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Pío Baroja


Partes: 1, 2

    1. Taedium Vitae
    2. La novela
    3. Realismo
    4. Arte y ciencia
    5. El estilo
    6. Norte y sur
    7. Evadirse, entretenerse…
    8. Bibliografía

    En esta monografía me ocupo de las ideas que Pio Baroja, escritor español de la generación del 98, manifiesta acerca de la novela, las cuales constituyen una original estética que tuvo influencia en autores de renombre.

    El 28 de diciembre de 1872 nacía en el País Vasco don Pío Baroja y Nessi, considerado por la crítica –junto con Unamuno y Machado- uno de "los tres grandes" de la Generación de 1898. Romero Tobar sostiene que "queda fuera de debate la identificación de Baroja con la atmósfera intelectual y artística vigente en España durante el cruce de los dos siglos" y da las razones en las que sustenta esta aseveración: "Dejando ahora de lado las relaciones de amistades y enemistades literarias y los datos conocidos de sus contactos con la bohemia de Madrid, la obra del primer Baroja sirve los síntomas indiscutibles del clima intelectual de entresiglos: conocimiento de las reflexiones regeneracionistas sobre los males de la patria (…) fuerte impronta de las filosofías individualistas del postidealismo alemán (…), interés por las ciencias de la naturaleza, acercamiento a los movimientos anarquistas, gravitación de la España negra en los viajes por los campos y los poblachones del interior de ambas Mesetas, adopción de formas artísticas de la literatura simbolista (cultivo del poema en prosa, veladuras en la matización emocional, conmovedor claroscuro de relatos y estampas con fuerte contenido de denuncia social)".

    Mary Lee Bretz afirma que "se ha hablado mucho del antihistoricismo de Baroja e incluso se ha visto este antihistoricismo como un rasgo característico de la generación del 98". Al respecto, recordamos lo que escribió Eugenio Matus: "Baroja piensa que la novela debe basarse en los sucesos actuales, o por lo menos en sucesos que estén todavía cercanos al autor. Como escritor realista, no ve la posibilidad de captar la realidad de hace quinientos años".

    Su obra, de una riqueza y variedad inconfundibles, ha abierto caminos a quienes la admiraron; escritores de la talla de Camilo José Cela y Ernest Hemingway, entre otros, se reconocen deudores del gran novelista español.

    Taedium vitae

    Tanto sus contemporáneos como los críticos actuales analizaron la estética barojiana. Resulta sorprendente comprobar que un novelista distinguido con el lauro académico tenga convicciones tan poco ortodoxas en lo que a arte se refiere. El advenimiento de Baroja a la literatura ha sido fruto de una determinada situación; el mismo autor manifestó haberse volcado a la creación porque la vida le había negado experiencias fascinantes: "Soy un hombre curioso y que se aburre desde la más tierna infancia. Si hubiera sido un hombre rico y hubiera podido pasar la vida alegremente, creo que no hubiera escrito".

    Eugenio Matus, crítico hispanoamericano, sostiene que la literatura es, para Baroja, "un remedio contra el mal de vivir". Su afirmación se basa en el hecho de que la creación permite al artista soñar otros mundos y protagonizar sucesos que en su propia vida le son ajenos. El arte, ocupación a la que llega por circunstancias fortuitas, tiene para Baroja connotaciones lúdicras; el novelista destaca el aspecto de la literatura como juego, por su carácter desinteresado.

    La novela

    En la década del 20, Pío Baroja y José Ortega y Gasset sostuvieron una encendida polémica acerca de las características y destino de la novela. Fruto de estos debates fueron el volumen Ideas sobre la novela (1925), de Ortega, y numerosos trabajos sobre el tema publicados por el cuentista vasco. La teoría de la novela de Baroja se encuentra diseminada a lo largo de numerosos prólogos –entre los que recordamos los de Páginas escogidas y La nave de los locos-, en algunos de los Pequeños ensayos, y en el discurso de ingreso a la Real Academia Española. En ellos, Baroja expone su concepción artística de un género que –a criterio de Ortega y Gasset- estaba destinado a desaparecer.

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