Análisis de cada lexía
Lexía 1: El insomnio
El título es en primer lugar un anuncio, una presentación de lo que sigue. Tiene por tanto función enunciadora y deíctica. Con el título el autor nos presenta un posible tema a desarrollar en su cuento. El lector desconoce el motivo de este título, a que se debe la elección del autor, por lo que podemos decir que nos coloca ante una interrogante, crea un enigma, hay presencia del código enigmático.
Lexía 2: El hombre se acuesta temprano.
En esta primera oración del texto hay presencia del código narrativo. Es una primera frase que coloca al lector de inmediato en la trama, en el argumento del relato, pero que a la vez busca su atención, mover su curiosidad. Continúa la presencia del código enigmático, pues el título nos presentaba al insomnio, y aquí acude una nueva interrogante porque tenemos un personaje que se acuesta temprano.
El adverbio temprano es un llamado de atención al lector, está ahí como una marca en el cuerpo narrativo del relato. Le otorga una gran carga significativa a la frase, la convierte en un dato importante que el lector no puede dejar de tener en cuenta. Este adverbio temporal puede ser considerado también como una marca cronológica, una referencia a un tiempo que aunque el autor no lo define lleva al lector a pensar en las primeras horas de la noche.
Muestra además una contradicción entre el acostarse temprano y padecer de insomnio. Crea el enigma de cuales serán las razones por las que este hombre tiene insomnio. Se nos deja entrever cual es el conflicto del cuento.
Lexía 3: No puede conciliar el sueño
Esta lexía completa la significación de la anterior. Con esta frase el lector sabe por donde se moverá la historia, ya tenemos planteado el conflicto de nuestro cuento. Comienza a verse el sufrimiento de este personaje, su desvelo. Empieza a descubrirse la primera interrogante del enigma. Sin embargo aparece una nueva pregunta encaminada a la resolución de este conflicto, es el qué hará el personaje, como se resolverá este conflicto. Es evidente la presencia nuevamente del código enigmático, del suspenso. Crece la expectativa del lector.
Lexías 4 – 8
Da vueltas, como es lógico, en la cama. Se enreda entre las sábanas. Enciende un cigarro. Lee un poco. Vuelve a apagar la luz.
En estas frases el narrador enumera una serie de acciones que el personaje realiza a fin de dormirse. Continúa la presencia del código narrativo, pues las acciones están narradas una a continuación de la otra sin dilaciones. El autor se concentra en la narración, no se detiene en datos innecesarios. Emplea un estilo cortado, con oraciones breves que se mantienen en todo el minicuento pero que aquí acentúan la desesperación de este hombre ante la imposibilidad de dormirse. A medida que transcurren estas acciones la inquietud del personaje se hace más evidente por la rapidez de las frases, por el ritmo acelerado que cobran.
En la cuarta lexía Virgilio se permite incluso una frase aclarativa pero ya en la siete el ritmo se ha hecho mucho más intenso, o sea el relato gana en intensidad y a la vez genera una mayor tensión en el lector.
Lexía 9: Pero no puede dormir.
Esta frase es una conclusión a esta primera parte. Es la fatalidad de este hombre que no logra dormirse. Viene a ser una reiteración de la idea de la tercera lexía, pero ahora planteado de un modo más agudo pues la desesperación del hombre aumentó evidentemente. Es la imposibilidad de lograr dormirse lo que se nos está reiterando con el objetivo de enfatizar aún más la idea del insomnio, de hacerla más inquietante. Continúa el sufrimiento de este personaje, su desvelo.
Tiene importancia la conjunción adversativa pero pues después de acciones que debieron provocar el sueño del hombre está una reacción contraria, adversa, el insomnio. Esta conjunción le otorga mayor fuerza a la frase, le da un carácter más sentencioso y fatal.
Lexías 10-13
A las tres de la madrugada se levanta. Despierta al amigo de al lado y le confía que no puede dormir. Le pide un consejo. El amigo le aconseja que haga un pequeño paseo a fin de cansarse un poco. Que enseguida tome una tasa de tilo y apague la luz.
Este fragmento del cuento se inicia con un elemento del código cronológico: a las tres de la madrugada, que nos indica que indudablemente ha transcurrido un tiempo considerable desde que se inició el relato, pues al comienzo el narrador nos hacía énfasis en que el hombre se iba a dormir temprano.
Continúa la presencia del código narrativo. Nuevamente una serie de acciones de este hombre para quedarse dormido, pero estas evidencian una mayor desesperación. El hombre ya no sabe que hacer, comienza a buscar ayuda fuera de si mismo. Consulta otras posibilidades como las que le ofrece el amigo.
Lexía 14: Hace todo esto pero no logra dormir.
Con esta sentencia Virgilio nos reitera la fatalidad de su personaje, su sufrimiento que parece in terminable. El lector que sigue ante la expectativa se da cuenta que las posibilidades se hacen más escasas.
Lexía 15-17
Se vuelve a levantar. Esta vez acude al médico. Como siempre sucede, el médico habla mucho pero el hombre no se duerme.
El personaje sigue buscando nuevas alternativas. Ya probó a seguir los consejos de alguien cercano un amigo. Lo prudente es que busque ayuda de un especialista y lo hace, pero a medida que transcurre el tiempo este hombre se cansa aun más, se desespera.
La última oración de este fragmento (lexía 17) evidencia esta mezcla de agotamiento y desesperación que experimenta este hombre, pues tal parece que no es el narrador en tercera persona quien nos narra en esta oración, sino es la voz del hombre quien nos está diciendo que es demasiado, que son muchas las consejos pero el no puede más.
Lexía 18:
A las seis de la mañana carga un revolver y se levanta la capa de los sesos.
En esta lexía se aprecia de nuevo la presencia del código cronológico.
Lo fundamental aquí es como el estado de desesperación en que se encuentra el personaje llega a su punto más elevado. Con esta frase Virgilio nos dice que las ganas de este hombre de quedarse dormido, es mayor incluso que el deseo de vivir. Su sufrimiento por el desvelo, por la imposibilidad de conciliar el sueño lo lleva a no razonar otra alternativa. Es una situación que se le vuelve irresistible a este personaje.
El suicidio está narrado con crudeza, de forma escueta y directa que provoca en lector un impacto, lo paraliza. Puede llevarlo a creer por breve tiempo que el conflicto ha quedado solucionado.
Lexía 19: El hombre está muerto pero no ha podido quedarse dormido.
Esta oración es el golpe del mini cuento, su verdadera fuerza expresiva. Es una frase que sorprende al lector. La historia indudablemente, da un giro. Es un final inesperado pues el relato parecía hasta el momento realista, y esta frase ha propiciado una muda en el nivel de realidad del cuento, pues ni siquiera muerto este hombre pudo quedarse dormido.
Es un cuento fantástico pero que adquiere además un matiz simbólico, teniendo en cuenta también la impersonalidad con que está narrado, la no precisión por parte del narrador de ningún dato físico o psicológico de ninguno de sus personajes a no ser el desvelo de este hombre que lleva a pensar en un carácter obsesivo.
El conflicto del cuento que parecía resuelto en la lexía anterior, ahora queda sin solución. El hombre no consiguió quedarse
Lexía 20: El insomnio es una cosa muy persistente.
Esta última lexía es prácticamente la tesis del mini cuento. Es el insomnio que ni siquiera acabó con la muerte. Es una idea que está de forma implícita en la culminación de la historia con la idea anterior pero que Virgilio decide reiterar como un juicio final, una sentencia que cierra el mini cuento. Esta frase le imprime cierta ironía al relato, pues nos dice que el insomnio es algo fatal en un tono irónico, que refuerza la situación límite que se nos acaba de contar.
Conclusiones
El insomnio es un mini cuento y como tal tiene las características propias de esta variante narrativa. Desarrolla de forma concisa el tema plantado del insomnio, el desvelo del personaje protagónico. El estilo indirecto y cortado utilizado por el autor también obedece a ello, y permite condensar en poco espacio toda la atmósfera narrativa en que este se desenvuelve, los intentos de este personaje por conciliar el sueño, su desesperación y sufrimiento que aumenta mientras transcurre el tiempo.
El cuento está libre de adjetivaciones o el uso de algún recurso literario que pueda entorpecer el objetivo de enfocarnos el tema de la manera más sencilla y concisa. El giro final que tiene el cuento, de una situación completamente a realista a un final sorprendente y casi fantástico impacta al lector y logra el fin de toda historia breve, desconcertarnos, sorprendernos, perdurar por ese momento que nos deslumbra.
Autor:
Arian Laverdeza Reyes
Letras 2do Año.
Curso: 2006-2007.
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