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La urgente necesidad de penalizar el consumo de drogas (página 2)


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Cualesquiera de las propuestas merecen su aprobación ya que están dirigidas a penalizar la posesión de drogas con fines de consumo, con la aprobación de la norma acabaremos con el tráfico o comercialización ilícita de dichas sustancias tóxicas, ya que al no haber compradores no habrá vendedores; pues actualmente como la posesión de drogas para el propio e inmediato consumo está legalmente permitido, también está tácitamente aceptada la venta o comercialización de drogas, al respecto nos preguntamos ¿si no habría comercializadores, de donde comprarían los consumidores la droga?. Tal situación recién acabará cuando se reprima penalmente la posesión con fines de consumo, ya que nadie querrá ir preso a un penal a consecuencia de este hecho, no creo que si a cualquier persona le preguntamos si quiere ir preso a un penal, nos vaya a contestar que estaría gustoso, pues con el encierro de éstos en los Establecimientos Penales donde realicen trabajos estrictamente supervisados iniciaremos el camino hacia la paz social que todos anhelamos; pues los problemas sociales que hemos descrito en el punto precedente obligan a que de modo urgente se penalice el consumo de drogas, pues de no penalizarse dicha conducta de nada servirá la lucha que se promueva a través de la creación de leyes, como el Decreto Legislativo 8243; además conforme al artículo 8º de la Constitución, le corresponde al Estado combatir y sancionar el tráfico ilícito de drogas, y justamente la forma de combatirlo y sancionarlo es penalizando su consumo, castigando con cárcel a quienes lo consumen, no hay otra forma de combatirlo; de lo contrario será en vano la lucha frontal contra la producción ilegal de la hoja de coca4 la cual es utilizada como materia prima primordial que agregada con otros insumos, como el kerosene, al ácido sulfúrico se logra la elaboración de la pasta básica de cocaína o pasta base en los laboratorios clandestinos, constituyendo dicha hoja procesada en las pozas de maceración, la primera fase de la elaboración de la droga.

De igual modo si no se penaliza el consumo de drogas de nada servirá la ardua lucha que viene efectuando el Ministerio Público conjuntamente con la Policía Especializada contra la delincuencia común y la organizada; pues mientras se permita el consumo de drogas seguirá existiendo delincuencia común que arrebate la cartera o la billetera a un transeúnte, quien de oponer resistencia puede ser hasta asesinado por el delincuente drogadicto con tal de lograr su objetivo y con el dinero que éste encuentre o con lo que obtenga de la venta de la cartera o la billetera que sustrajo y los bienes que ahí encuentre, adquiera (compre) la droga que necesita para su consumo; igualmente si no se penaliza el consumo de drogas seguirá existiendo la delincuencia organizada quienes con el producto de la venta de droga que rebasa las fronteras y que cada año va en aumento, crecen también sus ganancias ilegales, incurriendo de ese modo en el delito de lavado de activos que tanto daño hace a la economía del país impidiendo su desarrollo.

Conclusión

A modo de conclusión debemos señalar que el problema de las drogas constituye un grave atentado a la vida y la salud de las personas, atenta además contra la seguridad y el bienestar de toda la humanidad y daña a la juventud en general, por ello resulta de urgente necesidad que se penalice la posesión de drogas con fines de consumo, ya que con dicha penalización acabaremos con el tráfico o comercialización ilícita de dichas sustancias tóxicas, pues al no haber compradores no habrá vendedores; actualmente la posesión de drogas para el propio e inmediato consumo está legalmente permitido a través del primer párrafo del artículo 299º del Código Penal, lo cual implica la tácita aceptación de la venta o comercialización de drogas, situación que recién se erradicará cuando se reprima penalmente la posesión con fines de consumo y los consumidores sean encerrados por unos años en los recintos carcelarios efectuando trabajos o labores técnicas beneficiosas y debidamente supervisados por profesionales idóneos; si ello no ocurre seguiremos luchando en vano por erradicar el tráfico ilícito de drogas, pues ni con la formulación de leyes especiales como el Decreto Legislativo 824, ni con lo normado en la Constitución que proclama combatir y sancionar el tráfico ilícito de drogas, lograremos nuestros objetivos; por todo ello debemos poner mano dura a esta situación, penalizando el consumo de drogas como ocurre en otros países.

 

 

 

 

Autor:

Rosa Isabel Flores Chávez

Abogada egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad Particular San Martín de Porres (Lima), con estudios de Maestría en Derecho Constitucional, autora de diversos artículos en materia jurídica, expositora sobre temas jurídicos en diversos eventos académicos, ex abogada de oficio del Ministerio de Justicia. Actualmente se desempeña como Fiscal Provincial Adjunta Titular en lo Penal en la Primera Fiscalía Superior Penal de Lima.

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