Los años postguerra. Los años cincuenta. Los años sesenta. Los años ochenta. Los años noventaSituación actual. Conclusión. Bibliografía.
Para entender las políticas lingüísticas francesas actuales nos parece importante comenzar por algunas explicaciones terminológicas. El término language planning apareció por primera vez en 1959 en un texto de Einar HAUGEN donde se utilizaba para presentar los esfuerzos de normalización lingüística llevados en Noruega. A final de los años sesenta, el concepto de language planning se extendió al conjunto de las operaciones voluntarias practicadas sobre la lengua, que estén del orden del estatuto o del orden del sistema y del corpus lingüístico mismo (Joan RUBIN, Jyotirindra DAS GUPTA, Björn JERNUDD y Joshua FISHMAN). En Francia, el término inglés fue traducido en primer lugar por « planificación lingüística » que hacía referencia a la intervención sobre el sistema lingüístico y al debate relativo a los problemas de normalización del propio código (planificación del corpus). No obstante esta expresión rápidamente se teñió de una conotación tecnócrata y totalitarista en relación con las acciones francesas en África. Pues se pretendió crear otro término lo que dio nacimiento a las « políticas lingüísticas » que designan el conjunto de las elecciones nacionales en cuanto a la lengua y la cultura. Estas últimas se definen en objetivos generales (niveles educativos, formaciones, empleos, funciones y estatuto de lengua (s), etc.) y se basan en un análisis preciso y completo de la situación inicial. Precisemos por otra parte que para que sean eficaces, las políticas lingüísticas deben basarse en la interacción (Fritz SCHARPF, 1987, p. 11). Ahora, conviene destacar que las políticas lingüísticas y culturales siempre se vincularán con las relaciones mantenidas por Francia y el país en el cual piensa desarrollar su lengua y su cultura. Une politique de défense, de diffusion et d’expansion de la langue française doit tenir compte à la fois des faits historiques et des données du monde d’aujourd’hui. Elle ne saurait être conçue comme une entreprise de propagande ou de domination. Elle doit être à la mesure de l’attachement des Français à cet héritage précieux qu’est leur langue nationale, riche de siècle et de culture. Elle constitue aussi l’accomplissement d’un devoir, non seulement envers les peuples qui ont partagé le passé de la France, notamment à l’époque coloniale, mais encore envers ceux qui, éloignés d’elle, aspirent à mieux connaître et accéder à sa langue, sachant que celle–ci leur permettra de participer plus aisément à la vie de la communauté internationale. (Jean Basdevant in Daniel Coste, 1984, p. 42.) Sin querer remontarse a las cruzadas, cuando la « acción cultural » francesa era más bien una acción católica – envío de evangelizadores, misioneros, congregaciones -, se nota que Francia siempre ha dedicado grandes esfuerzos a la difusión de su lengua y su cultura. No podemos olvidar las relaciones internacionales de las sociedades de pensamiento y la francmasonería así como las grandes asociaciones francesas que supieron tejer una red de amistades y actividades en el mundo: la Alianza israelí universal desde 1860, la Alianza francesa desde 1883 y la Misión laica francesa desde 1902. Todas estas acciones se aumentaron considerablemente entre las dos Guerras Mundiales. Se crearon muchos institutos, escuelas, colegios franceses, y los intercambios artísticos, escolares y universitarios se intensificaron durante este período.
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