.D. thesis. Univ. Calif., Davis. 95 pp.
  74. Pullman, G. S., DeVay, J. E., Garber, R. H., and Weinhold, A. R. 1981. Soil solarization: Effects on Verticillium dahliae, Pythium spp., Rhizoctonia solani and Thielaviopsis basicola. Phytopathology 71: 954-959.
  75. Pullman, G. S., DeVay, J. E., Elmore, C. L., and Hart, W. H. 1984. Soilsolarization: a nonchemical method for controlling diseases and pests. Leaflet 21377. Div. of Agri. and Natural Resources, Cooperative Extension, Univ. of California, Berkeley, CA, 8 pp.
  76. Ramírez-Villapudua, J. y López-Villapudua, C. 1991. Incremento de la efectividad de la solarizacion del suelo para controlar Sclerotium y Fusarium mediante el uso de dos capas de plástico. Congreso Nacional de Fitopatología-Soc. Mex. de Fit, Puebla, Puebla. Pág. 156.
  77. Ramírez-Villapudua, J. 1985. Identification of a new race of Fusarium oxysporum Schl. f. sp. conglutinans (Wr) Snyd. and Hans. from cabbage and its control by means of solarization of soil amended with cabbage residues. Ph. D. Dissertation, University of California-Riverside. 125 pp.
  78. Ramírez-Villapudua, J. 1989. Efecto de la solarización y el metam-sodio sobre la pudrición de la corona y raíz del tomate (Fusarium oxysporum f. sp. radicis-lycopersici), malas hierbas y desarrollo del tomate (Lycopersicon esculentum). XVI Congreso Nacional de Fitopatología-Sociedad Mexicana de Fitopatología, Montecillo, México. p. 156.
  79. Ramírez-Villapudua, J. 1991. La solarización del suelo para el control de patógenos y malas hierbas. En: Enfermedades de Hortalizas. José Ramírez Villapudua Ed. Universidad Autónoma de Sinaloa, Culiacán, Sin.
  80. Ramírez- Villapudua, J. 1992. La solarización del suelo, un método sencillo para controlar fitopatógenos y malas hierbas. Universidad Autónoma de Sinaloa, Culiacán, Sinaloa.
  81. Ramírez-Villapudua, J., Estrada-Ramírez, F. J., y Sáinz-Rodríguez, R. A. 1992. Efecto de la solarización en bolsas de polietileno sobre patógenos causantes de pudriciones radicales. XIX Congo Nal. de Fitopatología-S.M.F., Saltillo, Coahuila.
  82. Ramírez-Villapudua, J., y Montoya-Angulo, S. 1992. La solarización del suelo, una alternativa para controlar patógenos y malas hierbas. Apuntes. Escuela Superior de Agricultura de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
  83. Ramírez-Villapudua, J., and Munnecke, D. E. 1985. Effects of solarization of soil amended with cabbage residues on Fusarium oxysporum f. sp. conglutinans race 5. Phytopathology 75: 1291.
  84. Ramírez-Villapudua, J., and Munnecke, D. E. 1985. Effect of various organic amendments and volatile emanations from decomposing cabbage on Fusarium oxysporum f. sp. conglutinans, Race 5. XII Congreso Nacional de Fitopatología-Sociedad Mexicana de Fitopatologia, Guanajuato, Guanajuato, México, Resumen 151.
  85. Ramírez-Villapudua, J., and Munnecke, D. E. 1986. Solar heating and amendements control cabbage yellows. California Agriculture 40: 11-13.
  86. Ramírez-Villapudua, J., y Munnecke, D. E. 1986. Uso de solarización y residuos de repollo para el control de Fusarium oxysporum f. sp. conglutinans. XIII Congreso Nacional de Fitopatología-Sociedad Mexicana de Fitopatología, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, p. 72.
  87. Ramírez-Villapudua, J., and Munnecke, D. E. 1987. Control of cabbage yellows (Fusarium oxysporum f. sp. conglutinans) by solar heatins of field soils amended wih dry cabbage residues. Plant Diséase 71: 217-221.
  88. Ramírez-Villapudua, J., and Munnecke, D. E. 1988. Effect of solar heating and soil amendements of cruciferous residues on Fusarium oxysporum f. sp. conglutinans and other organisms. Phytopathology 78: 289-295.
  89. Raymundo, S. A., and Alcázar, J. 1986. Increasing efficiency of soil solarization in controlling root-knot nematodes by using two layers of plastic mulch. J. Nematol. (Abstr.) 18: 628.
  90. Rodríguez Absi, J. 1993. Tecnología para la producción de maíz en el estado de Sinaloa. Federación Agronómica de Sinaloa, Culiacán, Sin. 92 pp.
  91. Rubia, B., Benjamin, A. 1981. Solar sterilization as a tool for weed control. Weed Sci. Soc. Am. (Abstr.), p. 133.
  92. Sando, Z. Even, S., Hoffman, A. 1977. Control of Orobanche by methyel bromide and by thermal disinfection. Has-sadeh 57: 321-2.
  93. Siti, E., Cohn, E., Katan, J., and Mordechai, M. 1982. Control of Ditylenchus dipsaci in garlic by bulb and soil treatments. Phytoparasitica 10: 93-100.
  94. Smith, K. A., and Restall, S. W. F. 1971. The occurrence of ethylene in anaerobic soil. J. Soil Sci. 22:430-443.
  95. Sneh, B., Dupler, M., Elad, Y., and Baker, R. 1984. Chlamydospore germination of Fusarium oxysporum f. sp. cucumerinum as affected by fluorescent and lytic bacteria from a Fusarium-suppressive soil. Phytopathology 74: 1115-1124.
  96. Stapleton, J. J., and DeVay, J. E. 1982. Effect of soil solarization on populations of selected soilborne microorganisms and growth of deciduous fruit tree seedlings. Phytopathology 72: 323-326.
  97. Stapleton, J. J., and DeVay, J. E. 1983. Response of phytoparasitic and freeliving nematodes to soil solarization and 1,3-Dichloropropene in California. Phytopathology 73: 1429-1436.
  98. Stapleton, J. J., and DeVay, J. E. 1984. Thermal cornponents of soil solarization as related to changes in soil and root microflora and increased plant growth response. Phytopathology 74: 255-259.
  99. Stapleton, J. J., and DeVay, J. E. 1985. Soil solarization as a postplant treatment to increase growth of nursery trees. Phytopathology (abstr.) 75: 1179.
  100. Stapleton, J. J., and DeVay, J. E. 1986. Soil solarization: a nonchemical approach for management of plant pathogens and pests. Crop Protection 5: 190-198.
  101. Stapleton, J. J., DeVay, J. E., Quick, J., Van Rijckevorsel, H., and DeBoer, G. J. 1983. Increased soluble mineral nutrients in soils as related to increased plant growth response following soil solarization. Phytopathology (Abstr.) 73: 814.
  102. Stapleton, J. J., Lear, B., and DeVay, J. E. 1987. Effect of cobining soil solarization with certain soil nematicides on target and nontarget organisms and plant growth. Annals of Applied Nematology (Submitted for publication).
  103. Stapleton, J. J., Quick, J. and DeVay, J. E. 1985. Soil solarization: effects of soil properties, crop fertilization and plant growth. Soil Biol. and Biochem. 17: 369-373.
  104. Sztejnberg, A. Freeman, S., Chet, I., and Katan, J. 1986. The control of Rosellinia necatrix in soil and in apple orchard by solarization and Trichoderma harzianum. Plant Disease 71: 365-369.
  105. Tamietti, G., and Garibaldi, A. 1980. Control of corky root in tomato by solar heating of the soil in greenhouse on Riviera Ligure. La Difesa delle Piente. In press.
  106. Tietz, H. 1970. One centenium of soil fumigation. Its first years. In: Root Diseases and Son-borne Pathogens, eds. T.A. Tousson, R. V. Bega, R. E. Nelson, pp. 203-207. University of California Press, Berkeley.
  107. Tjamos, E. C., and Faridis, A. 1980. Control of soilborne pathogens by solar heating in plastic houses. Proc. 5th Congr. Mediterr. Phytopath. Union, pp. 82-84. Hellenic Phytopathol. Soc., Athens.
  108. Tjamos, E. C, and Paplomatas, E. J. 1986. Long-term effect of solarization on Verticillium wilt of artichokes in Greece. (Abstr.) Int. Verticillium Symp., Ath, Guelph.
  109. Uzrad, M. 1977. Weed control in drip irrigated soils strips by raising soil temperatures and by fumigation with methyl bromide. Hassadeh 47: 13471350.
  110. Vidales- F. J. A., Munro-O., D., y Alcántar- R., J.J. 1987. Control de patógenos del suelo mediante el uso de energía solar en el cultivo de melón (Cucumis melo L.), en el valle de Apatzingán, Mich. XIV Congreso Nacional de Fitopatología- Sociedad Mexicana de Fitopatología, Morelia, Michoacán. p. 69.
  111. Waksman, S. A., and Starkey, R. L. 1923. Partial sterilization of soil, microbiological activities and soil fertility. Soil Sci. 16: 137-57.
  112. Warcup, J. H. 1957. Chemical and biological aspects of soil sterilization. Soils Fert. 20: 1-5.
  113. White, J. G., and Buczachi, S. T. 1979. Observations on suppression of clubroot by artificial or natural heating of soil. Trans Br. Mycol. SOCo 73-272-75.
  114. Weir, B. L., DeVay, J. E., Wakeman, R. J., and Felix, R. 1987. Effect of soil solarization on Acal SJ-2 yields, 47th cotton Disease Council. 1987. Beltwide Cotton Conferences. Dallas TX. National Cotton Council and the Cotton Foundation. Memphis, TN.
  115. Yost, D., and McGill, S. 1982. Solar energy cleans up the soil. The Furrow. January, pp. 6-7.

Anexo

Pie de Fotos:

Foto 1. Implementación de la solarización con plástico transparente, delgado, durante el verano para incrementar las temperaturas a niveles letales para la mayoría de los fitopatógenos, insectos y malas hierbas.

Foto 2. Pasteurización de suelo. Esta técnica esta limitada a invernaderos y viveros. Se requiere de una caldera como fuente de calor. Sería muy caro desinfestar 5,000 toneladas de suelo, las cuales están contenidas en la capa arable de una hectárea.

Foto 3. Esterilización de suelo. Este método requiere mucha energía y está limitado a pequeñas cantidades de suelo. Otra desventaja es que elimina a todos los organismos del suelo, incluyendo a la microflora benéfica, por lo que puede ser fácilmente reinvadido por patógenos de plantas.

Foto 4. Solarización en bandas es más económica, pero el suelo solarizado puede ser reinvadido más fácilmente. Observe que la temperatura es más baja en las orillas que en el centro de la cama. Entre más ancha sea la cama, mayor es el efecto de la solarización.

Foto 5. El plástico transparente puede pintarse, con cal más un adherente (Darawel®) o con pintura vinílica, después del proceso de solarización, para aprovechar las bondades de la solarización (desinfectación de suelos) y de los acolchados (desarrollar cultivos).

Foto 6. Solarización en suelo plano o convencional. El suelo húmedo se cubre con plástico transparente y después del proceso de solarización se rastrea y se hacer surcos para siembra o transplante. En estas labores, los patógenos que están en las capas más profundas del suelo se pueden llevar a la superficie e iniciar la enfermedad, por quedar en la zona radical.

Foto 7. Solarización de un terreno ya surcado. Se evita el movimiento de propágulos de patógenos (unidades infectivas) y semillas de malezas viables hacia la superficie. El suelo sufre un mayor calentamiento debido a que los rayos solares siempre caen perpendicularmente sobre la superficie del suelo.

Foto 8. Control de malezas por medio de la solarización del suelo.

Foto 9. Solarización del suelo en túneles con (arriba) y sin acolchado (abajo). Observe la diferencia en el control de malezas a pesar de las temperaturas bajas de enero.

Foto 10. Solarización del suelo en bolsas de plástico transparente de 1x10x0.2 metros para invernaderos y viveros. Arriba, cama de tierra sobre plástico. Abajo, cama de tierra envuelta con plástico.

Pie de Gráficas:

Gráfica 1. Curso de temperaturas, a 10 cm de profundidad, en suelo solarizado (acolchado con plástico transparente) y no solarizado (sin plástico), promediadas del 5 de junio al 25 de julio de 1990.

Gráfica 2. Curso de temperaturas, a 10 cm de profundidad, en suelo solarizado en invierno y verano. Obsérvese la diferencia en temperaturas.

Gráfica 3. Curso de las temperaturas, a 10 cm de profundidad, en suelo acolchado con plástico de diferentes colores el 21 de junio de 1991.

Gráfica 4. Población de propágalos de Fusarium oxysporum f. sp. radicis-lycopersici, a diferentes profundidades en el suelo, bajo solarización con una y dos capas de polietileno.

Figura 5. Curso de temperaturas durante tres días, a diferentes profundidades en el suelo. Observe que las temperaturas máximas disminuyen en la medida que se incrementa la profundidad del suelo.

Gráfica 6. Días de solarización requeridos para eliminar el 90-100% de los esclerocios de Verticillium dahliae en varias profundidades, en Israel.

Gráfica 7. Curso de las temperaturas a 10 cm de profundidad, en suelo solarizado con una capa (túnel sin acolchado y una capa de plástico) y dos capas de polietileno (túnel acolchado) y no solarizado (sin plástico).

Gráfica 8. Efecto de la solarización en bolsas de plástico transparente sobre las poblaciones de esclerocios de Sclerotium rolfsii y Fusarium oxysporum f. sp. radicis-lycopersici a 15 cm de profundidad.

Gráfica 9. Efecto de diferentes tipos de materia orgánica sobre el desarrollo de poblaciones de Fusarium oxysporum f. sp. conglutinans. Observe que solamente los residuos de plantas crucíferas controlan en mayor grado las poblaciones de Fusarium; también que los tratamientos bajo solarización son mejores que bajo sombra.

Gráfica 10. Efecto de residuos de plantas crucíferas y solarización sobre las poblaciones de propágalos (unidades infectivas) de Fusarium oxysporum f. sp conglutinans.

Gráfica 11. Efecto de la solarización y el metam-sodio sobre la severidad de la pudrición de la corona del tomate, causada por Fusarium oxysporum f.sp radicis-lycopersici.

 

José Ramírez Villapudua

Roque A. Sáinz Rodríguez,

profesores investigadores de la Universidad A. de Sinaloa y Agrobiológica, S.A. de C.V. Culiacán, Sinaloa.

Asesoría de manejo integrado de plagas y enfermedades.

Partes: 1, 2, 3
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente