- Marco teórico
- Orígenes de la crisis de los partidos políticos en américa latina
- La crisis
- Problemas y situaciones actuales de los partidos
- Proceso de reconfiguración de las fuerzas y de los actores sociales y políticos
- Conclusiones
- Bibliografía
En todo sistema político los partidos políticos son los llamados a realizar funciones consideradas esenciales para la gobernabilidad, el fortalecimiento de la democracia, la consolidación de la institucionalidad y el bienestar de los ciudadanos. En toda sociedad existe una diversidad de grupos sociales, con distintos intereses, a veces contrapuestos, y cada uno de ellos de manera individual desea y presiona para que el Estado acoja y beneficie sus particulares intereses. Los partidos políticos son las organizaciones que dentro del sistema tienen la encomienda de articular esos distintos intereses en voluntades colectivas, formularlos como demandas al Estado, presentando, al mismo tiempo, algunas alternativas de solución, asumiendo, además, el compromiso político de apoyar o participar en la ejecución de las decisiones tomadas por las autoridades con legitimidad para hacerlo. Corresponde de igual manera a los partidos políticos la presentación de candidatos a los cargos electivos del Gobierno quienes, una vez electos, designan a las personas que asumirán los cargos públicos, y todos ellos constituyen la clase gobernante del país por un período de gobierno, al menos.
Como es a través de los partidos que se accede a los cargos públicos, por elección o designación, ellos tienen la responsabilidad del reclutamiento y el entrenamiento de nuestros futuros gobernantes. Para el sistema político los partidos políticos deben ser "escuelas de gobierno" donde las personas con aspiración a desempeñar cargos públicos, no sólo encuentren apoyo en sus campañas, o en la presentación de su candidatura, sino también conocimientos y entrenamiento que le aseguren un desempeño eficiente y conforme a la legalidad democrática en el cargo que finalmente obtengan. En gran medida, la calidad de nuestros gobernantes, en los distintos niveles del Estado, depende de la calidad de los partidos políticos.
Los partidos políticos tienen asignadas funciones esenciales para la democracia, y para el sistema político en general, y las están desempeñando muy precariamente, perdiendo credibilidad y legitimidad y poniendo, al mismo tiempo, en graves dificultades a la democracia y a todo el sistema político. Lo peor no es, con todo lo grave que significa, que desempeñen estas funciones tan esenciales de forma precaria, sino que parecen no entender lo importantes que son, precisamente, por las funciones que deben desempeñar.
- INTRODUCCIÓN
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