Conclusión.
Después de haber reflexionado en los datos anteriormente expuestos, parece que Adán, al ser creado, fue dotado desde el principio con la capacidad de hablar un lenguaje (el hebreo arcaico). También, Adán empezaría a llevar la cuenta de los años de su vida y a tener como referencia un calendario para sus propios asuntos y tareas. En consecuencia, suponemos que el lenguaje original del hombre contenía los rudimentos de alguna clase de aritmética básica (un sistema numeral primitivo, o los elementos numerales fundamentales de todo lenguaje). Probablemente llevaría un registro en la memoria (o escrito) de los principales acontecimientos de su existencia y de las lecciones e instrucciones que había recibido de su Creador, pues el pasaje de Génesis 3: 8-9 arroja la idea de que se comunicaba regularmente con Dios.
Es muy posible que Dios le diera el relato de la creación en una de tales sesiones de comunicación, en donde le hablaba de la división del día completo en dos periodos menores: el Día y la Noche. A partir de ello, después de la expulsión de Edén, tal vez uno de sus hijos (probablemente Set), e incluso algunos de sus nietos (por la línea de Set) propagaron el relato creativo para beneficio de la posteridad.
Autor:
Jesús Castro
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