Los trastornos emocionales del puerperio (o del post-parto) son comunes y ameritan reconocimiento, entendimiento y atención tanto profesional como por parte del entorno de la mujer que recientemente diera a luz.
En los EE.UU. estas tres condiciones se reconocen como: "la tristeza de los bebés" (baby blues), la depresión puerperal y la psicosis puerperal.
- La tristeza de los bebés comienza durante los días siguientes al nacimiento del niño y dura aproximadamente una o dos semanas. Los síntomas comunes son accesos de llanto, inestabilidad emocional, fatiga, inquietud, tristeza, trastornos del apetito y del sueño para la madre recién parida.
No existen estadísticas indicando la frecuencia con que la tristeza de los bebés aparece; lo que sí está establecido es que, como síntomas, son ubicuos — con eso, basta.
- Aunque no existen estadísticas indicando la frecuencia de otra complicación, se estima que un 15% de las mamás durante el período que sigue al nacimiento de su bebé se deteriora de modo progresivo, culminando en la (temida) depresión puerperal.
De importancia es, que todas las mujeres presentan una proporción de admisiones a hospitales por trastornos depresivos en el período de dos años que sigue el nacimiento de un bebé — especialmente en los tres primeros meses.
Estas mamás deprimidas lloran con mucha frecuencia, se sienten ansiosas, se contrarían fácilmente, lucen agotadas y se quejan de que no pueden dormir. Síntomas de ansiedad o de angustia con frecuencia aparecen — palpitaciones, hiperventilación, temblores y estremecimientos, mareos con desmayos, y ataques de pánico.
Mujeres jóvenes e inexpertas, se preocupan de modo obsesivo acerca de la salud y el bienestar del bebé, mientras que aceptan sentir remordimiento acerca de sus imperfecciones intuidas como madre y de la falta inexplicable, de amor y cariño que sienten, por el recién nacido.
Muchas temen que podrían hacer daño a su hijo, aunque muy pocas lo harán. Por esa razón, son escasas las que mencionan esos sentimientos penosos; limitándose, solamente, a discutir sus trastornos físicos y sus molestias emocionales.
- Una de cada 1,000 madres nuevas tiene un episodio de psicosis florida, generalmente en las primeras semanas del puerperio. Usualmente, esta toma el aspecto de una depresión severa o de un estado maníaco; con síntomas que incluyen fluctuaciones, rápidas y severas de humor, desesperación o excitación, confusión, insomnio severo y tendencias suicidas. También se encuentran delusiones y alucinaciones centradas en el bebé —- la madre puede creer que el bebé ha muerto, que es un Diablo encarnado, o que es un ser eminente.
En la mayoría de los casos el bebé sufre, no porque la mamá lo ataca directamente, sino por que la madre es impasible, taciturna, sin deseos de prestarle atención e indolente a las necesidades básicas del recién nacido.
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