- El Príncipe que se Convirtió en Sapo
- Marea Roja
- Hoy, con mi propia experiencia, puedo confirmar que hay ciertos celos y celos ciertos
- Los Celos
- Referencias bibliográficas
Tanto me hostiga, todo el tiempo se la pasa diciéndome que lo engaño, que el sabe que soy una prostituta. Lleva años y años con la misma canción, siguiendo mis pasos, chocándome a que horas llego a la oficina, con quien platico, que hago en mis descansos, chocándome el celular para ver si tengo recados de mi amante, me inspecciona la bolsa, saca todo y revisa hasta el más mínimo detalle, el tiene la certeza de que yo lo engaño.
Yo me le quedo viendo fijamente a los ojos, veo que quiere decirme algo y no se atreve, me quedo callado, tomo aire y le pregunto.- ¿Desde cuándo lo engañas?- Ella se pone roja y me responde, desde hace 8 años, pero el tuvo la culpa Ernesto, el me dejo sola y se fue a trabajar a los Estados Unidos y como querías que me la pasara…Además me esta diciendo todo el tiempo que soy una puta, que me acuesto con cualquiera.- Luego continua.- Pues así fue con el chavalito, así empezó todo, yo me sentía muy sola…. ¿Sigues acostándote con el chavalito?-Pues si Ernesto, que quieres, me enamoré de él.
Ella, suspira después de haber roto su secreto de estado, muestra una cara de liberación.- Por favor no se lo vayas a decir a nadie, por favor, si se entera me mata.-
A mi la confesión me cae como valde de agua fría en la cara, yo soy un celoso empedernido, enfermizo, obsesivo. ¿Te imaginas escuchar algo así?
Soy, un enfermo emocional, alcohólico, drogadicto, maniaco depresivo, celoso, miedoso y algunas otras cositas más, solo por hoy, solo por la gracia de Dios en recuperación y el estar presente en los grupos de auto ayuda, en mis publicaciones y dar servicios, todo ello me brinda la oportunidad de escuchar todo tipo de catarsis y ayudar con mi propia experiencia.
Hace unos meses, tuve una asistente la que recientemente se había casado con un hombre dos veces divorciado, ex alcohólico en su óptica, en su manera de ver la enfermedad y el marido, venia todos los días por ella a la hora de la comida, él, un tipo de baja estatura, flaquito, sin chiste, pero un neurótico explosivo, ella, tipo costeña, caderona, poco busto, cachonda en su manera de vestir y de ser. Cuando me lo presentó, lo vi; amable y educado, aunque sabemos que caras vemos, emociones no sabemos y mañas menos. Me despedí de mi asistente con un beso en la mejilla y a él le di un fuerte abrazo.
Al día siguiente me dijo.- Hijote Ernesto, no sabe en que problema me metió con el beso que me dio.- Es que no sabe lo celoso que es mi esposo y todo lo que me dijo.- Me quede callado, yo sabia lo que le había dicho.- Si, que confiancita con tu jefe, porque se despiden de beso, sin duda ya se la chupaste, por eso andas tan contenta porque te dio una santa cojida.- Yo sabia sin haber escuchado lo que le había dicho, porque yo soy exactamente igual y de prostituta no bajaba a mi esposa.
La relación entre mi asistente y su pareja, se torno demasiado enfermiza, ella pasaba más tiempo atendiendo el celular y respondiendo a los mensajes, que en hacer el quehacer de la oficina, se fue agravando la situación, al punto de hartarme y de poner un límite.
Pero los celos de Lucas, no hicieron otra cosa más que recordar de donde vengo.
He escuchado tantos historiales, he recibido escrituras de hombres y mujeres que han confiado en mí y que sin duda, han sido y son un regalo de Dios. De celos, infidelidades, de sexualidad y de otras cosas, he escuchado un mundo de cosas. Muchas veces mi mente me traiciona y dejo de escuchar para fantasear y excitarme, pero tengo que ser honesto y quitarme ese rollo para no abusar del dolor ajeno, para no aprovecharme de las circunstancias y darle rienda suelta a mis deseos sexuales y a veces pienso que algunas de mis confidentes lo hacen a propósito y que me merezco ese regalito, pero la verdad de las cosas, seria muy deshonesto y más enfermo si abusara de la confianza que me tienen.
Un vez, una compañera de grupo, muy guapa y joven, comenzó a platicarme sus tendencias, describiendo con lujo de detalles sus relaciones con mujeres, desde las caricias, el intercambio de besos, el manejo de dedos y manos, la seducción y todo ese juego sensual y sexual entre lesbianas, luego, me fue platicando de sus infidelidades, de cómo gozaba haciendo el amor con el hermano de su esposo, mientras este dormía la siesta, me describía como lo hacían en la alberca, en la cocina, en la cochera, en la oficina, como la excitaba su cuñado y le agarraba las nalgas metiéndole el dedo, mientras el esposo hablaba por teléfono o firmaba un cheque. Mi compañera se abrió de capa, me platico y me platico al grado de mojarme, pero mi mente estaba muy perturbada, mientras escuchaba, yo visualizaba a mi mujer haciendo lo mismo con mi cuñado, el esposo de la hermana de mi esposa. Yo confirmaba mis sospechas y daba por hecho, que igual, mi esposa me había engañado y no solo con su cuñado sino con muchos otros hombres, incluso también, genere que era lesbiana.
Yo sabia que mi compañera de AA estaba como yo, sumamente excitada y que la barrera de la intimidad estaba rota, que solo bastaba algo para penetrarla o que me diera sexo oral.
Preferí ir al baño a masturbarme y a echarme agua fría en el pene y en la cara, decline la invitación y la insinuación, preferí mi sobriedad y mi honestidad a la revolcada con mi compañera, que tal vez me hubiera dejado en el suelo con boleto seguro a la vida de antes.
Los testimonios son fuertes, en vivo y a todo color, al principio me movían mucho, perturbarían mi mente y revivían mi celotipia infernal.- Ha sufrir por celos, celos ciertos y ciertos celos.
Tuve un compañero que vivía separado de su esposa a consecuencia de su alcoholismo y celos, durante el proceso de recuperación yo abría y abría mi historial, delataba mi mente enferma, describía mi real sentir, mi real vivir, usaba la tribuna para liberarme y soltaba todo, incluyendo mis celos.
Mi compañero que patinaba por lo mismo, jugaba a las escondidas y poco a poco fue haciendo su tendedero de ropa, soltando las prendas de la enfermedad, hasta que comenzó que esculcando los cajones había encontrado calzoncitos de hilo dental, tangas cachondas, sexys que jamás le había visto a su mujer, encontró también un gel para facilitar la penetración y estaba usado, encontró y encontró, confirmando aquello que dice que el que busca encuentra, finalmente confirmo lo que yo nunca pude confirmar, el engaño, los celos de mi amigo eran fundados, su realidad me dolió y movió mis emociones. Si hay algo horrible en la vida, es tener celos.
En los últimos 9 años, he escuchado todo tipo de testimonios relacionados con los celos, los celos enfermizos, al igual que cuestiones muy intimas que me han confiando, he tenido la oportunidad de emitir mis propios juicios cuando los celos son mal infundados, he visto, en muchos, en muchas, lo que es la enfermedad, como en otros, la certeza de sus dudas. He escuchado, infinidad de mujeres que me regalan su intimidad, algunas han tenido relaciones con otros hombres por despecho hacia sus parejas, por resentimientos, por coraje y sin duda por atracción. Son infieles y se justifican, pero no son las mismas cuando el hombre las ha engañado, a nadie nos gustan los cuernos.- ¿O si?
Mi celotipia me volvió loco, me obsesioné que me perdí, me hundí buscando muestras de pelos y semen, muestras que me dieran la certeza de que mi mujer me había engañado.
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