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Cursus Honorum

Enviado por pmk2607


    Ya avanzada la República, las Magistraturas romanas constituyen una secuencia que se denominaba Cursus Honorum, es decir cada uno de ellas conforman los escalones de una carrera honorífica. La Magistratura estaba compuesta por:

    • el consulado
    • la pretura
    • el Tribunado de la plebe
    • la cuestura
    • la edilidad
    • la censura

    El cumplimiento de la "carrera de honores" implicaba como su nombre lo indica, un

    desempeño sin cobrar sueldo. En algunos casos debían gastar para ejercer los cargos a los que

    se postulaban. Concedidas por elección y permitiendo ejercer una parte más o menos amplia del

    poder del Estado, todas las magistraturas son "honores". Pero estos honores son desiguales en

    dignidad y la ambición empuja a intentar alcanzar los más altos, que cuentan con un menor

    número de titulares. Por eso, una de las medidas más eficaces tomadas por Sila contra el

    tribunado fue la de cerrar a quien lo había ejercido el acceso a las otras magistraturas.

    Al menos tácitamente, más de un Estado y de un régimen han aplicado y aplican todavía la

    noción del escalonamiento necesario de las funciones públicas, por razón de que la experiencia

    adquirida en los escalones más bajos puede ser útil en los más altos. En Roma acabó tomando la

    forma especialmente rigurosa del cursus honorum, o "carrera de los honores", reglamentada con

    minuciocidad.

    Durante la segunda guerra púnica, unas circunstancias excepcionales permitieron a Escipión

    obtener muy joven una posición sin par. Con bastante rapidez, se descubrieron los principios de

    base:

    1- el retroceso, por la obligación previa de consagrar muchos años al servicio del Estado, en

    particular en el ejército.

    2- la cuestura, considerada como punto de partida del cursus.

    3-obligación de pasar por otras magistraturas, en un orden determinado.

    Pero, admitidos estos tres principios, hubo vacilaciones y los modernos están lejos de ver

    claro en las variaciones de detalle. En la práctica parece que se pusieron en el mismo plano, entre

    la cuestora y la pretura, a los tribunos y ediles.

    En el siglo II la cuestora podía ser ejercitada a los veintisiete años y el consulado a los treinta y

    seis, en el primero esas edades respectivas pasaron a veintinueve y a cuarenta y dos años.

    Por el juego combinado de la ley y de la costumbre aludida, pero se llegó pues a una

    especie de pirámide en la que el número de los titulares disminuía de uno a otro grado, lo que

    permitía la selección. El sistema responde a ciertas tendencias innatas del espíritu romano: una

    necesidad de orden y de jerarquía estable. Pero el hecho de que se juzgara necesario establecerlo

    legalmente, que se hicieran más pesadas las obligaciones y se retrasase paulatinamente el acceso

    a las altas magistraturas, refleja sobre todo la decadencia de la disciplina espontánea y el temor

    a los destinos "excepcionales"; la clase dominante intentaba protejerse contra las carreras

    fulgurantes.

    Las carreras y los privilegios.

    El antiguo cursus honorum republicano no sólo sobrevive en la carrera senatorial. Los escalones se han multiplicado, para las cuales califica la obtensión de magistraturas. La gran novedad sin embargo, es la creación de la carrera ecuestre que puede llevar a la carrera senatorial o a elevados cargos, en cuya cima se encuentran la prefectura de pretorio.

    Entre las funciones cuya gradación constituye las dos carreras, sólo los sacerdocios y las magistraturas no comportan ni sueldo ni emolumentos, mientras que las más elevadas

    en la dignidad, los proconsulados son retribuidas con un millón de sestercios.

    Ciertos privilegios sociales consagran el complejo de riqueza, de dedicación al interés común, de favor del príncipe y de influencia que representa la pertenencia a esos dos órdenes.

    Todas las distinciones exteriores de la época de la república se perpetúan: las bandas de púrpura, ancha o estrecha, sobre la túnica; el anillo de oro; el calzado especial para los senadores; los asientos reservados en los teatros y en los juegos.

    La Ley de las XII tablas y la conquista de la igualdad civil

    La redacción de las leyes fue realizada en dos años <-450/-450> por 10 legisladores llamados dicenviros (proviene del latín decem, que sigifica diez y vir que significa varón ) a los cuales otorgaron poderes ilimitados para la realización de esta tarea.

    Se conoce a Apio Claudio, hombre de gran capacidad y energía pero violento y ambicioso, aprovechó del cargo que ejercía para cometer toda clase de arbitradas e intentar perpetuarse, tiránicamente, en el poder. Pero su tentativa fue frustrada por una rebelión que lo deribó, justamente con los restantes decentivos.

    Estos cayeron, pero no sucedió lo mismo con las leyes que ellos habían redactado. Estas fueron solemnemente reconocidas y grabadas, luego en doce tablas de bronce que se expusieron en el Foro. El contenido de estas doce leyes apenas se conoce, porque no se ha conservado ninguna versión completa de ese antiguo código romano, pero a juzgar por algunos conceptos dispersos transmitidos por las tradiciones, parece que, eran bastante severas.

    Su aparición significó para los plebeyos una doble ventaja. En primer término lograron que el derechio fuea público, conocido por todos, y no hasta como entonces, basado en costumbres no escritas, y opr lo mismoimprecisas, que los patricios manejaban e interpretaban a su capricho. En segundo término, consiguieron que el derecho fuera común, puespues los preceptos connsignados en las XII tablas se aplocaban, por igual, a paricios y plebeyos.

    No obstante mantenían rigurosamente la separación de las dos clases en lo concerniente al régimen de familia porque prohibían expresamente la celebración de matrimonios entre los miembros de una y otra.

    La Ley de las XII tablas y la conquista de la igualdad civil

    La redacción de las leyes fue realizada en dos años <-450/-450> por 10 legisladores llamados dicenviros (proviene del latín decem, que sigifica diez y vir que significa varón ) a los cuales otorgaron poderes ilimitados para la realización de esta tarea.

    Se conoce a Apio Claudio, hombre de gran capacidad y energía pero violento y ambicioso, aprovechó del cargo que ejercía para cometer toda clase de arbitradas e intentar perpetuarse, tiránicamente, en el poder. Pero su tentativa fue frustrada por una rebelión que lo deribó, justamente con los restantes decentivos.

    Estos cayeron, pero no sucedió lo mismo con las leyes que ellos habían redactado. Estas fueron solemnemente reconocidas y grabadas, luego en doce tablas de bronce que se expusieron en el Foro. El contenido de estas doce leyes apenas se conoce, porque no se ha conservado ninguna versión completa de ese antiguo código romano, pero a juzgar por algunos conceptos dispersos transmitidos por las tradiciones, parece que, eran bastante severas.

    Su aparición significó para los plebeyos una doble ventaja. En primer término lograron que el derechio fuea público, conocido por todos, y no hasta como entonces, basado en costumbres no escritas, y opr lo mismoimprecisas, que los patricios manejaban e interpretaban a su capricho. En segundo término, consiguieron que el derecho fuera común, puespues los preceptos connsignados en las XII tablas se aplocaban, por igual, a paricios y plebeyos.

    No obstante mantenían rigurosamente la separación de las dos clases en lo concerniente al régimen de familia porque prohibían expresamente la celebración de matrimonios entre los miembros de una y otra.

     

     

    Autor:

    Pablo