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Iglesia católica


  1. Introducción
  2. Iglesia Católica Apostólica Romana
  3. Origen
  4. Iglesia primitiva
  5. Jerarquía de la Iglesia
  6. Organización de la Iglesia
  7. Misión de la Iglesia
  8. Bibliografía

Introducción

La Iglesia católica apostólica romana, es la Iglesia cristiana más numerosa, se considera así misma como un "signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano", en cuanto ella misma se declara fundada por Cristo. La Iglesia católica tiene como cabeza al obispo de Roma, el Papa, el papa actual es el argentino Jorge Mario Bergoglio, que escogió el nombre pontificio de Francisco.

La Iglesia Católica Romana sostiene que su origen se encuentra en la muerte, resurrección y ascensión de Jesucristo aproximadamente en el año 30 de nuestra era. La iglesia Católica se proclama a sí misma como la Iglesia por la que murió Jesucristo, la Iglesia que fue establecida y construida por los apóstoles.

Según la doctrina católica, Jesús fundó una comunidad cristiana jerárquicamente organizada y con autoridad, dirigida por los apóstoles (el primero de los cuales era San Pedro). Posteriormente (según los Hechos de los apóstoles), los apóstoles y los primeros seguidores de Jesús estructuraron una iglesia organizada.

Iglesia Católica Apostólica Romana

La Iglesia católica apostólica romana (en latín: Ecclesia Catholica Romana), es la Iglesia cristiana más numerosa. Se considera a sí misma como un "sacramento", como un "signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano", en cuanto ella misma se declara fundada por Cristo.

La Iglesia católica tiene como cabeza al obispo de Roma, el Papa, que recibe el trato honorífico de "Su Santidad". Según el dogma católico, el primer papa fue Pedro. El papa actual es el argentino Jorge Mario Bergoglio, que escogió el nombre pontificio de Francisco.

La Iglesia católica tiene su cabeza en Roma, donde se encuentra la Sede Apostólica; relacionada con la Sede está el Estado de la Ciudad del Vaticano (Status Civitatis Vaticanæ, en latín y oficialmente; Stato della Città del Vaticano, en italiano), un enclave dentro de la ciudad de Roma, que funciona como un estado independiente y reconocido internacionalmente. Si bien el Estado Vaticano está estrechamente ligado a la Sede Apostólica, se trata de entidades distintas, ya que el Estado Vaticano es un poder temporal (gobernado directamente por el papa), mientras que la Sede Apostólica es entendida por los católicos como poder espiritual. En la Ciudad del Vaticano y en Roma se encuentran la Curia Romana, formada por las instituciones (llamadas dicasterios) que ayudan al papa en el gobierno de la Iglesia.

Origen

La Iglesia Católica Romana sostiene que su origen se encuentra en la muerte, resurrección y ascensión de Jesucristo aproximadamente en el año 30 de nuestra era. La iglesia Católica se proclama a sí misma como la Iglesia por la que murió Jesucristo, la Iglesia que fue establecida y construida por los apóstoles.

Según la doctrina católica, Jesús fundó una comunidad cristiana jerárquicamente organizada y con autoridad, dirigida por los apóstoles (el primero de los cuales era San Pedro). Posteriormente (según los Hechos de los apóstoles), los apóstoles y los primeros seguidores de Jesús estructuraron una iglesia organizada. Una carta escrita poco después del año 100 por san Ignacio de Antioquía a los de Esmirna (capítulo 8) es el texto más antiguo que se conserva en el cual se usa el término ?a?????? ????s?a (la Iglesia católica o universal): "Allí donde aparezca el obispo, allí debe estar el pueblo; tal como allí donde está Jesús, allí está la Iglesia católica." De esta Iglesia él evidentemente excluía a los herejes, contra los cuales usó palabras muy fuertes: "fieras en forma humana – hombres a quienes no sólo no deberíais recibir, sino, si fuera posible, ni tan sólo tener tratos con ellos" (capítulo 4).

El mismo Ignacio de Antioquía testimonia la existencia de una jerarquía de tres grados que consistía en obispos, presbíteros (sacerdotes) y diáconos. En el siglo III, san Cipriano, obispo de Cartago, habla de una jerarquía monárquica de siete grados, en la cual la posición suprema la ocupaba el obispo. En esta jerarquía el obispo de Roma ocupaba un lugar especial, en cuanto sucesor de san Pedro. Además, el que el obispo de Roma llegara a tener una importancia particularmente grande, se debió, según algunos, por motivos políticos.

Roma fue la capital del Imperio Romano hasta que el Emperador Constantino I el Grande hizo de Constantinopla la nueva capital, el 11 de mayo de 330. Otros atribuyen esta importancia al hecho, reconocido entonces por todos, que el obispo de Roma era sucesor de san Pedro, a quien, según el Evangelio de Lucas 22:32, Jesús le dijo: Pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú una vez vuelto, confirma a tus hermanos. Más aún, hacia el año 95, Clemente de Roma (obispo de la Iglesia de Roma entre 89 y 97) escribió una carta a la comunidad cristiana de Corinto para resolver un problema interno, sugiriendo su primacía sobre las Iglesias particulares. En efecto, habían surgido levantamientos contra los presbíteros-epíscopos en Corinto y Clemente, como obispo de la Iglesia de Roma, los llamó al orden y a la obediencia a sus respectivos pastores, evocando el recuerdo de los apóstoles Pedro y Pablo.

Iglesia primitiva

Desde los tiempos de la Iglesia naciente la comunidad cristiana ha buscado comprometerse socialmente, teniendo preferencia por los más necesitados. Esto fue reconocido por el Emperador Juliano el Apóstata (332-363), quien fue un fuerte opositor de la Iglesia. Una vez que Jesús dejó este planeta. Sus discípulos comenzaron a dar a conocer las enseñanzas que les fueron encomendadas. A este grupo se le llama comúnmente "la iglesia primitiva" pues la conformaban personas que se iban aglutinando en torno a las enseñanzas de los discípulos de Jesús y así sucesivamente. Esta iglesia primitiva vivía y practicaban las enseñanzas dadas a través de Jesús y sus discípulos. Estamos hablando de una época en la cual no existían sacerdotes ó líderes cristianos, de hecho la cristiandad se vivía casi en secreto ya que era perseguida y para el Estado Romano la creciente cantidad de personas que aceptaban las enseñanzas de Jesús les producía miedo pues podían perder el control de sus súbditos.

Durante los primeros 280 años de la historia cristiana, la cristiandad fue prohibida por el imperio romano, y los cristianos fueron terriblemente perseguidos. Esto cambió después de la "conversión" del emperador romano Constantino. Constantino "legalizó" el cristianismo en el Edicto de Milán en el año 313. Después en el 325 d.C. Constantino convocó al Concilio de Nicea en un intento por unificar la cristiandad. Constantino visualizó el cristianismo como una religión que pudiera unir al Imperio Romano, el cual en ese tiempo comenzaba a fragmentarse y dividirse. Al igual que Constantino se negó a adoptar de lleno la fe cristiana, sino que continuó con muchas de sus creencias y prácticas paganas.

Jerarquía de la Iglesia

El gobierno de la Iglesia católica reside en los obispos, a quienes ayudan los sacerdotes:

  • Los obispos: se encargan de cada diócesis. Son ayudados por los presbíteros y los diáconos. Ningún obispo, aunque haya sido nombrado cardenal, tiene autoridad sobre otro, sino que cada uno depende directamente del Papa.

  • Los cardenales: ayudan al Papa en la acción pastoral de la Iglesia católica universal y en la administración del Vaticano y la Curia Romana. Cuando el Papa muere o renuncia, eligen al sucesor en un cónclave. Colectivamente forman el Colegio cardenalicio. Los cardenales son elegidos personalmente por el Papa.

  • El Papa: es electo por el Colegio de Cardenales, reunido en cónclave. En 1871, el Concilio Vaticano I hizo énfasis particular sobre la ya existente doctrina de la infalibilidad papal, lo cual ha generado hasta el día de hoy grandes polémicas. Él desarrolla su ministerio coadyuvado por dos grupos de colaboradores: los cardenales y el concilio ecuménico.

  • El concilio ecuménico: asamblea de todos los obispos del mundo presidida por el Papa, es convocado cuando hay que tomar las decisiones más importantes, en materia de fe (dogmas) y de moral.

Los obispos de un país pueden organizarse en una conferencia episcopal (o asamblea de Ordinarios, en Oriente), cuyos cargos son electivos entre los obispos de la misma nación. También existen organizaciones inter-diocesanas que involucran a más de un país. Tenemos así:

  • 114 Conferencias Episcopales.

  • 6 Asambleas de Ordinarios.

  • 6 Sínodos Patriarcales, 1 por cada Iglesia Patriarcal (aquellas iglesias orientales encabezadas por un Patriarcado).

  • 4 Sínodos Archiepiscopales Mayores, 1 por cada Iglesia Archiepiscopal Mayor (aquellas iglesias orientales presididas por una Archieparquía Mayor).

  • 3 Concilios de Iglesias, 1 por cada Iglesia Metropolitana (aquellas iglesias orientales presididas por un arzobispo metropolitano).

  • 13 Conferencias Internacionales diversas.

Organización de la Iglesia

La Iglesia católica tiene miembros en la mayoría de los países de la Tierra, aunque su proporción en la población varía desde una mayoritaria en algunos a casi nula en otros. Es una organización jerárquica en la que el clero ordenado está dividido en obispos, presbíteros y diáconos. El clero está organizado de forma jerárquica, pero tiene en cuenta la comunión de los fieles. Cada miembro del clero depende de una autoridad superior, pero la autoridad superior debe ejercer su gobierno teniendo en cuenta la comunidad, a través de consultas, reuniones e intercambio de ideas.

Territorialmente, la Iglesia católica se organiza en diócesis o Iglesias particulares, cada una bajo la autoridad de un obispo; algunas de éstas, de mayor rango, son llamadas arquidiócesis (o archidiócesis) y están bajo la autoridad de un arzobispo. Algunos territorios, sin llegar a considerarse diócesis, funcionan en la práctica como tales: son las prelaturas y abadías territoriales, regidas por un prelado o un abad, respectivamente.

Las diócesis pueden agruparse en provincias eclesiásticas y éstas, a su vez, en regiones eclesiásticas. La arquidiócesis que preside una provincia eclesiástica es llamada metropolitana. En ocasiones, la provincia eclesiástica está conformada únicamente por la arquidiócesis metropolitana.

Los territorios en donde la organización de la Iglesia aún no es suficiente para erigir una diócesis (o una eparquía) son dirigidos por un vicario (o exarca) y son llamados vicariatos (o exarcados) apostólicos; Si la organización es muy incipiente, se erigen prefecturas apostólicas Por razones graves, se erigen administraciones apostólicas estables; En los territorios en que la Iglesia aún no ha penetrado oficialmente, se organizan misiones independientes sui iuris (actualmente existen).

Las órdenes religiosas no forman parte en cuantos órdenes de la jerarquía de la Iglesia católica, pero dependen del Papa y de los obispos de formas diversas. Ellas pueden ser de dos tipos: Órdenes religiosas de derecho diocesano: dependen del obispo de la diócesis en la que han sido reconocidas. Órdenes religiosas de derecho pontificio: dependen directamente del Papa, aunque deben trabajar en comunión con los obispos de las diócesis en las que actúan. Las congregaciones y órdenes religiosas son establecidas conforme a los tres votos básicos de pobreza, castidad y obediencia.

Misión de la Iglesia

La finalidad fundamental de los miembros de las órdenes y congregaciones es salvar su propia alma y ser ejemplo salvífico para toda la sociedad con su pobreza, castidad y obediencia, vividas conforme al carisma específico de la constitución de cada orden o congregación.

La Iglesia católica fue fundadora de los primeros hospitales, asilos y orfanatos en la historia de Occidente desde la temprana Edad Media. Las primeras escuelas europeas nacieron de la labor de las Órdenes Religiosas, siendo las universidades más célebres las fundadas por los Papas. En Europa, de las 52 universidades anteriores al año 1400, 40 fueron fundadas por los Papas, entre ellas las de París, Montpellier, Oxford, Cambridge, Heidelberg, Leipzig, Colonia, Varsovia, Cracovia, Vilna, Lovaina, Roma, Padua, Bolonia, Pisa, Ferrara, Alcalá, Salamanca y Valladolid.

La Iglesia católica actualmente cuenta con misioneros religiosos y laicos de ambos sexos que realizan de forma regular obras sociales, tanto materiales como de apoyo moral y espiritual. En 1996, el Vaticano dedicó unos 5,2 millones de dólares a ayuda humanitaria, sin contar con los aportes que hicieron privadamente los laicos y las Órdenes Religiosas. En casi todas las diócesis del mundo, en los países donde le es permitido, la Iglesia católica lleva a cabo algún tipo de obra social. La cantidad de Fundaciones o Pastorales parroquiales de ayuda abarcan estos campos: escuelas, dispensarios, centros de acogida para niños y ancianos, hospitales, centros de rehabilitación de toda índole, leproserías, etc. Los últimos papas han mostrado un marcado interés por los crecientes problemas sociales.

Bibliografía

http://www.expresionbinaria.com/el-origen-de-la-iglesia-catolica/

http://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_cat%C3%B3lica

edu.red

Basílica de San Juan de Letrán, catedral de Roma y Madre y Cabeza de todas las iglesias del Mundo, por su condición de sede del Romano Pontífice.

edu.red

Asunción de la Virgen, Tiziano, Santa María dei Frari (Venecia). Una creencia que distingue al catolicismo del resto del cristianismo son los dogmas marianos.

 

 

Autor:

Maria de los A. Pérez