Efecto de distintos factores de estrés abióticos sobre el contenido de clorofila foliar en espinaca (Spinacea oleracea)
Enviado por Damian Masalias
Resumen
Se evaluaron las respuestas de la espinaca frente a distintos tipos de estrés abióticos: estrés osmótico, que incluía el tratamiento con NaCl y el tratamiento con PEG y estrés por alta temperatura; los tres comparados con un tratamiento control regado con agua. La investigación se basó en los resultados arrojados por los distintos niveles de absorbancia, para averiguar contenido de clorofilas a, b y totales. Este estrés fue cuantificado también en base a los distintos pesos secos, a los cuales llegaron las plantas tratadas.
Introducción
Las espinacas (Spinacea oleracea L.) son plantas anuales de crecimiento rápido. Se aprovechan las hojas, altamente nutritivas. En una primera fase forma una roseta de hojas de duración variable según condiciones climáticas y posteriormente emite el tallo. Existen plantas masculinas, femeninas e incluso hermafroditas, que se diferencian fácilmente, ya que las femeninas poseen mayor número de hojas basales, tardan más en desarrollar la semilla y por ello son más productivas. Al alargarse los días (mas de catorce horas de luz) y al superar la temperatura de 15 °C, las plantas pasan de la fase vegetativa (roseta) a la de "elevación" y producción (emisión de tallo y flores). Las espinacas que se han desarrollado a temperaturas muy bajas (5 – 15 °C de media mensual), en días muy cortos, típicos de los meses invernales, florecen más rápidamente y en porcentaje mayor que las desarrolladas también en fotoperíodos cortos, pero con temperaturas más elevadas (15 – 26 °C). Es una especie bastante exigente en cuanto al suelo, por lo tanto, el terreno debe ser fértil, profundo, bien drenado, de consistencia media, ligeramente suelto, rico en materia orgánica y nitrógeno, del que la espinaca es muy exigente. (www.infojardin.com.ar).
El estrés por altas temperaturas perjudica en mayor medida a la planta de espinaca que al estrés hídrico causado por NaCl o PEG, afectando directamente al peso seco de la misma.
El NaCl tanto como el PEG son sustratos que al ser incorporados como solución en contacto con las raíces, disminuyen el ?s del medio y por lo tanto el ?a, dificultando la absorción de agua por la disminución del gradiente de potencial. Se esperaría un deterioro más acelerado con NaCl, debido a que produce toxicidad a la planta, por la incorporación fundamentalmente de sodio, que ya a bajas concentraciones genera esta respuesta.
Los iones de sodio y cloruro, que pueden interrumpir el metabolismo en el citoplasma, se concentran en la vacuola. (Agrobiotecnología, Departamento de Fisiología, Biología Molecular y Celular, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA, 2007). En contraposición al PEG que sólo impide el ingreso de agua a la planta sin producir toxicidad, dado que es una molécula de gran tamaño que no puede atravesar la membrana plasmática. El PEG es un polímero neutro disponible en un rango de pesos moleculares, altamente soluble en agua, debido a esto ha sido utilizado por investigadores para imponer un estrés hídrico en las plantas, disminuyendo el potencial hídrico del medio y por lo tanto, el potencial hídrico de la planta (LAWLOR, D. W et al. 1970).
Materiales y métodos
Se dispuso de 8 macetas de 1 L cada una, en las cuales se sembraron (el 17 de marzo del 2008) en una mezcla de tierra y perlita, 2 semillas de espinaca (Spinacea oleracea L.) por maceta, a una profundidad de aproximadamente 1 cm. Al detectar emergencia (aproximadamente a los 6 días de la siembra) se ralearon las plantas dejando sólo 1 planta en cada maceta. Se registraron las temperaturas medias desde siembra hasta aplicación de los tratamientos. Las macetas fueron sometidas a 4 tratamientos distintos (2 macetas por tratamiento). Uno fue el control, en donde las macetas se regaron con agua corriente; otro de los tratamientos fue salinidad, donde se regaron con 150 mM de NaCl ; otro sequía, en donde se regó con una solución de Polietilenglicol (PEG) 6000; y por último alta temperatura, 30°C en cámara de cultivo durante seis días. Los riegos fueron efectuados dos veces con diferencia de dos días.
Dos días después de la última aplicación de los tratamientos (49 días después de la siembra) se procedió a la toma de muestras para la medición de la clorofila a, b y clorofila total; con un sacabocado de aproximadamente 1 cm de diámetro, se extrajeron dos porciones de una hoja por planta. Las mismas se colocaron en tubos de ensayo con 5 ml de DMF (Dimetrilformamida), cuyo tapón fue recubierto con film para evitar la degradación del mismo, pudiendo ser perjudicada la muestra. Luego fueron introducidos en un sachet de leche para evitar la exposición a la luz. Se colocaron en heladera durante tres días. Este tiempo fue suficiente para que el solvente actúe y pueda extraer la clorofila de las muestras. Finalizado este período se procedió a la medición de la absorbancia en espectrofotómetro de todas las muestras, con longitudes de onda de 647 nm y 664 nm.
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