- Introducción
- Consecuencialismo
- ¿Qué es consecuencialismo?
- La perspectiva consecuencialista
- Contra el consecuencialismo maximizador
- Conclusión
- Bibliografía
El consecuencialismo y el utilitarismo no son lo mismo aunque mucha gente pueda creer que lo son. Una de las presentaciones más interesantes sobre qué es el consecuencialismo que he encontrado, la presenta Philippa Foot [1]y señala que una teoría consecuencialista es la que identifica ciertos estados de cosas con estados valiosos o buenos de cosas y en función de éstos, se determina la corrección de una acción (o de otros juicios morales) los cuales consistirán en producir acciones que fomenten esos estados valiosos o buenos de cosas. Sin embargo, el utilitarismo, tal y como habitualmente se suele definir, es cómo un consecuencialismo en el que se identifica el mejor estado de cosas posibles con el estado de cosas en el cual se produce la mayor felicidad posible, el mayor placer, o se produce una máxima satisfacción de deseo.
El consecuencialismo se suele definir con la formula "uno debería siempre hacer aquello que traiga mejores consecuencias". El consecuencialismo señala que debemos realizar la acción que aporte las mejores consecuencias. ¿Por qué demanda la teoría eso? Porque para las teorías consecuencialistas, ésto determina a las que serán consideradas como las mejores acciones posibles. Algunos filósofos han criticado que eso exige demasiado, y esta es una de las mayores críticas que se le han hecho al consecuencialismo, porque de entenderlo así, exigiría que cada acción posible, sea puesta en juego y en consideración desde un enfoque moral, calculando las posibles consecuencias que podría aportar la realización o no realización de la acción, pero ¿es eso así realmente?
Respecto a este concepto o breve bosquejo del consecuencialismo que he mostrado, se podría considerar que, presentado tal que así, se está dando una consideración de éste que no hace más que una abstracción o reducción del consecuencialismo al utilitarismo. Para muchos filósofos, el problema con la moral utilitarista no es que no conciba lo bueno o malo de una acción en sí misma, sino en función de las consecuencias, sino que es un problema de la estructura misma de la teoría.
Como muchos autores ya han presentado, y qué en mi opinión Shaw[2]realiza de una manera muy adecuada, el consecuencialismo, es la idea general que afirma que la acción correcta es la acción que aporta buenas consecuencias, de hecho, las mejores de todas las consecuencias posibles que caben esperar. Señalar que las mejores consecuencias son las que realmente cuentan en el juicio ético a la hora de determinar la naturaleza de una acción, a veces puede conllevar a que, para promover esas buenas consecuencias, se permita en ciertas ocasiones realizar acciones que afecten o violen ciertos principios o derechos "inviolables" de las personas.
La perspectiva consecuencialista
Los filósofos usan el término consecuencialismo para identificar una forma general de pensar sobre lo correcto y lo incorrecto y por lo tanto, una teoría normativa de la ética. Las teorías consecuencialistas mantienen que lo bueno y lo malo se define en función de las consecuencias de muestras acciones, y nuestras acciones son buenas o malas en función de nuestras consecuencias. Las consecuencias determinan la corrección e incorrección de nuestras acciones. Lo que distingue al consecuencialismo del no-consecuencialismo es que en las teorías consecuencialistas, lo que define la corrección o incorrección de una acción es cuestión de los resultados, esto es, de las consecuencias de nuestras acciones, las cuales cada agente tiene posibilidad de realizar para maximizar las consecuencias. El consecuencialismo en su manera estándar, mantiene que las acciones son moralmente correctas si y sólo si no hay otra acción, que sea posible de realizar por parte del agente, que tenga mejores consecuencias.
El consecuencialismo, en su versión estándar señala además que algunas veces podemos ser imparciales, es decir, actuar como agentes neutrales, a la hora de juzgar sobre lo buena o mala que es una acción en función de los diferentes estados de cosas que produzca.
El consecuencialismo toma como punto para determinar la corrección e incorrección de una acción si la acción se hace con vistas a maximizar el bien posible y los estados valiosos de cosas que serán afectados por las consecuencias de una acción o no. En el primer caso, se tratará de una acción correcta, en el segundo no.
Además, el consecuencialismo del acto tendrá esa consideración en cuenta en cada acción ante la que el agente moral pueda actuar. A raíz de cada acción se buscará que esa maximización deba ser siempre la que, de entre todas las posibles, más maximice las consecuencias positivas para las personas afectadas, o estados de cosas valiosos.
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