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El canibalismo: ¿Necesidad, crimen o cultura? (página 2)

Enviado por Felix Larocca


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Un grupo de de 90 inmigrantes bajo el mando de George Donner se encontró en medio de una nevasca cegadora, muy alto en la cima de la Sierra Nevada en California, en octubre del año 1846. Casi todos murieron de la congelación, los que sobrevivieron y regresaron al llano en el año 1847, reportaron que, durante su odisea, tuvieron que comer a sus camaradas muertos, para no morir ellos mismos.

Otros casos dignos de mención incluyen la retirada precipitosa de las tropas de Napoleón de Moscú, en el 1812, la de los sobrevivientes del naufragio de la fragata Medussa en 1816, la cocción e ingestión de un oficial del ejército chino, enviado a pacificar la región de Kwansi en 1901. El sacrificio y el consumo de una niña de 12 años en Haití, como parte de una ceremonia de vudú (1912), y el caso de Fritz Haarmann (el "Vampiro de Hanover") quien en 1924 en Alemania fue convicto de asesinar unos 27 muchachos, haciendo de sus restos salchichas, comiéndolas y vendiéndolas a gente que no sospechaban que lo que comían era carne humana.

Los seres humanos necesitan carne en su dieta porque ésta representa una fuente concentrada y rica de proteínas, vitaminas (todo el complejo B, incluyendo la vitamina B-12, que no puede obtenerse de vegetales) y de grasas esenciales para el transporte de las vitaminas A, D, E, y K. La carne humana también es inmensamente rica en grasas, siendo apetecida por muchas tribus que no tienen otros medios de conseguirla.

Debido a lo antedicho en el párrafo anterior, los vegetarianos estrictos y las anoréxicas que evitan el consumo de las carnes por miedo a engordar, asumen riesgos ciertos de salud tanto física como emocional, ya que algunas de las vitaminas, cuando no se obtienen en la dieta, causan trastornos serios con manifestaciones psiquiátricas.

El canibalismo como experiencia religiosa

La teofagia, término empleado para designar el consumo del cuerpo y la sangre de un dios ha sido considerada como una experiencia religiosa por miles de años (véase la mención anterior donde se indica la costumbre azteca de designar como "deidades" a quienes presentarían como manjar en la mesa de sus soberanos).

Mientras, que a pesar de que algunas religiones y cultos pretenden ser ellas quienes inventaran el concepto de la Eucaristía, y de que la Eucaristía no posee relación ninguna con el canibalismo, el rito del sacrificio de un dios o diosa para compartir su cuerpo y sangre como sacramento, es un acto que se observaba por todo el mundo antiguo. La única diferencia entre la religión moderna y la antigua, es que hoy la Eucaristía es un acto simbólico y no un acto que se efectúa literalmente. (Para entender mejor estos conceptos, se recomienda: Sahagún, B: General History of the Things of New Spain).

Saturno. Francisco de Goya.

En la opinión de muchos escolares, la Biblia y los textos religiosos abundan en la expresión de actos amorales, de seducción inmoral (a veces incestuosa) de crueldades horripilantes y de toda clase de polimorfismo perverso.

Puede que sea, que como la Biblia refleja nuestras humanidades, que ésta se anticipara en ofrecernos ejemplos articulados del canibalismo del que hemos sido testigos recientes en nuestras vidas.

Veamos algunos de los (muchos) ejemplos actuales:

Jeffrey Dahmer, asesino serial, mutilaba y comía sus víctimas.

Ottis Toole, otro asesino serial; como Dahmer, disfrutaba las relaciones sexuales con sus víctimas (necrofilia) y prefería consumirlas en la cena.

Ted Bundy, un hombre inteligente y bien parecido. Cuando trabajaba en un centro de asistencia, lo reconocieron por haber salvado muchas vidas. Sin embargo, asesinó muchas mujeres, algunas de las que su carne consumiera.

Kart Denke, después de asesinar a sus víctimas las encurtían y las comía como merienda.

El déspota Idi Amin, fue, por su admisión, consumidor de sus enemigos, cuyos despojos, en ocasión especial, compartiera con los familiares incautos de los mismos.

¡Basta!

Los perfiles psiquiátricos que emergen de estos seres horrorosos es el siguiente:

De niños, La mayoría fueron abusados sexual y físicamente por sus padres. Casi todos eran incontinentes de orina (enuresis). Este último es detalle tan prolijo como inexacto. Todos eran blancos y mataron a miembros de su propia raza. Las víctimas eran mujeres y niños en su mayoría. Sus edades, cuando cometieran sus abominaciones, oscilaban entre los veinte y los treinta años. Todos eran heterosexuales y gozaban de las relaciones carnales con los cadáveres de sus víctimas.

Todos desarrollaron un gusto por la carne humana, la que no ocultaban consumir con fruición. Durante sus años formativos, todos reportaban la crueldad con los animales.

Por supuesto, eso no significa que caníbal será, todo niño que manifiesta los comportamientos que se encuentran asociados en el párrafo anterior, con el caníbal confirmado. Lo que sí es cierto, es que ciertos comportamientos en la niñez son heraldos posibles de las tendencias del adulto que los expresará.

El canibalismo, por sus orígenes históricos puede considerarse:

Necesidad. Estaríamos de acuerdo que las víctimas del megalómano norcoreano tienen que comer y comen lo que pueden —- Tristemente, deben hacerlo para que este enano moral y esperpento físico siga viviendo del caviar, las langostas y refocilándose con mujeres nórdicas que exceden, por mucho, su estatura exigua, tanto moral como física.

Kim Jong Il y su progenitor

Crimen. Porque sus perpetradores que lo han hecho entre nosotros, lo hacen con indiferencia a las leyes humanitarias y humanas y en búsqueda de placeres corrompidos y perversos.

Cultura. Porque concurre, como comportamiento, con los valores éticos, morales y religiosos de ciertas civilizaciones donde su práctica fuese aceptable.

En otras palabras, el canibalismo no es otra enfermedad del comer o disorexia… El canibalismo es una más de aquellas actividades que nos recuerda que, a veces, somos "el mono desnudo" en lugar del homo sapiens.

Bibliografía

Disponible por solicitud.

 

Dr. Félix E. F. Larocca

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