Sucedió el año 1963, tenía 5 años recién cumplidos, aquel día me habían castigado, recuerdo a una amiga, la Inesita, ella tenía unos 15 años y un novio que la estaba molestando, y por defenderla, le lancé una piedra, con tan mala suerte que le di en plena cabeza, aun recuerdo la sangre en su mano cuando se tomó la cabeza, mi madre que estaba viendo me castigó mandándome a la cama a las tres de la tarde de un día maravilloso.De nada valieron los ruegos de la Inesita, que sabía que en realidad la estaba defendiendo, pero en fin, el hecho es que dormí toda la tarde, en la noche seguí durmiendo, y entonces ocurrióUn señor de mediana edad, se acercó a mi cama y me despertó nunca lo había visto, al hablar no sentía palabras, en realidad eran notas musicales vibraciones armónicas que entraban directamente a mi cerebro generando ideas recuerdo que me entregó un juguete, una especie de monopatín, y me dio a entender que era mío y debía salir a jugar con el.Me levanté, me pare sobre el y salí disparado , a través de las tablas de la que era mi morada, una mediagua de tablas que era la casa del cuidador de la obra de construcción, que era mi padre, y que consistía en un dormitorio y una segunda pieza que además de ser cocina era comedor, el baño estaba fuera de la casa, pero esa es otra historiarecuerdo que estaba volando en mi monopatín, y podía pasar a través de los muros de las casas del sector, un lujoso barrio en el sector el Golf en Santiago de Chile, fue una noche maravillosa, llena de descubrimientos, en esas casas cada uno tenía un dormitorio, la cocina era mas grande que mi casa, pero no había en ninguna de ellas un juguete como el mío, mientras seguía escuchando la música en mis oídos, en mi piel, en mi cerebro…me alentaba a ir mas rápido, a subir mas alto… sabía que nada malo podía ocurrirme, mi cuerpo estaba en mi cama, al lado de mi hermano, además esa música me aclaraba las ideas, me hacía sentir extrañamente poderoso, tenía un secreto que no podía revelar a nadie ni siquiera a mis padres, ni tampoco al pesado del Luis, siempre fanfarroneando con los autos de su padre, y la casa en la que vivía, y los viajes que hacia todos los años, Si llegara a leer este cuento, sabrá quién le desordenaba el dormitorio por las noches…
Al acercarse la mañana, salí por la chimenea de una de las casas, y me dirigí en línea recta hacia el cielo, entonces vi la cordillera de los Andes, comenzaba a aclarar, la música me advirtió que debía, volver, lo hice en la calle Perseo, me esperaba el que sería desde ese día, mi mentor y mas fiel amigo, lo supe ese mismo día,al llegar junto a él, me explicó que tenía que volver antes que mi madre despertara, entré a mi casa, guardé cuidadosamente el juguete bajo mi cama, por un instante me miré a mi mismo, dormido, me acosté sentí que me dormía, y acto seguido mi madre me despertó, lo primero que hice fue buscar bajo la cama, pero no había nada solo las maletas que mi madre tenía en ese lugar con ropa y otros menesteres, ese día lo pasé pensando en el extraño sueño,Cuando vi a Luis, todo enojado, supe que no había sido un sueño,
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