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La Transcronía – Intervalo universal del tiempo

Enviado por Elvis Sibilia


Partes: 1, 2

    1. El tiempo
    2. Redefinición de los elementos fundamentales del universo (EFU)
    3. Cuatro preguntas sobre el tiempo
    4. La memoria secuencial: el sentido humano del tiempo
    5. Los símbolos de los EFU
    6. La Transcronía
    7. La Transcronía y la Biblia
    8. Consideraciones generales sobre el tiempo
    9. Análisis geométrico de la transcronía
    10. La transcronía: ¿Teoría del todo?
    11. Bibliografía

    1- EL TIEMPO

    1.1- Concepto general

    Resulta difícil definir adecuadamente este concepto debido a las siguientes razones: su complejidad y las variadas interpretaciones de que ha sido objeto. Pero nosotros nos hemos inclinado por la que lo define como la cantidad de duración de los fenómenos.

    En la existencia debemos diferenciar entre dos aspectos: el tiempo y el devenir, que es la dimensión de la existencia; y consiste un una sucesión continua de momentos. El devenir se presenta a los sentidos como un intervalo o distancia que separa dos momentos.

    1.2- Intervalos de tiempo

    De la misma manera que el tamaño y la distancia son intervalos del espacio; la duración, el momento y la simultaneidad son intervalos del tiempo. La duración constituye el periodo de existencia de algo. El momento es el instante o época en que ocurre o existe algo. La simultaneidad se define como el conjunto de hechos que ocurren al mismo tiempo.

    Veamos las graficas correspondientes a estas definiciones:

    1.1c-

    En la figura 1.1a el tiempo transcurre de a á b. Un ejemplo de este intervalo es cuando decimos que tal actividad duro dos horas. En la figura 1.1b notamos que para especificar un determinado momento debemos usar un punto de referencia. Cuando vemos la hora o miramos al calendario estamos empleando este intervalo.

    En el caso de las horas, digamos 10:23 am, el punto de referencia es la medianoche. En cuanto a la fecha (mes y día) el punto de referencia es el primer día del año (1 de Enero). En nuestro calendario los años se comienzan a contar desde el nacimiento de Jesús de Nazareth.

    En la figura 1.1c notamos que la simultaneidad adopta una posición vertical con respecto a la duración y al momento. Los hechos f, g y h pueden estar ocurriendo en nuestra mente, en nuestro cuerpo o en el entorno. Así como en la simultaneidad el intervalo es nulo, en la eternidad ocurre lo contrario; el intervalo es infinito.

    Para formarnos una idea de la magnitud de la eternidad hagamos el siguiente ejercicio: imaginemos que un momento muy corto (mmc) de la eternidad sea equivalente a mil años. En ese orden, 20 mmc serian iguales a 20 mil años; 20 Mega mmc serian 20 mil millones de años, pero podríamos pensar que esta última cifra sea un mmc en la eternidad.

    Los astrónomos que sustentan la teoría evolutiva del universo han deducido que este se inicio, al me-nos, hace 15 mil millones de años.

    Retornado a la simultaneidad, esta no se mantiene invariable, sino que en el transcurso del tiempo los elementos que la constituyen (recuerde la definición) pueden aumentar o disminuir, e incluso no ser los mismos.

    1.1e-

    Esta variación en la simultaneidad la hemos denominado Crono, la cual nos puede indicar el devenir del tiempo. Tal vez este sea el elemento real por el que nosotros podemos determinar cuando algo pertenece al pasado, esté ocurriendo en el presente o todavía no ha ocurrido (futuro).

    2- REDEFINICIÓN DE LOS EFU

    Para desarrollar este tema partamos de la siguiente relación:

    ELEMENTO

    MAGNITUD

    CANTIDAD

    Espacio

    Longitud

    Extensión

    Existencia

    Tiempo

    Duración

    Corporeidad

    Masa

    Materia

    Hasta ahora hemos equiparado el espacio, el tiempo y la materia; pero la tabla anterior nos presenta una relación diferente:

    a) Son elementos: el espacio, la existencia y la corporeidad.

    b) Son magnitudes: la longitud, el tiempo y la masa.

    c) La extensión, la duración y la materia son las cantidades que contienen cada una de las magnitudes.

    Cuando medimos la longitud, el tiempo o la masa, estamos comparando dos porciones de espacio (extensión), de existencia (duración) o corporeidad (materia) respectivamente.

    La existencia es el estado de ser o existir. La corporeidad es la calidad de poseer cuerpo. El espacio es el lugar y posición que ocupa un cuerpo. Estos tres elementos son interdependientes; en la realidad siempre van unidos.

    Cuando nosotros indagamos el tiempo, estamos determinando la duración de existencia de algo. Así mismo, al medir la longitud queremos saber la extensión del espacio ocupado por un cuerpo. Y cuando medimos la masa estamos averiguando la materia contenida en un cuerpo (corporeidad).

    En el caso particular del tiempo, este pasa a un segundo nivel, abandonando la posición de elemento fundamental, siendo sustituido por la existencia. Y es que para

    hablar de tiempo debemos hacerlo sobre la base de algo dotado de existencia. De esta manera el concepto de tiempo deja de ser un concepto escurridizo, volátil y enigmático.

    La razón por la que el concepto de materia cambia de posición es que al definir la masa como cantidad de materia, lógicamente no es correcto colocar a la materia como cantidad y como elemento fundamental. Recordemos que tanto el átomo como el núcleo ya han sido divididos en otras partículas aun más pequeñas. El concepto de materia ha ido evolucionando en la medida que nos adentramos en su composición. Por esto, aunque los objetos contengan materia, debemos enfatizar más el hecho de que poseen una corporeidad.

    La relación entre espacio, longitud y extensión permanece igual, y ha sido tomada como base para las analogías con el tiempo y la materia.

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