- ¿Qué sucedió?
- Nuestra ponencia
- El concepto del duelo "Trauerarbeit"
- El duelo…
- La rabia narcisista
- La tanatología
- El instinto de la muerte desde el pasado remoto
- La vida y la muerte: Eros y Tánatos
- La "muerte" del instinto de la muerte
- Concluyendo
- En resumen
- Bibliografía
El duelo y la melancolía: El psicoanálisis desambiguado y el truncado genio literario de W. G. Sebald examinado
Sussie
Sussie es una novelista aficionada y desconocida, que ha recibido acogida poco entusiasta por quienes hayan leído sus ensayos publicados. Los últimos, son tan mediocres, que únicamente aparecen en revistas de modesta circulación, por los que ella contribuye remuneración secreta, para asegurar que se impriman. No obstante, ella se jacta de ser autora de obras literarias de importancia.
Así lo haría María Martínez de Trujillo, en la República Dominicana, y Elena Ceausescu en Rumania — nada nuevo, bajo la luz del sol….
Imbuida con una necesidad muy engranada de ser, por todos reconocida y aceptada, Sussie, apoyada por los peores instintos para lograr la meta de ser admitida en la sociedad donde ella y su marido se desenvuelven, logró, con su actitud llamativa y alardeos extravagantes, despertar el rechazo universal por parte de todos quienes la conocieran — mofarse de Sussie, constituyó el pasatiempo favorito que todos en la Villa, en que viviera, disfrutaban.
Fases del duelo…
Pero, Sussie — como algunos hubiesen hecho en una situación parecida — no desistió en sus deseos de avanzar en un ámbito social que le mostraba desdén, sino que se empecinó, con empuje muy decidido, a lograr sus metas extravagantes, de ser la persona más sobresaliente en su círculo social.
Insensible acerca de sus dificultades e incapaz de compartirlas con, un impasible marido, Sussie optaría por persistir haciendo alardes desmesurados acerca de sus limitados talentos.
Sussie la artista
Dotada de entendimientos rudimentarios en el uso del óleo y los pinceles, nuestra amiga pintó unos cuantos lienzos basados en paisajes y en escenas del folklore autóctono de la región.
Satisfecha con sus pinturas, decidió, que sus producciones eran de buena calidad artística, resolviendo mostrarlas a algunas personas conocidas.
Carente, como sería, de discernimiento social, la desafortunada mujer, no detectó la verdad detrás de las demostraciones guardadas con que sus cuadros fueran recibidos: "muy bien ejecutado, Sussie", dijo el director del colegio donde la única hija de la "artista", estuviera enrolada. "¡Maravilloso!… [Un] ejemplo de lo que puede lograrse sin entrenamiento alguno", expresó el párroco de la iglesia local, mientras que declinara, con suave y firme gentileza, la oferta de colgar algunas de las pinturas, con motivos religiosos, en el presbiterio del templo.
Sepultura en el Medioevo…
Oh! Susanna don"t you cry for me…
Impertérrita por la recepción poco entusiasta, que los cuadros recibieran y sin amilanarse, Sussie hizo los arreglos para obtener un espacio en una galería de arte local, donde poner en exhibición sus creaciones pictóricas.
La noche del debut
La noche en que se inauguró la exposición, Sussie se gastó mucho dinero para obtener los servicios de una orquesta de cámara, planeó que se sirviera un rico bufet acompañado de cocteles, invitó a todas las personas más influyentes del área y notificó los medios de noticias y de prensa locales. Su ilusión era que todos estarían presentes.
Ridi, pagliaccio…
Vestida con un traje largo, diseñado para la ocasión por un modisto local, nuestra protagonista se aprestó a recibir sus más de doscientos invitados para la velada de su promoción como artífice de la brocha fina.
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