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Recría de terneros a base de pastoreo de tagasaste suplementados con avena grano en la provincia de arauco, Chile

Partes: 1, 2

    Publicación original: Agric. Téc.. [online]. ene. 2003, vol.63, no.1 [citado 30 Octubre 2006], p.23-29. Disponible en la World Wide Web: <>.

    ISSN 0365-2807 – Reproducción autorizada por: Revista Agricultura Técnica,

    ABSTRACT: The objective of this experiment was to evaluate the liveweight (LW) gains of calves grazing during the fall-winter season on 4 year-old tagasaste (Chamaecytisus proliferusssp. palmensis), 2.500 trees per ha, planted on natural pasture, and to evaluate the effect of two levels of oat (Avena sativa L.) grain supplementation. Eighteen Holstein x Aberdeen Angus or Hereford bull calves of 184 kg liveweight and 7.5 months of age were used. The treatments studied were: T1: Tagasaste grazing; T2: Tagasaste grazing plus 2 kg of oats calf-1 day-1; and T3: Tagasaste grazing plus 4 kg of oats calf-1 day-1. The daily LW gain differed significantly (P < 0.05) and was 0.6, 1.8, and 1.10 kg calf-1 and 270, 382 and 529 kg ha-1 in the treatments T1, T2 and T3, respectively. The estimated consumption of tagasaste DM (leaves and soft stems) was 3.7 kg DM bull-calf – 1 day-1. The components of tagasaste plants were 25.3% leaves, 11.3% tender stems and 63.4% woody stems. The mean DM per bush was 1983 g plant-1 and 4,957 kg ha-1. The CP and ME content in leaves were 21.8% and 2.4 Mcal kg-1; in soft stems were 9% and 1.71 Mcal kg-1; in ripe stems 3.4% and 1.9 Mcal kg-1, respectively. Tagasaste was an acceptable resource for winter grazing that on being supplemented with oat grain permitted significantly better liveweight gains.

    Key words: winter grazing, Avena sativa L., agroforestry.

    RESUMEN: El experimento tuvo como objetivo evaluar las variaciones de peso vivo (PV) de terneros en pastoreo otoño – invierno de tagasaste (Chamaecytisus proliferus ssp. palmensis), de cuatro años de edad, 2.500 árboles ha-1, establecido sobre pradera natural, y evaluar el efecto de la suplementación con dos niveles de avena grano (Avena sativa L.). Se utilizaron 18 terneros Holando Europeo x Aberdeen Angus o Hereford, de 184 kg PV y 7,5 meses de edad. Los tratamientos fueron: T1: pastoreo de tagasaste; T2: T1 + 2 kg diarios de avena ternero-1; y T3: T1 + 4 kg diarios de avena ternero-1. Las ganancias diarias de PV fueron significativamente distintas (P < 0,05), y la producciones de PV (kg ha-1), fueron: 0,6; 1,8; y 1,10 kg ternero-1 , y 270; 382; y 529 kg PV ha-1 en los tratamientos T1, T2 y T3, respectivamente. El tagasaste consumible (hojas y tallos tiernos) se estimó en 3,7 kg diarios de MS por ternero. Los componentes de un arbusto correspondieron 25,3% de hojas, 11,3% de tallos tiernos, y 63,4% de tallos leñosos. El promedio de MS total por arbusto alcanzo a 1.983 g, y por ha 4.957 kg . La PT y EM de las hojas fue respectivamente, 21,8% y 2,4 Mcal kg-1, en tallos tiernos 9% y 1,71 Mcal kg-1, y en tallos leñosos 3,4% y 1,9 Mcal kg-1. El tagasaste fue recurso alimenticio invernal aceptable que al ser suplementado con avena grano permitió obtener ganancias de PV significativamente mejores.

    Palabras claves: pastoreo invernal, Avena sativa L., agroforestería.

    INTRODUCCION

    La restricción en la disponibilidad y calidad del forraje limita la producción de los rumiantes, especialmente en períodos de sequía e invernales, en los cuales la pradera detiene notablemente su crecimiento. En ambos períodos, los forrajes resultan insuficientes para cubrir los requerimientos que permitan alcanzar aceptables ganancias de peso vivo (PV) del ganado a pastoreo.

    La utilización de especies leguminosas arbóreas y arbustivas, como suplemento de dietas basadas en praderas y residuos de cosecha, es una actividad común en América Central (Devendra, 1995), aunque existen especies arbóreas no leguminosas de buenas características nutricionales (Benavides, 1994; Gómez et al., 1995; Shayo, 1997). La concentración de proteína en especies arbustivas utilizadas para alimentación de ganado presenta niveles de 12 a 30%, valores altos en comparación con pastos maduros, que oscilan entre 3 y 10%. La digestibilidad de estos alimentos está muy relacionada con la proporción y grado de lignificación de las paredes celulares, así como con la presencia de taninos (Norton, 1994; Dzowella et al., 1995). Una baja degradabilidad ruminal está asociada a una alta concentración de taninos condensados (Preston y Leng, 1990).

    En este contexto, el tagasaste (Chamaecytisus proliferus ssp. palmensis) surge como una alternativa interesante. Es un arbusto forrajero de la subfamilia Papilionáceas, leguminosas, originario de las Islas Canarias, que crece en áreas donde la pluviometría anual es de 500 a 700 mm, con 4 a 5 meses de sequía en verano, similares a las áreas de secano de las regiones VII y VIII del país (Ovalle et al., 1992). El tagasaste es perenne, de forma variable, siempre verde, puede alcanzar 6 m de altura, y sus hojas son glabras y lanceoladas. Se desarrolla mejor en suelos con buen drenaje, de pH 5,5 a 7, e incluso en suelos arenosos. Posee raíces profundas que facilitan su establecimiento y sobrevivencia en suelos degradados. Este arbusto contribuye al mejoramiento de la fertilidad del suelo a través de la fijación de N (Barrios et al., 1991), como también al control de la salinidad, debido a su alta capacidad de transpiración. Como planta arbustiva reduce el nivel de parasitismo en los animales, considerando que la mayoría de los parásitos se encuentran en los pastos y/o excrementos de los animales.

    El tagasaste está considerado como el mejor forraje para el ganado en las Islas Canarias, debido a que es capaz de resistir tanto el frío de las zonas más altas, como la sequía y el calor de los meses de verano en las zonas más bajas. Se puede encontrar en forma aislada o formando densas plantaciones, tanto en suelos húmedos y ricos en materia orgánica, como en los más secos y pobres en nutrientes.

    Uno de los primeros trabajos de evaluación del tagasaste utilizando bovinos de carne realizado en el país, se efectuó en la Región del Bío-Bío, provincia de Arauco (Klee et al., 2001). En dicho estudio se utilizaron terneros mestizos Holandeses x Aberdeen Angus y Hereford de 7,5 meses de edad y 197 kg de PV inicial, y una plantación de tagasaste de 3 años de edad pastoreada en otoño e invierno con una carga animal promedio de 3,4 terneros ha-1, durante 131 días. Se evaluó el pastoreo de tagasaste como único recurso alimenticio del ganado y pastoreo de tagasaste más la suplementación de 2 kg de avena grano ternero-1 día-1. Los incrementos diarios de PV de los terneros difirieron significativamente (P £ 0,05), alcanzando 0,39 y 0,72 kg en los animales sin suplemento y suplementados con avena, respectivamente. Estos resultados pueden considerarse muy promisorios para el período invernal, donde el arbusto aportó una disponibilidad de forraje en hojas y tallos tiernos consumibles de buena calidad, del orden de los 2.300 kg MS ha-1, y la suplementación limitada con grano entero de avena permitió mejorar esta ganancia de PV.

    El presente estudio es un nuevo aporte a la información nacional existente en relación a la utilización de tagasaste en sistemas de recría y engorda invernal de terneros. El objetivo de este estudio fue evaluar el efecto sobre la producción de PV del uso de tagasaste bajo condiciones de pastoreo, suplementado con dos niveles de avena (Avena sativa L.) grano.

    Partes: 1, 2
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