El desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades de las presentes generaciones, sin omitir la capacidad de futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.
El sistema capitalista, por su esencia, no permite un desarrollo sostenible, porque engendra y está sustentado en la injusticia social; está basado en el uso desbastador de los recursos naturales, la producción anárquica de riquezas y el incremento de consumo, con el objetivo de obtener y concentrar ganancias.
Este nuevo drama socioeconómico, dentro del desarrollo neoliberal, permite el incremento de la productividad, de la producción y consumo, pero no persigue la satisfacción de las necesidades de la sociedad en su totalidad y es por eso que la presión aumenta sobre el ambiente.
Por suerte, en nuestro país se ha analizado en disímiles ocasiones lo relacionado con los recursos naturales y su uso. Nuestro gobierno ha adoptado innumerables medidas para su protección y uso adecuado. La ley 81 del Medio Ambiente plantea que es tarea del gobierno, los ciudadanos y la sociedad en general proteger la naturaleza y conservarla.
Esta tarea debe estar encaminada además a desarrollar acciones para promover estudios que guíen hacia el conocimiento acerca de las condiciones de los recursos naturales y el medio ambiente. Sin embargo, para promover la investigación científica y la innovación tecnológica que permita la guía hacia el conocimiento, así como desarrollar nuevos sistemas, métodos, equipos y tecnología para proteger la naturaleza, es necesario aplicar la ciencia y la tecnología para prevenir, evaluar y controlar el deterioro ambiental, dando alternativas y soluciones a los diferentes problemas.
Es por eso que nuestro país ha llevado a cabo una política ambiental que combina de forma armónica y equitativa el desarrollo económico, social y protección de la naturaleza, un concepto de desarrollo sostenible que incluye a todas las personas sin distinción económica.
Se han desarrollado y puesto en práctica proyectos y programas especializados que garanticen la gestión ambiental para lograr el cumplimiento de la Ley de Medio Ambiente, la Estrategia Ambiental Nacional y el Programa Nacional de Medio Ambiente y Desarrollo.
Se realizan inspecciones estatales ambientales; se controla y exige por la protección del medio ambiente y el uso racional de los recursos naturales. Se integran y ejecutan planes y programas de investigación, investigación-desarrollo y servicios científico-técnicos vinculados a la gestión ambiental, al estudio sistemático de los recursos naturales y de otras esferas de interés.
Se dirige, controla y promueve la gestión ambiental orientada al uso racional de los recursos naturales, la protección y conservación de los ecosistemas y la disminución de la contaminación, en función de proteger el medio ambiente, contribuyendo al desarrollo económico y social de forma sostenible.
Se garantiza además la educación ambiental, la divulgación, el manejo de datos e informaciones sobre el medio ambiente y la información ambiental especializada. Se han creado Institutos encargados de llevar a cabo el control y uso correcto de estos recursos.
Pero esta no es una tarea de una sola persona, es tarea de todos. Es necesario hoy más que nunca entender cuan importante es para lograr una vida armoniosa en el planeta, la necesidad de proteger y conservar el medio ambiente. No basta con crear todas las condiciones para su tratamiento si no se logra una conciencia responsable en los seres humanos.
Es urgente que se sepa que si el desarrollo social continua afectando al medio ambiente estamos poniendo en peligro la propia existencia del hombre. La ciencia y la tecnología han evolucionado tan rápidamente en las últimas décadas, distorsionando la conciencia humana, logrando un avance social aceptable pero muy cargado del flagelo de la contaminación.
El entorno natural está contaminado mundialmente y cada día avanza esta peligrosidad como resultado de la política de un mundo unipolar, donde lo más importante es la obtención de ganancias y la competencia entre naciones desarrolladas.
Se ha demostrado que la humanidad comienza a preocuparse y ocuparse por la calidad de su entorno, pero no con la agresividad necesaria.
Juntémonos y recorramos juntos el camino hacia el mejoramiento de la humanidad, sin olvidar que de cierta forma u otra pertenecemos a esa pequeña porción de vida que todos llamamos naturaleza.
Autor:
Arcy La O García
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