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Parasomnias infantiles

Enviado por Perla David


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Fisiopatología
  3. Clasificación
  4. Diagnóstico diferencial de las parasomnias
  5. Tratamiento de las Parasomnias
  6. Evolución
  7. Bibliografía

Introducción

Las parasomnias son fenómenos episódicos de movimientos o comportamientos estereotipados no epilépticos, que se producen durante el sueño. De acuerdo al DSM-IV (Diagnostic and statistical Manual of mental disorders – IV) son definidas como desórdenes caracterizados por comportamientos o eventos psicológicos anormales, los cuales ocurren en asociación con el sueño, etapas específicas del sueño o en la transición sueño vigilia. Pueden interrumpir el sueño o no, y se caracterizan por conductas motoras o vegetativas.

Las parasomnias son la tercera causa más común dentro de los trastornos del sueño en la infancia, luego de la insomnia y de los despertares nocturnos. Estos trastornos de la infancia se deben principalmente a factores tanto genéticos (movimientos rítmicos, sonambulismo y enuresis han comprobado tener patrones familiares o de herencia) como del desarrollo, a diferencia de las parasomnias en los adultos que están mayormente relacionadas con la psicopatología.

Generalmente no llevan a alteración de la calidad del sueño, son más frecuentes en pre escolares y con regresión gradual con mayor edad. Los factores precipitantes son similares para las distintas parasomnias: deprivación de sueño, fiebre, uso de hipnóticos, benzodiacepinas, stress y trastornos respiratorios del sueño.

Dentro de la prevalencia de las distintas parasomnias la más frecuente sigue siendo la somniloquia hasta un 88%, luego las pesadillas 50 a 75% (según edad), el bruxismo de 15 a 45%, y posteriormente los terrores nocturnos 39.8%, enuresis 30% (cerca de los 5 años), sonambulismo 14.5 a 16.7% y movimientos rítmicos de la cabeza 9.2 a 19% según distintos estudios.

Las parasomnias se asocian entre si en la mayoría de los casos y los pre escolares las presentan en 88%. Muchos de estos pasan desapercibidos en un comienzo para los padres, especialmente si el niño no llora o no abandona su habitación.

Se ha comprobado que existe una correlación entre las parasomnias y trastornos de la conducta como la sintomatología de Síndrome de Déficit Atencional con Hiperactividad y relación con los trastornos respiratorios del sueño (SAHOS, Resistencia de VA alta, ronquidos primarios permanentes), lo que incita tanto a padres como a médicos, a evaluar el comportamiento y la evolución de estos pacientes en el tiempo.

Fisiopatología

Las parasomnias serían resultado de una disociación entre la vigilia, el sueño NO REM (NRM) y el sueño REM, donde uno de estos estados, con sus características asociadas, predomina sobre otro.

La maduración del sueño REM y NRM se va dando con el tiempo, a medida que madura progresivamente la actividad neuronal y la corteza del recién nacido. Es así como los bebes recién nacidos, durante el sueño, presentan patrones motores estereotipados como succión espontanea y movimientos de EEII (bicicleta), lo que pueden representar una intrusión de características de la vigilia en el sueño, pero estos son limitados e intermitentes, por lo que no califican como una parasomnia patológica como tal.

El periodo entre recién nacido y 18 meses es denominado "periodo silente de las parasomnias" ya que la expresión de estas se ve limitada por la inmadurez cortical, cereberal y mielinizacion incompleta que presentan los niños a esta edad.

La generación de los movimientos relacionados con las parasomnias a nivel subcortical, estaría relacionado con la activación de redes de interneuronas, llamadas también "generadores de patrones centrales" (central pattern generators o CPGs). Estas redes reclutan neuronas motoras del asta ventral o medula, como los efectores finales de los movimientos estereotipados. Cada una de estas redes tiene distintas localizaciones, por lo tanto según la naturaleza de la CPGs que ha sido activado uno podrá observar sonambulismo, bruxismo, movimientos rítmicos del cuerpo o de la cabeza (por ejemplo los CPGs que generan masticación efectiva, relacionado con bruxismo, se ubican en el puente y medula con proyecciones a nervios de la cara V, VII y XII).

Los CPGs pueden ser activados tanto por la via glutaminergica como por la serotoninergica, así el uso de antagonistas de receptor de NMDA lleva a la supresión de la actividad de los CPGs, al igual que el uso de las bensodiazepinas.

Algunos autores proponen que alrededor de los 2 años de edad, la combinación de predisposición genética a las parasomnias, asociado a la mielinización completa y maduración del SNC, más la activación refleja de los CPGs (como sucedería con alteraciones respiratorias del sueño o con el RGE) gatillarían ciertos patrones estereotipados durante el sueño. Esta hipótesis se apoya en el hecho que la mayoría de las parasomnias se resuelven tras el inicio de agentes GABAergicos como las Benzodiazepinas que inhibirían las vías de activación de dichas redes.

Clasificación

DE TRANSICION SUEÑO-VIGILIA

Partes: 1, 2
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