Se puede ver evidencias del carácter sobrenatural de la iglesia en que, durante este periodo de persecución, alcanzó los números más grandes en proporción a la población mundial. Además de establecer iglesias en muchas partes del mundo, esta era se distinguió por la producción de abundantes manuscritos de las Sagradas Escrituras copiados a mano y por la traducción de las Escrituras a muchos idiomas. Al comienzo de este periodo, se tradujo la Biblia al siríaco, lo que se conoce como los manuscritos de Peschitto, que se convirtieron en las Escrituras oficiales de las iglesias orientales y se hicieron traducciones al árabe, al persa y al armenio. En el siglo segundo, la Biblia se tradujo al Latín, conocida como Antigua Versión Latina. Esta se convirtió en la Biblia de las iglesias occidentales durante más de mil años y se tradujo a muchos idiomas diferentes.
Mientras más se diseminaban las Escrituras y las personas las usaban más, aun frente a la persecución, más progresaba la iglesia en número llegando a ser un factor tan dominante en el Imperio Romano que el emperador Constantino instituyó al cristianismo como religión oficial en el año 312 d. C. Sin embargo, el cese de la persecución resultó ser un golpe maestro de parte de Satanás y una gran tragedia para la iglesia. Esto se refleja en el siguiente mensaje de Cristo a la iglesia de Pérgamo que asimiló el paganismo, perdió su fuego y recibió una seria condenación de parte de nuestro Señor.
II. LA IGLESIA DE ESMIRNA:
La iglesia Perseguida, 100- 312 d. C
A. EL MENSAJE DE CRISTO A ESMIRNA:
«Esto dice el Primero y el Último, el que murió y volvió a vivir». V. 8
Es interesante destacar que Cristo comienza cada mensaje a las iglesias volviendo a la visión de sí mismo en el capítulo 1 y escogiendo algunas de las características de su naturaleza.
1. Al dirigirse a Éfeso se refiere a sí mismo como el que [tiene las siete estrellas en su mano derecha y se pasea en medio de los siete candeleros de oro] (2:1), haciendo énfasis en su provisión fiel para sus iglesias.
2. A Esmirna le enfatiza su naturaleza eterna: [el Primero y el Último]; su muerte por los pecados [el que murió]; y su resurrección [y volvió a vivir] (1:18). Esta imagen del Señor es muy apropiada para dar ánimo a quienes estaban bajo amenaza de sufrimientos y muerte. La expresión «el primero y el postrero» sugiere la eternidad del Señor. Jesucristo se identifica con una iglesia sufriente como quien sufrió el trauma de la muerte, pero venció de manera contundente. «El que estuvo muerto y vivió» sugiere que aún cuando los creyentes pudieran sufrir muerte, vivirían de nuevo en virtud de la resurrección de Cristo (Jn. 14:19; Ap. 1:18; 2 Ti. 2:8).
3. De nuevo vemos la característica única del cristianismo de que no adoramos a un muerto, como lo hacen los musulmanes, los budistas o los confucionistas, sino a Cristo que está vivo. Por esta razón, puede actuar a favor de sus hijos en cualquier época.
B. EL ELOGIO DE CRISTO:
El mensaje a la iglesia de Esmirna es el más corto de todos. Sin embargo, uno de los elogios más grandes que recibe esta iglesia es que Cristo no la condena. El elogio resalta tres características:
1. Una iglesia perseguida: v. 9a
«Conozco tus sufrimientos». Esta era una iglesia muy perseguida. Como la palabra {obras} del versículo 9 no aparece los manuscritos originales, en este caso no se hace énfasis a la fidelidad en las obras de la iglesia, que sin lugar a dudas eran muchas, sino el hecho de que habían soportado mucha persecución. La lectura correcta debe ser [Yo conozco tu tribulación y tu pobreza]. El sustantivo «tribulación» (thliosin) significa un asedio, presión cualquier cosa que carga el espíritu. El Señor conocía el asedio y la presión a que los creyentes en Esmirna eran sometidos por los enemigos del cristianismo.
Una iglesia pobre: v. 9b
«Conozca. tu pobreza».
Santiago 2:5 Los creyentes de Esmirna eran pobres pero a la vez ricos. Además de la persecución física, de la impresión de que la iglesia allí atravesó un periodo de severa persecución financiera. Esmirna no era solo una ciudad comercial sino también una ciudad de corporaciones que regulaban estrictamente las actividades de aquel momento de manera muy parecida a lo que hacen los sindicatos en la actualidad. Debido al intenso odio que existía contra los cristianos, cuando un hombre decía seguir a Cristo, le boicoteaban el negocio, lo dejaban sin empleo utilizaban algún otro medio para limitar su oportunidad económica. Aquellos cristianos que tuvieron riquezas en el mundo se encontraban en bancarrota. Como resultado, la iglesia gozaba de muy pocas entradas de dinero. Esto no le sucedió solo a la iglesia de Esmirna sino también a las iglesias del segundo y tercer siglo.
Alguien a dicho que las iglesias de los primeros tres siglos estuvieron marcadas por la pobreza material y el poder espiritual, mientras que las iglesias de nuestros días están marcadas por la riqueza material y la debilidad espiritual. Es triste, pero parece que es verdad. En la actualidad, los cristianos tienen la maldición de poseer bienes materiales que no los conducen a su desarrollo espiritual. Los que viven el empobrecimiento económico debieran alabar a Dios ya que durante un tiempo así él les mostrará su fidelidad y, si se lo permiten, les traerá mucha bendición espiritual.
«¡Sin embargo, eres rico!».
Aquí se resalta un principio divino: 2 Corintios 6:10
El Apóstol Pablo no tenía ningún bien material en este mundo, pero estaba en condiciones de impartir riquezas y de decir de sí mismo: «Pero poseyéndolo todo». Cuanto más cerca estemos de Jesucristo, más ricos somos. Cuanto más lejos estemos de él, no importa cuál sea el saldo de nuestra cuenta bancaria, más pobres somos. Los seres humanos miden la riqueza con el criterio del valor de los bienes materiales que una persona posee. El criterio divino es diferente. Se puede ser rico materialmente y pobre delante de Dios. También se puede ser pobre en la tierra y rico con respecto al cielo (Mt. 6:19-21; Lc. 16:19-31).
2. Una iglesia afligida: v. 9c
«Sé como te calumnian los que se dicen ser judíos pero que, en realidad, no son más que una sinagoga de Satanás». La expresión «se dicen ser judíos», pudiera ser una referencia a: (1) judíos de raza antagónicos al evangelio (Hechos 18:6) quienes, sin embargo, no eran verdaderos hijos espirituales de Abraham (Ro. 2:28-29); o (2) con más probabilidad, personas con tendencias judaizantes que se oponían a los verdaderos cristianos (Hch. 15:1-11; Gá. 2:11-21; Fil. 3:2).
Los creyentes de Esmirna estaban en una iglesia afligida, angustiada por los falsos maestros que pretendían ser judíos pero en realidad no lo eran. La definición que hace el Nuevo Testamento de un judío es aquel cuya «circuncisión es la del corazón, la que realiza el Espíritu, no el mandamiento escrito» (Romanos 2:29). Nunca es suficiente con obedecer las enseñanzas de la Palabra en forma legalista. Lo que Dios desea de nosotros es que nos sometamos de corazón, no que cumplamos una serie de reglas prescritas.
La sinagoga de Satanás:
Satanás tiene su propia fe religiosa. También tiene sus iglesias llamadas «sinagoga de Satanás». Cualquier iglesia que predique otro evangelio que no sea el de Jesucristo es una sinagoga de Satanás, sin importar cómo se llame. Muchas de las iglesias llamadas [cristianas] hoy en día son como los judíos de Esmirna: no son en lo más mínimo cristianos y el Salvador mismo los condena porque predican un mensaje diferente al que se encuentra en la Palabra de Dios. En realidad, son las sinagogas de Satanás, no la iglesia de Jesucristo.
Dos herejías básicas:
Las dos herejías básicas que enamoraron de la sinagoga de Satanás en nombre del cristianismo se hicieron evidentes antes del final del segundo siglo. En realidad, existían en el tiempo que Cristo dio su mensaje a las iglesias de Éfeso y de Esmirna. Estas herejías son una falsa doctrina de Cristo y una mezcla de ley y gracia. Esta última fue obra de los judaizantes, y es la que condena el Salvador en el versículo 10.
Hábilmente todo sistema religioso falso o todo culto que sale del cristianismo tiene sus orígenes en alguna de estas dos herejías. En un caso la gente está confundida con respecto a la deidad de nuestro bendito Señor, sugiriendo que, aunque era un buen hombre, no era el hijo de Dios nacido de una virgen que vivió una vida sin pecado, se entregó en una muerte sacrificial, se levantó en cuerpo de la tumba, ascendió físicamente a los cielos y prometió que volvería físicamente a la tierra algún día. En el otro, añaden a la salvación «por gracia a través de la fe», diciendo que, además de creer en Jesús, debiéramos guardar el sábado, observar ciertos ritos y ceremonias, comer o no comer ciertas clases de comida, etc. La iglesia de los tres primeros siglos en gran medida pudo vencer estas enseñanzas insidiosas que engañan a muchas personas en la actualidad en uno u otro culto.
C. EL CONSEJO DE CRISTO:
El Cristo de las iglesias le aconseja a la iglesia de Esmirna dos cosas:
1. «No tengas miedo» v. 10a
«No tengas miedo de lo que estás por sufrir». En esta frase el Señor exhorta a los creyentes a [dejar de temer] a pesar de los inminentes sufrimientos que les sobrevendrían. El Señor nunca esconde de los suyos el costo del servicio y el testimonio cristiano (véanse Mt. 5:10- 12; 16:24-25; Hch. 9:16; Fil. 1:29).
«He aquí, el diablo echará a alguno de vosotros en la cárcel».
El Señor Jesús predijo el sufrimiento que vendría sobre esta iglesia diciéndoles que «a algunos de ustedes el diablo los meterá en la cárcel para ponerlos a prueba, y sufrirán persecución durante diez días». Los cristianos de Esmirna estaban a punto de padecer a causa de las instigaciones de Satanás. El vocablo [diablo] significa "acusador", "calumniador". El enemigo de Dios haría uso de sus instrumentos –hombres inicuos- para acusar a los cristianos delante de las autoridades romanas. Los cristianos eran acusados de ser desleales al emperador porque adoraban al Rey Jesús.
«Para que seáis probados».
Indica el propósito de ser echado en la cárcel. El verbo [seáis probados] (peirasthete) está en la voz pasiva y no expresa la identidad del agente que ejecuta la prueba. Sin duda, la voluntad permisiva de Dios juega un papel importante en las pruebas de los creyentes. En este caso, aunque Satanás actúa de instigador para que los cristianos sean falsamente acusados, no puede negarse que Dios de manera soberana supervisa y controla lo que ocurre. Tal como sucedió con Sadrac, Mesac y Abeg-nego en Daniel 3.
«Y tendréis tribulación por diez días».
Muchos maestros de la Biblia consideran que estos diez días corresponden a los diez periodos de persecución a los que me he referido con anterioridad. Algunos sugieren que se refiere a los diez últimos años de la era (303- 312 d. C) durante los cuales la iglesia sufrió una intensa persecución bajo el gobierno de Diocleciano.
El consejo de nuestro Señor a esta iglesia es el mismo que le da a los creyentes de todas las edades cuando entran en periodos de tribulación: [no tengas miedo]. Aquellos que tienen a Jesucristo tienen suficiente, sin importar la intensidad de la persecución. Cuando se necesita gracia, se recibe gracia; cuando se necesita valor, se recibe valor; porque tenemos la promesa divina de nuestro Dios (Filipenses 4:19).
2. «Sé fiel hasta la muerte» v. 10b
[Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida]. El verbo [sé] (gínou) es el presente, voz media y sugiere la idea de continuidad: ".Continúa siendo fiel (incluso) hasta el punto de la muerte (violenta).". La promesa del Señor es «Y yo te daré la corona de la vida». El Señor se refiere a un galardón o premio. La corona de la vida parece ser el galardón que el Señor dará a los creyentes que padecen martirio. La palabra [corona] (stéphanos) se refiere al collar de laurel con el que se premiaba al ganador de las competencias atléticas tan populares en Esmirna. Las competencias sugieren agonía y conflicto para los participantes.
D. EL DESAFIO DE CRISTO
De nuevo, el desafío de Cristo llega aquellos que tienen oídos espirituales para:
1. «oír lo que el Espíritu dice a las iglesias», y es un desafío a conquistar. Como ya hemos visto, depende de la fe de cada uno en Cristo Jesús.
2. «El que salga vencedor no sufrirá daño alguno de la segunda muerte»
La promesa al vencedor es la siguiente: «No sufrirá daño de la segunda muerte». La expresión [no sufrirá] es enfática. En el texto griego hay doble negativa que generalmente se traduce al castellano como "nunca", "jamás" (véase Jn. 10:28). El verbo [sufrirá daño] es el aoristo subjuntivo, voz pasiva del verbo (adikéo), que significa "actuar injustamente". Aquí significa "lesionar físicamente o hacer daño a alguien".
«De la segunda muerte».
Esta última expresión es también enfática. La Biblia habla de una muerte física o terrenal (Mt. 10:28) y una muerte eterna (Ap. 20:6). La muerte eterna es "la segunda muerte", que significa la separación eterna entre la persona y Dios. La segunda muerte tiene lugar en el lago de fuego (Ap. 20:14,15).
La asamblea de Esmirna proporciona un ejemplo digno de imitarse. Hay en el mundo hoy día congregaciones que luchan por sobrevivir en medio de limitaciones y estrecheces semejantes a las que existieron en Esmirna. Hay congregaciones que tienen que enfrentarse hoy día al paganismo moderno, al agnosticismo y al fanatismo religioso. Todavía hay e el mundo de hoy lugares donde el testimonio cristiano se paga con la propia vida. Pero la promesa no termina el Señor sigue diciendo: ".Sé fiel hasta la muerte, y Yo te daré la corona de la vida.".
Autor:
Julio César Torres
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