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El Caso Difícil Número 19 – Fibroplasia Retrolental

Enviado por Felix Larocca


Partes: 1, 2

    1. El caso de Gary, víctima de la Fibroplasia Retrolental
    2. La fibroplasia retrolental o retinopatía del prematuro
    3. El estrabismo
    4. Asuntos de mucho peso
    5. El amor y la comida
    6. Bibliografía

    El caso de Gary, víctima de la Fibroplasia Retrolental

    Gary era un alumno en la escuela para los Niños Ciegos de Missouri. Tenía diez años cuando fuera referido para la terapia de unos miedos de los que sufriera por las noches.

    No vidente de nacimiento, Gary no había integrado el mundo en su proximidad, lo suficientemente, para delimitar lo que era fantasía de la realidad.

    Como muchos niños con autismo y Asperger, Gary tendía al uso de movimientos estereotípicos y repetidos para controlar sus miedos, las incertidumbres de su mundo y sus ansiedades.

    Estos movimientos lo estudiaría la psicoanalista Annie Katan, quien los llamara los "cieguismos" de los ciegos (blindisms of the blind). (Para un estudio detallado de esta síntoma y de sus efectos en el desarrollo infantil: Some Problems of Ego Develoment in Blind Children. Psychoanalytic Study of the Child R. Eissler).

    Katan los interpretó, como una manera de organizar un mundo donde una fuente de estímulo sensorial había sido obliterada, y en su lugar la producción de movimientos rítmicos y de sonidos reiterados aumentaba el caudal sensorial de dos sentidos, compensando por el que estaba ausente. (Aquí puede consultarse mi ponencia en los Efectos Físicos y Psicológicos de los Apagones).

    Muchos de los alumnos en la escuela de este niño demostraban la misma intensidad de los "cieguismos" que Gary exhibía.

    Pero ninguno — absolutamente, ninguno tenía sobrepeso y una adolescente de doce años, llamada Lucy, fue tratada por anorexia severa, en nuestra sección.

    En lecciones futuras describiremos de cómo el síntoma de la distorsión de la imagen corporal se manifestaría en una persona ciega de nacimiento.

    Niña ciega…

    La fibroplasia retrolental o retinopatía del prematuro

    Definición:

    La retina es la parte del ojo que transmite la información visual al cerebro.

    La retinopatía del niño prematuro es un trastorno en el desarrollo de los vasos sanguíneos retinales del bebé, resultado del parto adelantado. En su forma severa se caracteriza por proliferación vascular retinal, cicatrización, desprendimiento de la retina y ceguera.

    Gary había sido prematuro y tuvo bajo oxigenación y resucitación por muchos días.

    Sus retinas, ambas se habían desprendido.

    Causas:

    Los vasos sanguíneos de la retina empiezan a desarrollarse 3 meses después de la concepción y completan su desarrollo en el momento del nacimiento normal. Cuando un bebé nace muy prematuramente, con muy bajo peso, se altera el desarrollo del ojo.

    El ojo, por supuesto, es la pieza central de argumento entre los creacionistas y los evolucionistas. Puesto de manera simple: ¿cómo es posible que un órgano tan complejo se desarrollara por sí mismo y sin la intervención de un arquitecto o de inteligencia superior?

    No, dicen los evolucionistas. No hubo intervención divina. Todo sería resultado de adaptaciones fortuitas.

    Prosigamos sin detener nuestro narrativo y sin meternos en camisa de once varas…

    Gary pesó 2½ libras al nacer.

    En los bebés que desarrollan retinopatía por prematurez (ROP), los vasos sanguíneos crecen de manera anormal desde la retina dentro del gel normalmente claro que llena el fondo del ojo. En este caso, sin soporte, los vasos son frágiles y, a menudo, ocasionan hemorragias en el interior de este órgano.

    A esto sigue la producción de tejido cicatricial, el cual desprende la retina de la superficie interior del ojo y lo trae hacia el centro del globo ocular ocasionando, a su vez, desprendimiento retinal que puede reducir la visión o producir una ceguera total, en caso de ser severo.

    Muchos bebés prematuros desarrollan un crecimiento anormal de vasos sanguíneos retínales, transitorio y leve, que se transforma en un crecimiento normal sin tratamiento. Sólo aproximadamente en 1 en cada 10 bebés progresa a una enfermedad retinal más grave.

    En el pasado, el uso excesivo de oxígeno para tratar a los prematuros estimulaba el crecimiento anormal de los vasos. En la actualidad, el oxígeno se puede utilizar y controlar fácil y acertadamente.

    Hoy el riesgo de desarrollar ROP es proporcional a la severidad de la prematurez. Normalmente, a todos los bebés de menos de 32 a 34 semanas de gestación se les examina por esta condición. Sin embargo, sólo los bebés prematuros más pequeños, sin importar la edad gestacional, acarrean un riesgo alto.

    Anatomía del ojo

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