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La computadora, eje del intercambio cultural

Enviado por Antonio Manfredi

Partes: 1, 2

    1. Distribución del trabajo
    2. Prohibido copiar
    3. Un ordenador por alumno
    4. ¿Y la evaluación?
    5. Una experiencia chilena

    Aprendizaje digital en los estudiantes de Comunicación

    Nota de Redacción: La portada de Chasqui 92, cuyo tema principal fue la formación de los periodistas del siglo XXI, insertó, a todo color, la fotografía de un maestro en plena faena de dictar clase a sus alumnos, munidos éstos de sendas computadoras, otro al frente operando dos ordenadores, uno de ellos laptop. La fotografía, obtenida en Internet, buscaba ilustrar en lo que se ha tornado el magisterio. El pizarrón y demás artilugios son ahora piezas de museo. El profesor dicta su cátedra a alumnos para quienes ya no existen cuadernos o libretas de apuntes. Todo está informatizado y un ayudante de cátedra monitorea a cada uno de los estudiantes, para controlar que sigan efectivamente al maestro y no se dediquen a otros menesteres, como chatear, contestar correos electrónicos, jugar o, simplemente, navegar en la web. Ese es el mecanismo moderno de hacerlo, aunque existe otro, menos sofisticado, que es  ubicar grandes espejos en todas las paredes para controlar lo que se hace en los monitores.

    El profesor Antonio Manfredi escribió a Chasqui inquiriendo la razón por la que habíamos utilizado la fotografía en la que él aparecía ejerciendo su cátedra en España. Le respondimos que llegamos a la conclusión que era la demostración gráfica más acabada del empleo del recurso informático en la didáctica, y le propusimos que contase en Chasqui su experiencia. El artículo que sigue fue la respuesta del docente.

    • La adaptación de los alumnos a la computadora
    • El sistema de interacción profesor-alumno
    • El control del trabajo del alumno
    • La división en pequeñas tareas del trabajo en grupo
    • La inmediatez de los resultados

    Objetivamente, la posibilidad de incluir las nuevas tecnologías en nuestro sistema de enseñanza es un reto que todos, gerentes, profesores y alumnos, estamos deseando asumir, bajo el convencimiento de que todos mejoraremos, a partir del hecho incuestionable de que los alumnos que hoy acuden a nuestras universidades tengan una preparación tecnológica intrínseca envidiable. La mayor parte de ellos dispone de computadora personal y conexión a Internet en su domicilio y, además, controlan perfectamente videoconsolas y teléfonos celulares. Además, la mayor parte de los centros de enseñanza disponen ya de infraestructuras para servir a estas necesidades.

    Otra cuestión bien distinta es la preparación del profesorado para asumir este reto, en su mayor parte ausente de los programas de mejora y siempre basada en la auto preparación y la adaptación de su asignatura.

    En nuestro caso, la enseñanza del nuevo Periodismo Digital a alumnos de Comunicación requiere poca explicación para justificarse, puesto que la fuente utiliza la misma tecnología y los futuros periodistas ven en esta nueva área emergente unas posibilidades infinitas de desarrollo profesional. Todo, aparentemente, está a nuestro favor, pero lo cierto es que hemos tenido que desarrollar todo el temario a partir de nuestra propia consideración, objetivando la práctica de otras universidades y, sobre todo, viendo cómo resolvían estas cuestiones prestigiosas instituciones, que tienen como objetivo la enseñanza a distancia vía Internet, como es el caso del Instituto Universitario de Postgrado (IUP)  cuyo master en Periodismo y Comunicación Digital dirige el profesor Francisco Olivares, doctor en Periodismo y compañero en nuestro Grupo de Investigación, que puso a nuestra disposición la suficiente información para asumir el compromiso con nuestros alumnos.

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