- Resumen
- El por qué educar…
- Competencias para la vida
- Educar por imposición
- La enseñanza por competencias
- Los no-educados
- El acceso a las capacidades y al capital social
- Los retos de la educabilidad
- Consideraciones finales
- Bibliografía
"En realidad no hay niños evadiéndose de las escuelas, así como no hay niños fuera de las escuelas, como si no estuvieses dentro solamente porque no quieren, sino que hay niños a quienes en ocasiones se prohíbe entrar en las escuelas y a veces permanecer en ellas" (FREIRE, 1998: 11).
Resumen
Debatir en torno a la idea de educar, necesita analizarse a partir del por qué educar a los seres humanos, si para formar mano de obra calificada, para el desarrollo global o seres humanos, críticos que transformen la sociedad. Los fines que el maestro pone en práctica en el aula muchas veces no son analizados, por ello, es importante no educar por competencias sólo porque es una imposición federal en México sino porque es producto del debate qué del enfoque por competencias incentivará el desarrollo y mejorarán las condiciones de educabilidad.
El por qué educar…
La escuela no responde a una necesidad social, como lo hizo en el siglo de las luces, donde la racionalidad era muy importante, por lo tanto era necesario que la gente pensara, hoy los medios de comunicación facilitan todo, las tecnologías y la ciencia ha hecho todo fácil, pasajero, banal, ya nada es para siempre, como antes, ahora todo es pasajero, por tanto los conocimientos que se generan en la escuela, necesitan renovarse permanentemente, por tanto es necesario enseñar la habilidad de desaprendizaje, es necesario que lo que hoy se afirma como verdad, mañana será superado.
La escuela ya no es un instrumento de ascenso social[1]hay miles de universitarios con el título bajo el brazo, y otros tantos delinquiendo porque necesitan sobrevivir antes que ejercer una profesión, por tanto se hace necesario repensar la escuela.
La crisis que atraviesa la sociedad es una crisis generalizada, donde la escuela no es la excepción, los alumnos están en riesgo, no sólo de contagio de influenza o de que se les derrumben los muros de sus escuelas que muchas de ellas datan de hace treinta años, o más, de cuando se empezaron a fundar escuelas, sino que el riesgo de ser atropellado, de que le pongan un apodo o de que haya maltrato infantil.
La sociedad se ha reconfigurado, ahora hay madres solteras, hogares donde ambos padres salen a trabajar desde muy temprano y regresan hasta muy tarde, los niños a pesar de la ley antiobesidad, seguirán consumiendo alimentos chatarra ahora ya no dentro de la escuela sino en el camino a casa.
Se hace necesario repensar la utilidad de la escuela, el para qué educar, la racionalidad dejó de existir, hoy la escuela es instrumental, porque el objetivo ya no es formar seres humanos, menos pensantes, sino instrumentos globalizados que sepan manejar tecnologías.
La escuela es un invento del siglo XVIII luego del triunfo de la revolución francesa, en los últimos años ha habido reformas, pero los resultados siguen siendo los mismos, por eso es necesario repensar el sentido de la escuela.
Competencias para la vida
A principios de los años ochentas comenzó a hablarse del concepto calidad de la educación, para los empresarios era una obligación, para los maestros un ideal inalcanzable, para otros más parte del discurso que se tendría que emplear, no se pusieron de acuerdo como se iba a definir el concepto calidad y se quiso certificar con una norma a las instituciones, pero se han burocratizado los procesos.
Todavía en esos años no se lograba tener resultados de la educación centrada en objetivos de comportamiento observables en evaluaciones medibles, la prueba era el instrumento por excelencia y ya se debatía el humanismo en el sistema educativo.
Los años siguientes fueron de la implantación del neoliberalismo, la globalización que tuvo su impacto en los sistemas educativos y lo que dictó en esos años el Banco Mundial Y el Fondo Monetario Internacional era desarticular al Estado benefactor, por lo tanto se amplio la cobertura como un indicador de la calidad, es decir más escuelas privadas, y en la escuela pública la idea fue reducir la matrícula, filtrar la contratación de profesores y desarticular al sistema educativo aunque le llamaron pomposamente descentralizar y en otros casos federalizar.
Al desconcentrar el sistema educativo, la federación seguía coordinando los esfuerzos del ideal alemanista del pensamiento único, con Torres Bodet a la cabeza un ideal que nació con la revolución industrial, la tesis de suponer que así como se podrían fabricar productos en serie, todos igualitos, así también se podrían producir seres humanos en serie, casi igualitos, sólo faltaba matricularlos para hacerlos diferentes, darles una curp, y en algunos casos instalarles un chip, para que en caso de que se pierdan como los carros sabrán como encontrarlos, así habrá mayor seguridad en los seres humanos.
Pero, la última reforma se centro en las competencias, es decir, después del año dos mil , la idea es hacer seres humanos competentes, pero no críticos, no competentes para deconstruir el saber acumulado y falsearlo, sino de reproducir un saber leído en un texto escrito ex profeso y recitados en un examen.
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