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La natación (página 2)

Enviado por japmalaga


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Cada ciclo de brazos se corresponde con dos golpes de piernas, lo que requiere una mejor especialización técnica del nadador. Los resultados obtenidos con este moderno estilo son muy superiores a los logrados con el mariposa.

LA ESPALDA

El sistema de nadar sobre la espalda ha tenido dos variantes principales:

  1. La braza de espalda, que consistía en realizar un movimiento giratorio de los brazos, de forma simultánea, junto con un movimiento de piernas de braza.
  2. El crawl de espalda, que es el estilo que perdura en la actualidad y que consistía en unos movimientos de brazos y piernas muy parecidos a los realizados en el estilo crawl.

Así pues, el crawl de espalda, cuya evolución ha ido siempre emparejada con la de estilo libre, consiste en mantener una perfecta estabilidad sobre el dorso mientras las piernas estiradas realizan un batido en sentido ascendente y con los brazos una brazada superficial y muy amplia.

Las variaciones que a lo largo de los años ha sufrido esta modalidad son escasas, aunque el estilo de espalda actual ha mejorado notablemente el trabajo de tracción de brazos.

LA PISCINA

La piscina es una instalación de estancamiento de agua, especialmente diseñada para la práctica de la natación.

La piscina deportiva es aquella piscina, cubierta o al aire libre, especialmente preparada para la natación competitiva.

Las características fundamentales de una piscina deportiva son:

  • Calidad excelente del agua, no sólo en cuanto a su temperatura y composición química, sino en transparencia y claridad, es decir, la visibilidad dentro de ella.
  • Iluminación perfecta, tanto interior como exteriormente.
  • Señalización correcta de la cubeta.
  • Ondulación mínima en la superficie.
  • Formación mínima de remolinos.

ETAPAS DEL APRENDIZAJE

Para introducirse en el mundo de la competición, o la práctica deportiva, se han de tener unos conocimientos previos conseguidos con un adecuado aprendizaje. Este ha de perseguir algunos objetivos fundamentales, que comportan las distintas etapas dc este período.

FAMILIARIZACION CON EL AGUA

En primer lugar, se deberá conseguir que la persona que desea aprender a nadar se familiarice con el nuevo medio. Esto se puede obtener mediante juegos acuáticos. Por ejemplo, a los niños se les puede proponer el ejercicio de hacer burbujas sumergiéndose en el agua. Con ello conseguimos que el niño se familiarice con el agua y aprenda a expeler el liquido en un medio que muestra más resistencia que el aire. Otro ejercicio consiste en abrir y cerrar los ojos para conseguir que el aprendizaje no tenga problemas al poner en contacto los ojos con el agua.

Frecuentemente, se piensa que el niño debe hacer lo que desee en el agua, para que así se familiarice «naturalmente» con ella.

Sin embargo, ello puede resultar peligroso, y de la misma manera que a un niño pequeño no se le dejará bajar una pendiente muy pronunciada, al principiante no se le deberá permitir imprudencias.

Existen dos razones fundamentales para tomar esta actitud:

  • La primera consiste en una simple prevención de accidentes.
  • La segunda consiste en evitar los nefastos efectos sicológicos que pueden producir estos accidentes.

Cuando una persona que comienza a nadar sufre un accidente, aparte de las consecuencias traumáticas, puede ocasionarle una prevención psicológica con el agua. Existen casos de personas que no han vuelto a introducirse en el agua porque se han atemorizado a causa de un pequeño accidente.

Por otra parte, se han de evitar los llamados «terrores de natación». En ocasiones, se deja a un principiante en el agua sin vigilancia evidente, pensando que reaccionará por sí solo y aprenderá a flotar. Sin embargo, lo que puede ocurrir es que al encontrarse indefenso, se aterrorice y tome verdadero pánico al agua.

LA RESPIRACIÓN

Una vez se ha conseguido que el principiante pierda completamente el miedo al agua y mantenga un nivel de flotación aceptable, se le debe enseñar a respirar, tomando el aire por la boca y exhalándolo por la boca y la nariz bajo el agua.

Para el principiante, la mejor forma de aprender a respirar bajo el agua es la que se indica en el ejercicio siguiente:

  1. Situarse de pie, con las manos sujetas al rebosadero.
  2. Tomar aire por la boca y flexionar las piernas para que entre la cabeza dentro del agua.
  3. Expulsar todo el aire por la nariz de una manera continuada.
  4. Sacar la cabeza dcl agua y tomar aire nuevamente.

Mediante este ejercicio, el alumno aprenderá que al introducirse en el interior del agua, debe realizar una leve presión para expulsar el aire y evitar la entrada de agua en los conductos respiratorios.

MOVIMIENTOS DE AVANCE

Cuando el alumno ya no teme al agua, sabe flotar y conoce la forma adecuada de respirar, se ha de iniciar la enseñanza de los movimientos de brazos y piernas para desplazarse y avanzar en el agua.

Estos movimientos de tracción de brazos y batido de pies se le enseñarán mediante ejercicios adecuados, para que el alumno pueda nadar una distancia mínima. Una vez que conoce los movimientos correctos, se le enseñará a zambullirse, a tirarse al agua con zambullida desde el exterior y seguir nadando hasta el extremo opuesto de la piscina.

Cuando el principiante posee todos estos conocimientos puede considerarse acabada la fase de aprendizaje de la natación.

LA FLOTACIÓN

Las razones principales para la flotación consisten en que el cuerpo humano tiene su peso especifico superior al agua. Este peso específico varía con la cantidad de aire que se tenga en los pulmones y según el peso de cada persona. Si los músculos están relajados y respiramos normalmente, la flotación es posible.

EJERCICIOS DE FLOTACIÓN

Para enseñar las Diversas formas de flotación se practican los siguientes ejercicios:

FLOTAR BOCA ABAJO

  1. En una zona donde el agua no cubra, el alumno se sitúa de pie, extiende los brazos hacia delante e inclina el cuerpo hacia esa dirección, mientras inspira el máximo posible de aire.
  2. Mediante un impulso, se introduce la cara en el agua, aguantando la respiración.
  3. Esta posición se mantiene hasta notarse florar y cuando ya no se puede soportar la falta de aire, se expulsa por la nariz el que se tiene en los pulmones.
  4. Al final, se flexionan las piernas y se impulsa con las manos para volver a la posición inicial.

«LA PLANCHA» O FLOTAR BOCA ARRIBA

  1. Situados también de pie, en la zona que el agua no cubre y con los brazos a lo largo del cuerpo, se va echando la cabeza hacia atrás y los brazos hacia delante, hasta que el cuerpo queda flotando boca arriba.
  2. Esta posición no ofrece ninguna dificultad de respiración, por lo que puede mantenerse el tiempo deseado.
  3. Para retornar a la posición inicial, se presionan las manos hacia abajo, se levanta la cabeza y se flexionan las piernas. Este ejercicio sólo tiene el inconveniente de que el alumno, si lo realiza demasiado rápidamente, puede introducirse algo de agua en la nariz.

FLOTAR ENCOGIDO

  1. Estando de pie, se dobla el cuerpo hacia delante, se encogen las piernas hasta que los brazos rodeen a las rodilla y se toma el máximo de aire.
  2. Como consecuencia de estos movimientos, la cabeza se hunde en el agua y la cara esta muy próxima a las rodillas. Se retiene el aire al máximo tiempo posible mientras el cuerpo flota en esta extraña posición.
  3. Cuando no se resista más, se suelta el aire por la nariz, se abren los brazos para que las piernas se estiren y el cuerpo se eleva hasta recuperar la posición.

Una vez el principiante ha realizado en suficientes ocasiones estos ejercicios, se dará cuenta de que no resulta tan difícil sostenerse en el agua.

EJERCICIOS RESPIRATORIOS

Estos ejercicios son fundamentales para la natación, ya que facilitan el desarrollo de la caja torácica, ayudando a la introducción de aire en los pulmones. La práctica de ejercicios respiratorios puede comenzar en edad muy tempana, por ejemplo, a los cinco años. Algunos ejercicios respiratorios son:

  1. El nadador se sienta con las piernas rectas y juntas. Los brazos estirados hacia arriba y las manos juntas colocadas por detrás de la cabeza. Se inspira el aire, siempre, por la nariz y al mismo tiempo se estiran el tronco y los brazos. Se retiene un momento el aire y se expulsa idénticamente por la nariz. Lentamente, se retorna a la posición inicial.
  2. Sentado con las piernas cruzadas y los brazos levantados, de tal manera que las manos se toquen por la punta en la nuca. Los codos están a la altura de los hombros orientados hacia delante. Al tomar aire se ha de inflar el pecho y hacer que los codos retrocedan. Cuando se exhala, los codos retornan a su situación anterior.

 

 

 

 

Autor:

JUNIOR RODRÍGUEZ BARREDA

 

 

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