Las Aventuras de Sabas Sabas y la Princesa de la Luna Nueva
Sabas fue capturado y llevado frente al capitán del navío, su amigo de travesías Filos fue encerrado en una jaula, constantemente Sabas percibía el temor en Filos y este trataba de relajarlo comunicándose por el pensamiento: Amigo tranquilo- le decía Sabas-, nada nos pasará mientras este capitán tenga curiosidad en nosotros, solo debemos hacer que mantenga el interés, pero nuestra anciana amiga me ha dicho que es aquí donde debíamos terminar así que necesito que estés atento a lo que yo te diga.
Unos fuertes pasos se escuchaban como retumbando en toda la nave y toda la tripulación de la misma quedo muda, al abrirse la puerta de las habitaciones del capitán todos bajaron la mirada, Sabas fue obligado a arrodillarse y a presentarse, uno de sus captores puso rápidamente una daga en el cuello de Sabas y le dijo al oído con un repugnante y vinagroso aliento que debía responder quién era él:
Me llamo Sabas -Dijo de inmediato- vengo perdido en los mares por algunos días, escape de mi hogar y desde entonces solo voy deambulando por algunos puertos y trabajando para comprar provisiones y seguir con mi camino Y usted quien se cree que es para apresarme y capturar mi barca?… Un silencio se apodero enseguida de todo el Barco, el capitán levantó la mirada para observar por un momento a Sabas, dio 2 pasos y se paro frente a él, Tu vida y tu barca ahora me pertenecen como una ofrenda de tu parte que aceptaré -Dijo el capitán-, cuando vuelvas a dirigirte a mi lo harás con el respeto que requiere un Dios, yo soy EL Dios De Los Mares, ahora tu me servirás a su tiempo, mientras irás al calabozo hasta que tu bravura haya quedado frágil y blanda como una bola de algodón, "AL CALABOZO", gritó el capitán y ahí fue llevado Sabas y Filos en su pequeña jaula.
En uno de los niveles inferiores de la nave habían unos animales y ahí unas celdas malolientes donde fue a parar Sabas, se sorprendió de no ser el único cautivo en aquellas celdas, dentro había también un maltrecho y flaco prisionero, Sabas se le acercó a presentarse pero este no le hizo caso alguno, Sabas trato de empezar alguna conversación pero este parecía no estar interesado, la noche cayó y Sabas entro en un sueño profundo, y ahí como siempre conversó con la anciana: Vaya que hoy conociste a un dios,-Dijo la anciana en tono burlesco-, Es un saqueador y un malviviente, hace años va asesinando y robando todo lo que puede, estas aquí por que debes detenerlo, el joven que duerme a tu lado en el calabozo es el Príncipe Abel, el viene de la Isla de Zante, es una pequeña isla que se dedica al comercio, debes hacerlo volver, su destino no está en esa nave, el debe tomar el control de su reino y debe volver a su hogar, en el barco nadie sabe que él es el príncipe, piensan que solo es un soldado y lo tienen cautivo esperando que les diga como entrar a las arcas de Zante. Pero como puedo hacer eso?- Respondió Sabas- Tendrás que hacer que confíe en ti -Dijo la Anciana- debes de hacer que el vuelva a su reino y en el proceso debes de terminar con las fechorías de este asesino, dile al príncipe que te envió Valia, que estás ahí para ayudarlo, así será más fácil.
A la mañana siguiente Sabas despertó y saludó a su compañero cautivo, le dijo que en sus viajes había visitado varios lugares y que había quedado maravillado con algunos de ellos, a lo que el príncipe Abel no mostraba ningún interés, Sabas debía ser muy sutil para ganar la confianza del príncipe, pero contarle la historia de la Isla y la anciana no sonaba nada lógico, así que le dijo que en su último viaje había estado en Zante, noto que el príncipe levanto la vista y palideció un momento, Sabas le dijo que había escuchado historias acerca de un príncipe perdido, que el pueblo de Zante esperaba que volviera algún día. No deberías estar contando esas historias aquí -Interrumpió el príncipe- si alguien en la nave sospecha que tienes algún tipo de información sobre Zante te torturaran hasta matarte, Quien eres?-Preguntó el príncipe-, Quien te envío?. Soy Sabas, he venido a ayudarte príncipe Abel, estoy aquí por Valia -Respondió Sabas- debemos sacarte de aquí para que vuelvas a tu reino.
El príncipe Abel quedo mudo por unos instantes Como conoces a Valia? -Le preguntó el príncipe a Sabas-. Sabas rápidamente le dijo que eso no importaba y que necesitaba de su ayuda para que ambos salgan de la nave, primero necesitaría información para poder empezar a planificar algo, así que el príncipe empezó a contarle a Sabas de cómo llego a ese barco de malhechores.
El príncipe Abel era heredero al trono, el único hijo varón del rey, había sido criado y educado como estratega militar y un gran economista para seguir los buenos y prósperos pasos que su padre había dado para con su reino, el comercio era la principal actividad de la isla y sus puertos servían de puente entre mas islas y reinos, fue capturado durante un ataque que los malhechores del barco habían organizado, El dios de los mares había entrado por la noche y reducido a los guardias del reino, mataron y saquearon cuanto pudieron pero era el príncipe a quien en realidad querían, pues él sabía la ubicación de las arcas del reino y como entrar en ellas, durante la batalla el príncipe quedó herido, un guardia real llego a auxiliarlo, sabiendo que buscaban al príncipe y habiendo matado a 2 secuaces del Capitán rápidamente le tiro el casco al suelo y cambio las pecheras de la armadura del príncipe con las de él, tomo una daga de uno de los malhechores caídos y se la clavo en el corazón sacrificándose y cayendo muerto al lado del cuerpo herido del príncipe, cuando los encontraron y vieron el cuerpo muerto del guardia real pensaron que era el príncipe que había muerto en batalla, como su plan no dio resultado capturaron al herido príncipe pensando que este era un guardia real y alguna información debía de tener, así es como el príncipe había terminado en ese barco y los demás ignoraban quien era realmente.
Sabas pasó unos días pensando en una buena forma de lograr sus objetivos, hasta que luego de varios días pidió una audiencia con el capitán del barco indicando que tenía información sobre riquezas y negociaría un rescate, el Capitán aceptó la audiencia y Sabas fue llevado hacia los aposentos del capitán.
Capitán, he venido a pedir una audiencia con usted para negociar mi libertar -Dijo Sabas-, a cambio tengo información que le puede ser útil acerca de la ciudad de Zante, que es una isla con un reino muy prospero que guarda sus riquezas en un Arca Por qué habría de confiar en ti? -Respondió el Capitán- seguro ese guardia en las celdas te ha estado dando ideas acerca de esa ciudad, ya la hemos saqueado hace unos meses y no creo que tú puedas tener mayor información acerca de la ubicación de las arcas del reino, Qué te hace pensar que puedes negociar tu libertad?.
Información valiosa -Dijo Sabas- Hace poco más de un año termine en esa ciudad buscando algo que comer después de varios días en alta mar, el tabernero del pueblo me dio trabajo limpiando los pisos de su negocio hasta que un día llego el Príncipe Abel, mientras bebía una jarra de vino tuvimos una conversación y nos hicimos amigos, al día siguiente los pisos que limpiaba eran los de su palacio, estuve ahí por algunos meses antes seguir con mi camino, siempre conversábamos, pues al príncipe le interesaban las historias de los lugares que yo había conocido y sus costumbres, el me tomo mucha confianza y estoy seguro que si vamos a Zante el príncipe Abel podría ofrecerle un rescate por mí, es mi amigo, si usted deja que el príncipe pague ese rescate yo luego puedo informarle acerca de cualquier cosa que pase en el reino.
El capitán quedo en silencio por un momento y miró a Sabas fijamente, luego soltó una carcajada y grito Esta Muerto!, el príncipe está muerto, así que no puedes negociar ningún trato conmigo, a menos que tengas otra forma volverás a tu celda y te prepararas para servir en mi nave por el resto de tus días Entonces ya cambiaron al guardián de las arcas -Dijo Sabas- Por qué no las saqueó?. Las arcas se abren con el escudo real que estaba en la pechera de la armadura del príncipe, yo mismo lo vi hacerlo varias veces cuando me pedía acompañarlo para seguir escuchando mis historias, esa era la llave de las arcas y luego los guardianes debían abrir la ultima puerta con sus espadas, 2 guardianes para abrir cada una de las cerraduras, la primera vez que lo vi fue impresionante, resplandecía oro por todas partes y siempre pensé en ponerle las manos encima, pero el príncipe me pagaba bien por su amistad.
Conoces la ubicación de las arcas?. -preguntó intrigado el capitán- Si nos ayudas a robarlas tendrás tu libertad, pero si no lo haces te prometo que no alcanzaras a ver la luz del sol nuevamente, decide de una vez que mi oferta no va a esperar por mucho, dónde están las arcas de Zante?.
Sabas miró fijamente al capitán como desafiándolo, como un blasfemo a un Dios Vine a negociar mi libertad por un rescate, pero si quiere las arcas de Zante entonces tendré que ser socio y negociar algo más que mi libertad, -Dijo Sabas- Puedo garantizarle que tendrá las arcas de Zante y además que podrá hacerlo sin perder a ningún tripulante, solo si me garantiza devolver mi arca y el doble de mi peso en oro, puede torturarme todo lo que desee, si no tengo nada que perder ya no quiero volver a sentir hambre nuevamente ni trabajar para comer, nadie en su tripulación tiene que enterarse de nuestro trato capitán, nadie tiene que saber que un mortal está desafiando a un Dios, esto puede quedar entre nosotros y yo le daré todos los detalles y lo ayudaré en todo.
El Dios De Los Mares miró enfurecido a Sabas, se quedo parado como si quisiera despedazarlo con sus propias manos Luego de un momento volteó y empezó a caminar mientras Sabas permanecía arrodillado y con las manos atadas, Tu peso en oro, tu barca y tu libertad, -contra ofertó el capitán- pero si me engañas las cosas que te haré serán eternas e inimaginables- Agregó-. Afinaré los detalles Oh misericordioso Dios De Los Mares, -Dijo Sabas- mañana tendrá las primeras "recomendaciones" sobre su plan, por lo pronto un poco de agua y algo de comida para mí y mi amigo Filos no estaría mal.
Sabas fue escoltado hasta su celda nuevamente donde conversó con el príncipe Abel y le contó lo sucedido, el príncipe le preguntó cómo iba a desarrollar el resto del plan? A lo que Sabas simplemente respondió que por la mañana el tendría los detalles y se recostó a dormir habiendo compartido con el príncipe y filos la comida y el agua que les dejaron.
Nuevamente en sueños Sabas se comunicó con la anciana de la isla, esta le dijo que ya sabía todo lo que había pasado por su conexión con él y le explicó que en Zante había una celebración importante cada año durante la última Luna nueva del año, que esta fecha sería la ideal para llevar a cabo el plan, pues el reino entero hacía una celebración por esa fecha, le dijo que era el príncipe quien conocía mejor esos detalles y debía trabajar con él en todo momento.
A la Mañana siguiente Sabas le dijo al príncipe que la fecha ideal sería durante la última Luna nueva del año, que en esa fecha se celebraba una gran fiesta en el reino y que nadie faltaba, el príncipe Abel le dijo a Sabas que 3 días antes todos los barcos salían a patrullar cada rincón de la isla y que era imposible que durante ese tiempo puedan si quiera tocar costa en Zante.
Conoces cada rincón de tu reino? -Preguntó Sabas a Abel- Porque si es así entonces tiene que haber un lugar en donde podamos ocultarnos El príncipe quedo pensando por un momento y recordó, Cueva cloaca -dijo de inmediato- es una cueva que se inunda durante las noches, a un lado deshabitado de la isla, está alejada de todo pero cerca a las arcas, es una zona que no tiene vigilancia si no hasta que llegas a las arcas, por el olor nadie visita esa zona, si llegamos durante el amanecer podemos esperar a que la marea baje para entrar a la cueva y esta nave pueda pasar con el mástil y ocultarse dentro, luego tendríamos que esperar unos días hasta que sea la noche de la fiesta por la luna nueva.
Así los detalles del plan iban acomodándose, pero el príncipe tenía la duda de cómo todo esto iba funcionar, empezó a tener dudas sobre Sabas pues todo indicaba que iban a dar un golpe y no parecía mucho un rescate. Cuál es el plan Sabas?-Preguntó el príncipe- no veo un rescate ni nada, solo entiendo que haces un plan para robar mi reino, que mas tienes?. Príncipe, primero debemos planear el llegar a la isla -Respondió Sabas- y asegurarnos de manera perfecta que el Capitán confíe en el plan, quédese tranquilo por el resto, usted enviará un mensaje con los detalles a su guardia real para que ellos estén preparados para una emboscada. Y como se supone que eso pasará?-Preguntó el príncipe-, Cómo puedo enviar desde mi claustro un mensaje?… Sabas miró fijamente al príncipe y le dijo, Creo que necesitaremos un voluntario para eso, yo no puedo proponer a alguien que no quiera esa misión, pero si usted está dispuesto a ofrecer una recompensa como de frutas, frutos secos y su agradecimiento creo que alguien podría hacer esas labores tan peligrosas El príncipe quedó confundido por un momento Lo que me pida se lo daría -Dijo de inmediato- Pero quién nos prestará ese servicio en la nave?… De inmediato Filos empezó a hacer chillidos como ofreciéndose para la misión, Sabas acercó la jaula y esta vez hablo en voz alta, Sabes que es peligroso que te escabullas fuera de la nave y más si te encuentran?, si lo vas a hacer tienes que ser invisible, yo confío en ti mi gran amigo, pero necesitamos que el príncipe confíe en ti también, puedes demostrarle tus habilidades?. En ese instante Sabas solo le indicó a Filos como podía salir de su jaula, siendo un animal el seguro no era un candado como el de la puerta de las celdas donde él y el príncipe estaban, Sabas le dijo al príncipe que piense en algo que deseara del barco. Una fruta dijo el príncipe, de inmediato Filos corrió saltando de un lado a otro y se perdió por unos minutos, mientras Sabas le decía al príncipe que era lo que hacía Filos y donde estaba. Cuando Filos llego trajo un racimo de pasas, dado que hacía tiempo que no tocaban costas no tenían frutas frescas.
Como es esto posible? -Preguntó el príncipe a Sabas- como es posible que ese monito blanco te haga caso a tal modo?, es un mascota muy peculiar Un amigo -Dijo Sabas luego de unos segundos- El es un amigo, mi compañero de travesías, el me acompaña por propia voluntad, yo jamás lo obligo, supongo que es difícil de entender para un príncipe que no ha tenido tiempo en la vida para nada mas que no sea prepararse para lo que está destinado, usted tiene un reino por el que preocuparse y súbditos a los que atender.
Karamella y Fengári, eran mis amigas en el reino, -Dijo el príncipe- Una vez me escapé del castillo por uno de los pasajes secretos, caminé por horas durante la noche y perdí la orientación para volver, mi padre me enseñó desde muy joven la orientación de las estrellas según las épocas del año, cuando me fui pensé que podía volver fácilmente siguiendo sus enseñanzas pero no conté con una tormenta que nos azoto y que nublaba todo el cielo sin dejarme ver ninguna estrella, las gotas de lluvia no venían desde arriba, si no que golpeaban mi cara desde los costados y desde el frente, todos pensaban que yo estaba en mi habitación durmiendo El cansancio me vencía hasta que sentí que alguien secaba mi rostro, cuando abrí los ojos vi a un animal sobre mí, era pequeño y peludo, y cuando escuche sus ladridos di cuenta que era un perro, todo mojado por la lluvia con mis últimas fuerzas me levanté y el pequeño perro se alejó ladrándome, luego volvía y se alejaba siempre ladrándome, hasta que lo seguí a una cueva ahí caí rendido habiendo escapado de la tormenta, al día siguiente sus lengüetazos me levantaron nuevamente solo para decirme que la tempestad había pasado Esa era Karamella, una perrita sin hogar en la isla que tuvo compasión conmigo, Fengári es su pequeña cachorra, pues esta perrita no solo me salvó, si no que me llevo a su refugio para que salve a sus cachorros, cuando desperté en esa pequeña cueva habían 5 cachorros, pero solo Fengári aun se movía, entonces mi amigo Sabas ten por seguro que si puedo confiar en amigos de otras especies como tú lo haces.
Sabas por la mañana volvió a pedir una audiencia con el Dios De Los Mares, el marino que lo vigilaba se lo negó y lo golpeo en la cara, Sabas cayó adolorido y reacciono pensando luego del golpe, Cual es tu nombre marino? -Dijo el adolorido Sabas- Solo quiero saber quien le impide al Dios De Los Mares llenar su nave de oro… Rápidamente lo levantaron y llevaron frente al capitán, nuevamente el capitán pidió que los dejen solos, pero esta vez pidió que le corten las amarras a Sabas.
Dios De Los Mares vengo a escuchar si aceptas o no mi propuesta. Mi compañero de Celda me ha revelado que hay una fiesta en toda la isla, pero tenemos que actuar antes, cierran las entradas al puerto 3 días antes, Es la fiesta de la ultima luna nueva del año, si tomamos curso hacia la isla podemos llegar y escondernos en una cueva cloaca que tienen, tendríamos que estar ahí al menos 3 días antes de la celebración, nuestra ventaja es que el pueblo estaría tan vigilado en las afueras por todos lados que no nos notarían al escondernos dentro de la isla, la nave solo tendría que esperar el amanecer para entrar en la cueva cloaca, permaneceríamos ahí 3 días hasta que podamos atacar, pues su línea de vigilancia estaría enfocada en el mar abierto, pero como llegamos antes actuaríamos a sus espaldas, una vez ahí esperaríamos la media noche del día de celebración, donde el arca está segura solo porque hay un bloqueo en el mar, ese bloqueo estaría protegiéndonos de cualquier problema, tenemos que ir ya, pues la fiesta es en unas semanas.
Pensaste en todo Sabas -Dijo el Capitán- pero como saldremos de ahí con todo el oro? Es imposible si tienen a toda la isla cercada, ya está cercada por el hecho de que nadie puede entrar, pero no pensaste en que tampoco podríamos salir.. Señor tenemos una barca señuelo que es la mía,-Dijo Sabas- La viene remolcando hace mucho, cuando llegue el momento la suelta en altamar, sus mejores hombres que la comanden luego del golpe, ellos tienen que salir de la cueva cloaca y hacer que los navíos los persigan, así su barco tendrá oportunidad de escapar. Disfrazados y confusos si los capturan los dejarán, pues saben que tienen que ir a buscar algo más grande, un barco y no una barca, la nave Del Dios De Los Mares no estará en peligro alguno, solo debemos esperar para salir y poder escapar.
Como esperas que entremos en las arcas? -Preguntó el Capitán- Tenemos el escudo del príncipe muerto pero no las espadas que dices que abren una segunda cerradura Las espadas deberían estar con los guardias de las arcas, con toda la isla segura la vigilancia debe ser mínima, pero hay algo mas que debe saber No podemos matar a los guardias que las custodian, ellos deben ser un señuelo, debemos dormirlos y así cuando encuentren las arcas vacías lo primero que harán será interrogarlos, darnos tiempo para que piensen que ya estamos lejos me comprende?. El Dios De Los Mares no tiene compasión por nadie -Respondió furioso el capitán- Pero me gusta lo que has planeado, una vez abiertas las arcas enviaré a todos los hombres al saqueo para que puedan sacar hasta la última moneda de oro y si todo sale bien ganarás tu libertas y tu barca si es que la liberan con tu peso en oro, por la mañana tomaremos rumbo a Zante, prepara todo para ejecutar el plan, solo nos quedan unas semanas.
Y así tomaron rumbo a Zante y los días pasaban mientras Sabas daba indicaciones a los hombres y les explicaba todo acerca del plan, pidió unos pergaminos y carbón para explicarles los detalles y guardo un pedazo de pergamino para llevárselo al príncipe Abel y este pueda escribir la nota que Filos debía llevar al llegar a la cueva. 4 días antes de la celebración de la fiesta de la ultima luna nueva del año llegaron por la parte de atrás de la isla y la nave se posicionó en la entrada de la cueva tal cual lo había predicho Sabas, esperaron que durante la mañana la marea baje un poco hasta que entro el barco completo en la gran cueva, el mástil golpeó un poco el techo de la entrada y una vez dentro el olor era repugnante teniendo que soportarlo por algunos días.
Filos se escabullo durante la primera noche Sabas le había mostrado un dibujo de un escudo real, este escudo debía estar en la pechera de uno de los guardias reales, demoró casi toda la noche en volver, cuando lo hizo ya no tenía la nota y solo quedo esperar a ver que todo funcionara como esperaban.
Faltando 3 días para última luna nueva pudieron ver por la entrada de la cueva como se desplegaron varios barcos por toda la isla y como empezaban a tomar las precauciones para protegerla durante las celebraciones, afinaban y repasaban cada día los detalles hasta que sin más llego el momento, los barcos estaban lejos de la costa formando un perímetro y a la media noche se podía escuchar todo el ruido de la celebración desde un solo lado de la isla, por un momento el príncipe Abel y Sabas dudaron de que el plan funcione hasta que el capitán ordenó que todos salgan de la nave y se escabulleran por los túneles que conectaban a la cueva con la isla, así lo hicieron y se acercaron cautelosamente ocultándose tras las rocas hasta llegar a las arcas, habían 4 guardias solamente, 2 de ellos se distinguían por los escudos en el pecho y eran quienes tenían las espadas para el segundo cerrojo de las arcas, bajaron con cautela y rápidamente estrangularon hasta desmayar a los guardias y los amarraron y dejaron a un lado, con la pechera en mano el capitán se acercó hacia la primera puerta de las arcas, la colocó sobre la misma figura del escudo en la entrada y la giro, tras unos segundos se escucharon unos fuertes sonidos de los cerrojos cediendo y la primera puerta se abrió, tomaron las espadas de los guardias caídos e insertaron cada una en una ranura ubicada a los lados de la segunda puerta, al girarlas la segunda puerta empezó a abrirse muy lentamente, con gran expectativa todos los malhechores miraban dentro de las arcas solo para darse con la sorpresa de que estaba vacía.
Es una trampa! -Gritó el capitán enfurecido- vuelvan a la nave! Al voltear habían sido rodeados por 4 escuadrones de soldados reales todos fuertemente armados, redujeron sin violencia a los malhechores quienes soltaron sus espadas y no quisieron dar pelea al verse reducidos en número, fueron obligados a entrar a las vacías arcas sin sus armas y antes de cerrar las puertas se acerco el recién liberado Príncipe Abel quien miró fijamente al capitán y le dijo: Serás el nuevo tesoro de mi reino, ahora las arcas de Zante albergan a un Dios y sus maleantes, llego el momento de pagar todo lo que hiciste o "Gran Dios De Los Mares" Éste, tras un momento de rabia solo atinó a gritar: "Estas muerto Sabas! Traidor!".
Gritos de victoria se escucharon por parte de los escuadrones reales, rápidamente llevaron al príncipe hacia el castillo, este lo primero que hizo fue preguntar por su padre a lo que los guardias solo atinaron a guardar silencio, uno de ellos le dijo al príncipe que ya no estaba con nosotros hacía un par de meses El príncipe quedo en silencio por unos instantes Sentí que había pasado -dijo en voz baja- honraré su memoria devolviéndole a este reino su grandeza… Por favor atiendan bien a mi amigo Sabas, fue él y su amigo Filos quienes me trajeron a casa, denles todo lo que desee y llévenme con Valia.
Sabas y Filos fueron escoltados también hacía las habitaciones del palacio, se bañaron y los vistieron, comieron hasta saciar completamente su apetito y descansaron, en las afueras del palacio la celebración del pueblo seguía en todo su apogeo, pues ignoraban la llegada del príncipe.
A la mañana siguiente Sabas y Filos se levantaron y el desayuno estaba servido para ellos, los héroes de Zante, los que habían traído de vuelta al hijo perdido de Zante debían tener los honores más altos pero después del desayuno Filos seguro lo veremos mas tarde -Dijo Sabas mientras mordía las frutas y los majares que les habían llevado- , debe estar con su amada Valia, déjalos disfrutar un momento más, ya lo veremos por la tarde.
Más tarde se acercó un guardia real a las habitaciones de Sabas y Filos y les pidió que lo acompañen a ver al príncipe Abel, estos se arreglaron rápidamente y salieron a la parte principal del palacio, resplandeciente con arte y mosaicos dignos de un gran reino, Sabas caminaba mirando fascinado mientras que Filos solo pensaba en "Dibujitos! Dibujitos, lindos dibujitos" Es arte Filos -Decía en voz alta Sabas- y del más fino, llegaron a un corredor con una gran puerta dorada al fondo, al abrirse estaba ya mas recuperado, limpio y muy bien arreglado el príncipe Abel.
Sabas rápidamente le hizo una reverencia y el príncipe solo quedo parado frente a él, Me mentiste Sabas -Dijo el príncipe- No te envió Valia Sabas quedo mudo por un momento y le dijo: Es complicado príncipe Abel, pero solo con eso podía ganarme su confianza, la verdad es que mis órdenes vinieron a mí en sueños por alguien más, era la única forma de poder hacer que usted trabaje conmigo en su rescate y en la captura de esos malhechores.
Y ahora que es lo que deseas a cambio? -Preguntó el príncipe- Riquezas? O Qué?. Los deseos de la persona a quien sirvo son que usted reine como su padre lo hizo -Respondió Sabas- solo eso ni siquiera su agradecimiento es necesario príncipe Abel, mis actos han sido desinteresados de recompensa alguna, solo quisimos corregir un malvado acto en contra de su pueblo y suya, que vuelva a su reino y con su amada Valia, nada más príncipe.
En ese momento interrumpió en la habitación un guardia y le anunció al príncipe que ya habían llegado, unas risas y voz lejana gritaban: Corran! Dónde está? Vayan, entre jadeos, ladridos y aullidos llegaban corriendo dos pequeñas perritas hacía los brazos del príncipe quien rápidamente cayó de rodillas a recibirlas, eran Karamella y Fengári recibiendo a su amigo perdido con llantos y lengüetazos a montones, el príncipe Abel las acariciaba, abrazaba y besaba como un padre a un hijo que ve luego de mucho tiempo, Filos saltó rápidamente del hombro de Sabas y se acercó a Karamella y Fengári se miraron extrañados por un instante mientras las narices de Karamella y Fengári se movían como tratando de reconocer por su olor al pequeño Filos y en un instante empezaron los tres a jugar como si fueran amigos de toda la vida.
El príncipe se levantó y quedó mirando parado frente a la puerta donde aparecía una bella mujer que venía sonriendo con nostalgia y felicidad, paso rápidamente al lado de Sabas para abrazar al príncipe, este reía con ella mientras se miraban a los ojos y se decían lo mucho que se habían extrañado, cuando el príncipe Abel cayó en cuenta de que Sabas estaba ahí parado la soltó y le dijo: Él fue quien me rescató, la princesa volteó y miro a Sabas, este quedo completamente mudo por un instante Sus ojos ligeramente rasgados parecían albergar dos lagunas iluminadas por la Luna, su piel acanelada y su hermoso cabello castaño claro hicieron que Sabas se quede sin habla por un momento El príncipe rápidamente capto la escena y vio como ella también quedo cautivada con Sabas El príncipe hizo un pequeño sonido con la garganta para romper el encanto momentáneo que estaba presenciando y dijo: Sabas, ella es Valia, La Princesa De La Luna Nueva.
El día de ayer fue su celebración de cumpleaños, donde todo el pueblo celebra su llegada a este mundo y es la última gran celebración del año en mi reino, ella lo ha cuidado todo este tiempo en mi ausencia… Ninguno sabía que decir, sus bocas entreabiertas trataban de emitir sonido alguno cuando la princesa Valia le dijo, Señor Sabas, gracias por traer a mi hermano de vuelta.. Sabas solo atino a decir: No tiene que agradecerme princesa Valia Trataban de decirse algo mas pero nada salía de sus bocas, solo sonidos de palabras no nacientes y errados, que querían hacer que nazcan palabras pero sin éxito alguno Sabas porque no le cuentas nuestra aventura a mi hermana -Dijo el príncipe- , mientras iré a ver que el banquete esté listo para nosotros y así el príncipe los dejo solos, Sabas empezó a contarle todo lo que habían vivido juntos y durante el banquete el príncipe pidió que Sabas se sentará al lado de la princesa y estos no dejaron de hablar durante toda la noche.
Ya cuando el festín terminó la princesa Valia y Sabas estaban en los balcones del palacio admirando las estrellas y conversando más acerca de sus vidas, conforme la noche iba terminando Sabas se torno mas ansioso y preocupado, pues temía que al dormir alguna misión lo lleve a un lugar lejos de La Princesa De La Luna Nueva.
Autor:
Mirko Góngora Rakigjija