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Fenomenología del suicidio


Partes: 1, 2

    1. Introducción
    2. Justificación
    3. Desarrollo
    4. Referencias bibliográficas

    Aproximación al aporte de Gabriel Marcel

    Texto guía: MARCEL, G.  Diario metafísico. Ediciones Guadarrama, S.A. Madrid, 1969.

    " Y sin embargo, si todos los deseos se vieran satisfechos en cuanto despiertan, ¿en qué ocuparían los hombres su vida, cómo pasarían el tiempo? Imaginemos a esta raza transportada a una utopía donde todo creciera espontáneamente y los pavos volaran asados, donde los amantes se encontraran sin más demora y supieran permanecer juntos sin mayor dificultad: en semejante lugar algunos hombres morirían de aburrimiento o se ahorcarían, otros lucharían y se matarían entre ellos, y así crearían por sí mismos más sufrimiento del que la naturaleza les causa tal como es ahora."

    Arthur Schopenhauer

    INTRODUCCIÓN

    Entendemos por suicidio el acto de quitarse la vida. Efectivamente esto significa el suicidio etimológicamente (del latín sui caedere, matarse a uno mismo). Todos tenemos cierta claridad respecto a este concepto pero no todos conocemos la complejidad que implica cuando se convierte en un fenómeno social y cuando comprobamos, a través de las estadísticas, que es una práctica cada vez más usual.  El suicidio en la sociedad contemporánea se ha convertido en una opción para evadir las crisis existenciales que abarcan una serie de problemáticas relacionadas con todos los aspectos de nuestra vida.  Es una realidad que nos toca más fuerte cuando alguien muy cercano a nosotros decide quitarse la vida. Muchos de nosotros conocemos casos de suicidio, tenemos contacto con suicidas y quizá hayamos pasado por crisis en las que de algún modo hemos considerado la posibilidad de suicidarnos.

    En la presente ponencia no pretendo hacer una tipología del suicidio, ni definirlo desde distintos puntos de vista, ni ampliar el concepto que sobre él podamos tener.  El objetivo de la ponencia es presentar el aporte que Gabriel Marcel nos ofrece en el Diario Metafísico. Por medio de una serie de tesis que se constituyen en la base para asumir una visión, a mi modo de ver, más realista del suicidio y que nos ofrecen, a su vez, un modo eficaz de prevenirlo y tratarlo cuando aún tiene el carácter de una tendencia.

    JUSTIFICACIÓN

    Ya se ha dicho que tenemos una aproximación conceptual muy básica sobre el suicidio y que quizá nos hayamos relacionado con este fenómeno directa o indirectamente. Pero creo que es necesario que como filósofos no sólo nos dedicamos a teorizar  y reflexionar sobre nuestra realidad o sobre el mundo que nos rodea,  pienso que nuestros conocimientos deben trasladarse de manera conveniente a la práctica y por lo tanto, la filosofía debe proporcionarnos elementos necesarios para responder a aquellos problemas en los que el ser del hombre se vea fuertemente cuestionado y se ponga en peligro la pérdida de lo más esencial del hombre. Esa es la principal justificación para el abordaje del suicidio desde una perspectiva filosófica muy singular ofrecida por Gabriel Marcel en el Diario Metafísico.

    DESARROLLO

    " El misterio metafísico de la indisponibilidad reside quizás esencialmente en esta imposibilidad en que estoy de disponer realmente de aquello que me permite disponer de las cosas.  Se me objetará que puedo, a pesar de todo, disponer de mi cuerpo, puesto que tengo la posibilidad de matarme… Mi cuerpo es algo de que no puedo disponer, en el sentido absoluto de la palabra, sino poniéndolo en un estado tal que ya no tendré posibilidad alguna de disponer de él. Esta disposición absoluta se reduce, pues, en realidad a ponerlo fuera de uso" (D.M. p. 102).

    Esta consideración sobre la indisponibilidad del cuerpo nos hace encontrar la base de una crisis existencial en la que aparece el suicidio como opción.  En el fondo, el individuo ha llegado a objetivar tanto su cuerpo que cree disponer de él absolutamente, en el límite de su desesperación, de su sinsentido, en la máxima expresión de la angustia, convierte al cuerpo en culpable, asocia a su existencia una dualidad inexistente entre  cuerpo y alma y cree encontrar una liberación a su angustia eliminando el objeto causante de ella, el cuerpo. Cree liberar su alma de la angustia existencial  y se da así la posibilidad de ingresar a un plano de existencia o inexistencia en el que no sufrirá los avatares propios de una vida que no tiene ningún sentido.

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