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La obesidad como medio de conocimiento en los departamentos, disciplinas y asignaturas en la Escuela Internacional de Educación Física y Deportes


Partes: 1, 2

    1. Causas de la obesidad
    2. Consecuencias asociadas con la obesidad
    3. Clasificación de la obesidad
    4. Factores que contribuyen al desarrollo de la obesidad
    5. Métodos antropométricos para medir la obesidad
    6. Beneficios de la pérdida de peso
    7. Conclusiones
    8. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN

    La obesidad es una condición corporal caracterizada por el almacenamiento excesivo de una cantidad de grasa en el tejido adiposo bajo la piel y en el interior de ciertos órganos como el músculo (1). Según S/N. Popov, es la forma mas frecuente de alteración del metabolismo graso, que da lugar al acumulo excesivo de grasa (4). Es también definido como un exceso de tejido adiposo que contiene grasa almacenada en forma de triglicéridos, resultados de una excesiva ingestión de energía en relación con el gasto.

    Más de 90% de la energía corporal se almacena en forma de triglicéridos en el tejido adiposo. Las proteínas proporcionan cantidades importantes, pero menores. Los depósitos de glucógeno son, en comparación, diminutos, aunque constituyen una fuente esencial de glucosa durante el ejercicio y el ayuno de corto plazo.

    El tejido adiposo tiene dos funciones principales:

    1. La síntesis y almacenamiento de ácidos grasos en forma de triglicéridos
    2. El almacenamiento de ácidos grasos como fuente de energía metabólica.

    CAUSAS DE LA OBESIDAD

    La obesidad puede originarse por falta de actividad física como sucede en las personas sedentarias o encamadas, pero la causa fundamental de la obesidad es un aporte de energía a través de los alimentos que supera al consumo de energía a través de la actividad, este exceso de calorías se almacena en el cuerpo en forma de grasa, es el resultado del desequilibrio entre el consumo y el aporte de energía.

    INGESTION > GASTO

    La energía que el organismo utiliza proviene de 3 fuentes: carbohidratos, proteínas y grasas. La capacidad de almacenar carbohidratos en forma de glucógeno, igual que la de proteínas, es limitada. Solo los depósitos de grasas se pueden expandir con facilidad para dar cabida a niveles de almacén superiores a las necesidades. Los alimentos que no se consumen como energía, se almacenan, y por lo tanto, es la grasa la principal fuente de almacén y origen de la obesidad. Los carbohidratos son el primer escalón en el suministro de energía. Cuando el consumo de carbohidratos excede los requerimientos, estos se convierten en grasas. En ausencia o con niveles muy bajos de glúcidos, y con necesidades energéticas presentes, las proteínas a través de los aminoácidos son utilizadas para la producción de energía o para la movilización, utilización y almacenamiento de las grasas, proceso conocido como gluconeogénesis, en el cual los aminoácidos con esqueleto de carbono son convertidos, por múltiples reacciones, en piruvato, que a su vez va a derivar en glucosa. Esta glucosa neoformada es oxidada o utilizada para la formación de triglicéridos mediante su conversión a glicerol (13). Las grasas que se ingieren son utilizadas primeramente como fuente de almacén en forma de triglicéridos en el adiposito, o para la producción de hormonas y sus componentes celulares. Una vez que los almacenes primarios de energía hayan agotado sus reservas fácilmente disponibles, son las grasas las encargadas de suministrar la energía necesaria y se movilizan de sus depósitos, proceso en el cual participan activamente las proteínas (14).

    De este modo, el cuerpo humano cumple las leyes físicas representadas por este primer principio de la termodinámica, según el cual la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Todo exceso de energía introducida cambia la energía interna del organismo y se transforma en energía química, y como principal almacén está el tejido graso. Un ingreso energético mayor que el gasto o consumo energético total, inevitablemente causará un aumento del tejido adiposo, que siempre se acompaña del incremento de la masa magra, así como también del peso corporal, en cuyo control el consumo energético total desempeña una función importante.(46)

     

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