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La infidelidad masculina y sus consecuencias: Otra "farsa" nupcial moderna

Enviado por Felix Larocca


Partes: 1, 2

     

    1. Diseminando las semillas
    2. La ilusión del control
    3. El papel de la mujer
    4. Bibliografía

    Abstract:

    This past year has been witness to the repeated sexual transgressions of men with power and great financial success that seem bent in ignoring that their actions are news.

    In this entry we explore the reasons for their, seemingly, irrational behaviors.

    El año que ya muere, nos ofreció en parada virtual, un enorme número de destacados hombres mujeriegos.

    edu.red

    Santo patrón de los falderos

    Los antropólogos, los socio-biólogos y los científicos del comportamiento no se muestran sorprendidos, ya que se entiende que los hombres desean el sexo en mayor abundancia, y con más asiduidad que las mujeres.

    Asimismo, los varones son más proclives, por naturaleza, a la infidelidad que las hembras.

    Este comportamiento es más frecuente con hombres en posición de dinero o poder, pero, asimismo constituye una decisión consciente por parte de quien lo practica, ya que el donjuanismo, no está arraigado en el ADN, como tantos, erróneamente, proponen.

    La lista de individuospoderosos en los EUUU, con transgresiones sexuales este año, incluye a: Tiger Woods, el ex senador John Edwards y el gobernador de Carolina del Sur Mark Sandford. En Italia, tenemos a Silvio Berlusconi y en la India, al gobernador de Andhra Pradesh, Narayan Dutt Tiwari, edad 86 años, quien después de haber sufrido la misma suerte, renunció a su posición hace unos cuantos días.

    La pregunta obvia, y quizás la más desconcertante — cuando se refiere a hombres muy ricos, que están casados a mujeres bellas — es: ¿En qué pensaban cuando se arriesgaron?

    Es posible, que ellos puede que no hayan reflexionado, de antemano, acerca de las posibles consecuencias de sus acciones.

    Por lo que puede plantearse que estos comportamientos no provienen de sus lóbulos prefrontales.

    edu.red

    John Edwards

    No es algo que, para hacerlo, alguien se sienta y reflexiona.

    Quizás todo reside en el cerebro reptil, bajo la supervisión de un Id descontrolado, y regido por tendencias de origen arcaico.

    Aún en el caso de que el cerebro registrara sus infidelidades, estos hombres gozan de tanto poder y control de sus vidas, que es posible que no puedan imaginar que serán expuestos, dicen algunos científicos.

    Con el pasado como su guía, aún si los "atrapan", ellos pueden ganar control del impacto de la caída producto de su resbalón.

    Algunas indiscreciones fueron más sorprendentes que otras, con el paladín de los valores morales de la familia, John Edwards, encabezando la lista de los atrapados en sus falsedades.

    Lo que no sorprende en lo más mínimos a los científicos sociales, que reconocen que aún el más ensalzado de los hombres puede tener una relación extramarital, y, quizás, que estos serán los más inclinados a tenerla.

    Freud fue el primero que nos señaló que la mayoría de la gente no practica lo que predica. Y, no está claro hasta qué punto los valores éticos de las personas determinan sus acciones.

    Por ejemplo, la suscripción más alta a la revista Playboy, es en el Bible Belt norteamericano, siendo ésta  la zona de los EEUU donde impera el fundamentalismo protestante.

    Pero, no importa la causa, los affaires extramaritales, las amantes de conveniencia, y los múltiples enlaces románticos estarán con nosotros para siempre.

    edu.red

    Tiger Woods

    Diseminando las semillas

    Aunque el origen etimológico de la palabra "diseminar" en español, no está establecido, nos recuerda tanto a la palabra "semen", que obliga a hacer la asociación.

    Desde el punto de vista de la evolución, los varones están en el mundo para esparcir sus semillas.

    Ellos requieren más hembras, y aún, bajan sus estándares, cuando lo que involucra es la aventura de una noche, de acuerdo a algunos estudios.

    Los hombres son, por naturaleza, más promiscuos, dicen los psicólogos evolutivos.

    Añadan poder y estado social a esta mezcla y, ¡bingo!, las relaciones extramaritales prosperan.

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