ELISA de avidez
Enviado por Fabián Shalóm
Introducción
La interacción entre antígeno y anticuerpo se estabiliza mediante enlaces débiles, como puentes de hidrógeno, fuerzas de Van der Waals, interacciones electrostáticas e hidrofóbicas. La suma de todos estos enlaces genera una interacción estable entre el lugar de unión del anticuerpo (parátope) y el lugar de unión del antígeno (epítope). Estas fuerzas son inversamente proporcionales a una potencia de la distancia entre los grupos interactuantes, lo que implica que epítope y paratope deben presentar estructuras complementarias para obtener una energía de unión suficiente como para resistir la disrupción termodinámica. La suma de estas fuerzas de atracción y de repulsión se conoce como afinidad del anticuerpo.
La avidez o avidez funcional representa la fuerza neta de unión de poblaciones de anticuerpos y es determinada por la afinidad que depende también de otras propiedades que son independientes de la reacción de unión primaria. Los anticuerpos son moléculas multivalentes en su interacción con el antígeno, es decir las moléculas de inmunoglobulina presentan un máximo de 10 (IgM) y un mínimo de 2 sitios de unión con el antígeno. Esta interacción multivalente entre antígeno y anticuerpo permite es una de las propiedades principales que tiene influye sobre la avidez de una población de anticuerpos.
Especificidad y reacción cruzada
La complementariedad existente entre epítope y paratope condiciona la relación específica entre antígeno y anticuerpo. En general los anticuerpos son altamente específicos, siendo capaces de "discernir" entre pequeñas variaciones del antígeno, tanto a nivel de estructura primaria como de conformación estérica o configuración óptica del mismo.
Los anticuerpos con capacidad para unirse a epitopes estructuralmente relacionados (determinantes diferentes reconocidos por el mismo anticuerpo) se denominan polifuncionales, y dan lugar a reacciones cruzadas de tipo I, mientras que el termino multiespecífico se utiliza para anticuerpos con reactividad frente a antígenos muy diferentes que comparten epitopes (reactividad cruzada de tipo II).
Métodos directos e indirectos
Métodos directos
Los métodos directos consisten en que el primer anticuerpo o anticuerpo primario se encuentra unido a algún tipo de marcador que permite identificar los lugares de la preparación donde se ha unido. Este método requiere un marcaje del anticuerpo primario, para lo que es necesario disponer de una cantidad importante (aprox. 1mg). Tiene como ventaja que sobre una misma preparación se pueden incubar tantos anticuerpos como se desee, o tantos como sistemas de marcaje diferentes podamos emplear. En el caso de la inmunofluorescencia el límite de marcadores simultáneos estará fijado por el número de juegos de filtros discriminantes entre fluorocromos que tengamos.
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