- Breve diagnóstico
- Justificación y alcances, filosofía de nuestro emprendimiento
- Consideraciones generales sobre el estado y sus formas: el estado boliviano
- El proceso constituyente y el debate de la descentralización
- Consideraciones en torno a las "autonomías"
- Caracterización y posiciones ideopolíticas más importantes respecto al tema
- Propuestas de descentralización tres visiones complementarias y contradictorias a la vez
- Propuesta y base teórica, la descentralización desde la visión étnico cultural y comunitaria
- Propuesta, y base teórica la mirada jurídico institucional de las autonomías
- Propuesta y base teórica, la mirada "ecléctica" propuesta de un modelo "triterritorial"
- Bibliografía consultada
Las paginas siguientes, en este orden, que representan el fin ultimo están destinadas primero a contextualizar el tema desde diferentes perspectivas, plantear y resumir, los amplios estudios que se han realizado, y sistematizar los aportes mas importantes, para sacar conclusiones útiles, y valederas.
La monografía es un pequeño estudio sobre el proceso de descentralización política y administrativa en Bolivia, proceso que tiene larga data histórica en nuestro país, pero que en los últimos cinco años, se acelerado de una manera envidiable, y el debate, entre "descentralizadores" se ha agudizado al extremo de que en la presente coyuntura histórica de nuestro país, como se ha tornado irreversible.
El texto tiene el objetivo de de facilitar el conocimiento de este proceso, político social, sistematizando la por una parte la historia de las demandas de transformación en la distribución del poder del Estado, y por otra sistematizar las propuestas teóricas de los principales teóricos, y sociólogos bolivianos que presentaron sendas propuestas de descentralización.
"Una lectura de la descentralización, y las autonomías desde el estudio de las principales propuestas"
Jorge Bernardo Quiroga Nava
BREVE DIAGNÓSTICO
¿Ocaso del un ciclo estatal?
Esta es la interrogante que deberíamos plantearnos todos los bolivianos, por los hechos y las realidades situacionales, que nos ponen al frente de un proceso histórico que plantea nuevos desafíos. Una correlación de hechos y de fuerzas, a nivel estatal y nacional, ha concluido con un periodo o con un ciclo de vida estatal, y aunque la vida sigue su curso normal, la transición ha comenzado, y se dirige hacia un nuevo orden, pero, esto supone en esencia, una lucha de contradicciones entre el régimen viejo que intenta sobrevivir, y el nuevo que quiere imponerse, esto ha traído al país una serie de desafíos de raigambre histórica, y que merecen una nueva ingeniería política, para definir la nueva institucionalidad del Estado.
Uno de estos desafíos, que además revierte vital importancia y se ha convertido en el eje de las disputas, es el referido a la nueva distribución del poder, a nivel espacial,¾ descentralización¾ cuyos paradigmas aunque cristalinos, no responden todavía a una visión concertada de conjunto, muestra de aquello es lo critico que se nos presenta la empresa reformadora del Estado, y las resistencias, que a mas de venir del viejo régimen que le da nueva cara vienen también, del lado de quienes anteriormente, las contradecían, en síntesis la realidad actual, no es sino la de una lucha generalizada, aunque de corte constitucional y democrática, de visiones, de estructuras, y de ideologías que apuntan a la apropiación del poder, o a su recomposición, de cuyo desenlace se forjara la historia futura de la republica.
Pero a mas de aquella realidad, y lo que aquí nos interesa, es precisar el camino nuevo que ha tomado, el enigma de la descentralización, alimentado esta vez, de una madures que ha hecho inviable todo criterio de proceso lento o graduado, hacia esa nueva realidad, por el contrario, la competencia se ha agudizado entre "descentralizadores" bajo la figura de las autonomías, cuya proposición ha generado, en muchos sectores una crisis mental, y de temores, entendibles, si hablamos de una sociedad, de tradición unitaria, y de diversidad multisocietal y multicultural (L. Tapia).
Entonces el panorama que se presenta en torno al proceso de descentralización, no es nada sencillo, muestra de ello es que parece repetirse la historia de siempre, a los bolivianos, nos encanta en todo tiempo cuestionar lo vigente, encontrarle defectos, y tenemos un apasionamiento especial en esta medida por el Estado y sus instituciones, nos hemos creado una idiosincrasia que ha sacralizado a endiosificado al Estado.
…Mucho poder, poca responsabilidad,… decía Carlos Mesa al momento de ver como en su gobierno, se multiplicaban las demandas y los problemas sociales, esta historia que pareciera no tener termino, ahora, empieza, a tomar nuevo cuerpo, ya no son demandas gremiales, sectoriales, o locales, son demandas, o mejor macrodemandas que apuntan al poder estatal que buscan una reconfiguracion espacial de ese poder, se busca dice consolidar la democracia, la unidad del país, pero fracturándolo en regiones en autonomías, en nombre de la tan mentada descentralización y reterritorializacion estatal.
Este critico diagnostico nos obliga a realizar una lectura de esta realidad, con el objeto de identificar causas y relaciones, y poder establecer luego algunos criterios que nos permitan comprenderlas.
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