El problema del objeto de la lógica dialéctica materialista marxista
Enviado por Evelio A. Pérez Fardalez
No es posible señalar con exactitud el momento histórico en que empezó a emplearse la palabra "lógica". Se indica que acaso sea debido a los comentaristas de Aristóteles, llevados por el interés de oponer el Organón a la dialéctica de algunos estoicos. Lo cierto es que Cicerón emplea el término "lógica" en su tratado "De finibus" y que en los tiempos de Alejandro de Afrodisia (comienzos del III) ya era corriente su uso. Al mismo tiempo, hoy día la lógica tiene muchas vertientes. Las dos fundamentales son: la lógica formal y la dialéctica, que para muchos se encuentran en oposición.
El punto de vista de muchos lógicos dialécticos (no de todos) es que la lógica formal es una etapa inferior en el desarrollo de la lógica en general y de que la lógica dialéctica es un peldaño superior en el desarrollo de la aquella lógica (la general). Esta concepción tiene sus antecedentes en las concepciones de I. Kant. Según éste, la lógica formal trata de los juicios analíticos; mientras que la lógica transcendental –de la que se deriva en parte la dialéctica-, de los sintéticos. Kant afirma que "la (lógica) formal hace abstracción de todo contenido del saber del entendimiento y de toda diferencia en sus objetos, y se ocupa sólo de la forma pura del pensar" (1) y trató de sacar la lógica a un nuevo plano por medio del pensamiento sintético. Hegel estimó en alto grado la idea kantiana de los juicios sintéticos y vio en ella el primer paso hacia la comprensión verdadera de la naturaleza del concepto. Más, Hegel sometió a crítica a Kant porque éste contrapuso los conceptos a la variedad de la contemplación convirtiéndolos en formas sin contenido, es decir, vacíos. En efecto, después de haberse propuesto estructurar una lógica que constituyera un paso delante de la lógica formal y después de haber visto ese paso en la ligazón de las formas del pensar con el contenido de la experiencia, con los objetos, Kant afirmó que ésta de por sí carece de universalidad y necesidad y situó todo el mundo de la conciencia en el entendimiento.
Kant concedía mucho valor a las categorías como formas lógicas del pensar, pero al mismo tiempo suponía que dichas categorías no proporcionan ningún conocimiento, ninguna representación del objeto en sí, de los objetos del mundo real. Declara estas categorías entidades a priori. A Hegel se debe el intento de una nueva aportación en el desenvolvimiento de la lógica, al declarar el significado lógico dialéctico de las categorías. Las categorías son, según Hegel, principios lógicos, que juegan la función de leyes del pensamiento.
Pero Hegel mantiene con relación a la lógica formal, lógica de la razón analítica, una posición un tanto despectiva. No es que él recusara la lógica formal, sino que trata de mostrar su limitación como lógica filosófica. Hegel critica, entre otras cosas, el principio de la identidad (ley de la identidad y ley de la no contradicción) declarando esa identidad abstracta. Al respecto señala: "Este principio, en su expresión positiva: A=A, no es, en primer lugar, más que la expresión de una vacua tautología… Es la vacua identidad a la que permanecen apegados los que quieren tomarlo como tal, por lo verdadero y citarlo siempre, afirmando que la identidad no es la diferencia, sino que la identidad y la diferencia son diferentes. Ellos no ven que ya de eso modo dicen que la identidad es diferente de la diferencia. Dado que esto tiene que ser concebido al mismo tiempo como naturaleza de la identidad, no es diferente de modo extrínseco, sino que en ella misma, y en su naturaleza está el ser diferente" (2). En los trabajos consagrados a los problemas de la lógica, se encuentran con frecuencia reproches a Hegel en el sentido de que él subestimó la lógica formal, mantuvo un espíritu excesivamente crítico contra ella. Pero esta no es la esencia del problema, la esencia consiste en que Hegel pensaba que en su evolución el pensamiento pasa por distintas fases, una de las cuales es la etapa formal, la que debe de ceder el puesto a la dialéctica. De este modo, en la concepción hegeliana la lógica formal queda como un peldaño inferior en el desarrollo de la lógica; y la lógica dialéctica, como su fase superior. Este es el punto de vista de muchos lógicos (no todos) que vienen después de Hegel.
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