El Principio de Polaridad origina la interdependencia de los componentes contrarios en el universo que es lo que, también, le da la dinámica a los procesos de la naturaleza en el mundo de las formas, y por consiguiente, al de las ideas, a nivel de la mente. Todo en la naturaleza es cambio y movimiento, pues nada permanece estático, debido a que hay una dinámica permanente, desde un simple átomo, hasta las fluctuaciones en las galaxias y los múltiples universos. Los antiguos filósofos presocráticos, como Heráclito, decía que todo fluía y cambiaba permanentemente, pues nadie se bañaba dos veces en el mismo río, debido a que cuando uno entra en el, su caudal ya se ha movido. A ésta interdependencia de los contrarios, los Filósofos modernos la llaman dialéctica. Significando con ello, la controversia de las ideas y el cambio de los formas. También, a éste vocablo, el marxismo le dio una connotación más agresiva y la propone como una lucha de contrarios, o contradicción de elementos antagónicos en una situación cualquiera, sea mental, (ideologías), o bien, en los procesos materiales de la naturaleza. Estos componentes se denominan, utilizando la terminología de Hegel: tesis, antítesis y síntesis. Entonces, para llegar a una nueva forma, o una nueva idea, entre la tesis y la antítesis se debe resolver esta contradicción en una feroz batalla para someter o arrasar a cualquiera de los componentes; es decir, en ésta doctrina, estos principios son excluyentes, porque para que aparezca algo nuevo debe desaparecer, en la síntesis, el elemento antagónico. Lo anterior, llevado a las relaciones sociales de producción, en la sociedad capitalista, se llama lucha de clases, entre la clase capitalista y la clase obrera. La generación de las nuevas ideas son el producto marginal de las condiciones materiales objetivas de la existencia del hombre, por consiguiente, las ideas vienen apareadas con las relaciones sociales de producción. Es decir, estas están determinadas por las condiciones objetivas materiales de la sociedad. En el marxismo, algo que no sea entendido así, es considerado como metafísico, y además, quien lo promueve obedece a unos intereses de clase.
El Principio de Polaridad, no es nada de esto, si bien es cierto hay procesos dialécticos y dinámicas en los contrarios, éstas originan interdependencia y complementariedad y no exclusión. Aquí radica toda la diferencia conceptual del asunto: Los contrarios, son incluyentes y complementarios de la unidad. La variopinta de las formas naturales y el pluralismo de las ideas en el mundo, es la que genera las dinámicas en el Universo. Si todo fuera uniforme, en cuanto a las estructuras físicas, los colores y las leyes naturales no fueran dinámicas y complementarias, todo el universo sería terriblemente rutinario y estático. En la naturaleza, hay diversidad y también, coexistencia armónica con la diferencia. Las tormentas tropicales se debe a la dinámica de los vientos contrarios: fríos y cálidos, los primeros procedentes del hemisferio norte, y los segundos, generados en el trópico. En este caso, el equilibrio aparece después de la tormenta. El átomo está en equilibrio, (síntesis), debido a la dinámica estable, de las energías entre las partículas del núcleo y la de las capas de los electrones. Cuando la acción es mayor que la reacción, se genera el movimiento de los cuerpos. Hay un equilibrio dinámico entre los componentes contrarios que existen en la naturaleza. Esta dinámica se da en los fenómenos de la materia, así como también, en el nivel de la mente, y en las relaciones sociales de la especie humana. Cualquier idea aparecida en la conciencia, tiene su contrapartida en otra idea de igual naturaleza pero de significado y propósito antagónico. Esta última, aparece por generación espontánea, o se construye en la controversia. Esto es lo que da realidad y existencia en la esfera de la mente y en el mundo de las formas. Cada síntesis en la naturaleza, origina nuevos componentes contrarios. Se forma así, una cadena infinita que componen la realidad manifiesta de: tesis versus antítesis y síntesis. Quizás, por carecer todavía de la evolución de conciencia suficiente, nuestra percepción mental de la naturaleza, origina la separación, debido a su incapacidad de percibir la simultaneidad y unidad de las cosas del mundo.
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