Una experiencia para contar

Enviado por Rafael "La pluma" Fernández de Lara Mateos

Resúmen

Una experiencia para contarse; de un amor en relación, más común de lo que se pueda creer. Un joven y una "Ya mujer", entrelazados en lo que "En sentimiento" es "Paralelo" pero en físico sea disparejo. Aunque aquella combinación "Perfecta" es "La sal y la pimienta" que le da un "Toque" idóneo a la vida. Es para quien lo vive o lo ha vivido; "Un fuera de todo lo que lo establecido pueda opinar o pensar". Es la madurez y la inocencia reconociéndose, experimentándose y viviéndose como plenos "Traviesos" en juego. Esta historia en particular de "La Dama y él"; la llenan con todo este ingrediente, mas un extra siendo, "Un mas allá que la simple relación"

Una historia de un joven en sus 20´s para contarse; ya pasando algunos años de esto. En aquél entonces dándosele una oportunidad de trabajar para la venta de seguros, él por su corta edad, tenía escasa experiencia de laborar, por lo cual prácticamente era un nuevo modo de lanzarse a lo que este sistema demanda tanto como productividad. Escribo las palabras “Escasa” y “Prácticamente”; porque él ya con anterioridad (aunque sin tanta formalidad) había incursionado en actividades de ello. Pero volviendo al inicio de su productiva labor como agente de seguros; este joven “Como todo empezar de algo” estaba “Incierto” ante cualquier eventualidad que demandara su nuevo trabajo, y con ello ir en conjunto el nervio de enfrentarlo.

Pero ya estando en pleno desarrollo la “Capacitación”, estaba entre otras cosas; saber prospectar a los futuros potenciales clientes en perfil idóneo para los diferentes seguros, que abarcarían las diversas necesidades de los adquisidores.

Dentro del desenvolvimiento que era prepararse en la debida capacitación; este joven estaba en constante duda, sobre el saber por dónde podría ser bueno “El iniciar” la dicha prospectación. Entonces un día de aquellos; se acercó a un compañero agente y le preguntó, ¿qué clase de revista estás hojeando? y este compañero le contestó; esta revista tiene como contenido todo tipo de publicidad, de varios comercios de la localidad.

Entonces a él le hizo ¡¡Click!! aquella noticia, y se la pidió al dicho compañero, que éste a su vez traía otras más.

Empezó a hojearla; y entre tantos anuncios que miró, hubo uno que como un gran imán lo atrajo, y son de esos momentos “Muy ocasionales” que algo muy especialmente nos atrae. Una atracción muy interior; un como decir, “Hay algo que esto tiene para mi” ¿qué podría ser? ni un acercamiento de idea, pero algo hay. Total; que para aquél joven ese día laboral empezaba, y ¿adivinan por dónde él iniciaría su camino de prospectar? adivinaron. Para ventaja de él; aquél lugar estaba muy cerca del trabajo, tanto; que caminando él podía ir. Emprendió la marcha con una cierta ilusión que aquello le causó. Llegó al dicho lugar llamado “Platería en arte”; aquél lugar vendía muy diversos artículos de plata, el joven agente entró y encontró detrás del mostrador a otro joven; muy joven al parecer, que esa circunstancia lo hizo en un momento dudar, acerca de que si era un candidato para algún seguro. Pero este agente no se arrepintió ante tal aspecto, e inició a hablarle del motivo de su visita.

Al terminar el ofrecimiento de un seguro; y que era el “Más acercado” para adaptarse al perfil del prospecto, este terminó diciéndole “Lo siento, pero no”.

Aquél encuentro; al emprendido agente sí que le causó una decepción, porque entonces, ¿dónde quedó aquél sentimiento de momento especial? él se dijo; quien sabe. Pero cosas de la vida; el lado adjunto le causó cierta curiosidad al agente, este le preguntó al joven del mostrador ¿quién atiende al lado?, una señora le contestó, eso fue más que suficiente para salirse de allí y entrar al otro lado.

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Enviado por Rafael "La pluma" Fernández de Lara Mateos