- A modo de introducción
- Darío dentro de la poesía
- Entre la América Latina y la América Anglosajona
- Darío y la filosofía de su tiempo
- La cuentística rubendariana
- Rubén Darío entre José Martí y Julián del Casal
- A modo de conclusiones
- Bibliografía
A modo de introducción
Rubén Darío: Nace el 18 de enero de1867 en Metapa, Nicaragua, y es trasladado a León, al mes de su nacimiento. Y muere en León el 6 de febrero de 1916. Entre ambas fechas tuvo lugar una serie de acontecimientos literarios que hicieron de este niño el Señor de la Palabra . No vamos a detenernos en una cronología de su vida porque es nuestro interés abarcar algunos hitos rubendarianos que posibiliten el acercamiento a su obra como el disfrute por la entrada de un jardín único, dejemos pues a los historiadores los hechos de cómo vivió, nosotros nos adentraremos en algunos puntos de su vida misma y desde allí valoraremos al poeta con relación a su escuela, a su época, a su obra y a sus correligionarios.
Darío dentro de la poesía
Rubén Darío fue uno de los grandes renovadores del lenguaje poético en las letras hispánicas, eso es una verdad innegable y cuando nos acercamos a su poesía nos quedamos como deslumbrados ante tanto color y ritmo, ante tanta imagen sonora y sutileza del movimiento.
La búsqueda de la belleza esta dentro de los principales elementos de su poética y fue el Norte de su basta producción literaria. Arthur Rimbaud, Walt Whitman, Paul Verlaine , Stéphane Mallarmé, Charles Baudelaire son, sin duda alguna, fuentes principales en la conformación de la estética modernista de Rubén Darío y su concepto de belleza.
El ansia por lo bello en Darío está directamente conectada con el rechazo que sentía hacia la estética realista imperante, desde esa postura asume su escapismo hacia escenarios fantásticos y exóticos , alejados espacial y temporalmente de su presente.
El poeta mismo en sus "Palabras Liminares", advierte que : "veréis en mis versos princesas, reyes, cosas imperiales, visiones de países lejanos o imposibles", porque "detesto la vida y el tiempo en que me tocó nacer". (pág. 36)
Para Darío la función del poeta es hacer accesible al resto de los mortales el lado oculto , inefable, de la realidad. Para esto cuenta con un instrumental poético capaz de develar los más recónditos misterios y las más inefables bellezas del universo, ellos son: la metáfora y el símbolo , herramientas magistralmente manejadas por el poeta nicaragüense. Él mismo escribiría acerca del papel del poeta: "El don del arte es un don superior que permite entrar en lo desconocido de antes y en lo ignorado de después, en el ambiente del ensueño o de la meditación. Hay una música ideal como hay una música verbal. No hay escuelas; hay poetas. El verdadero artista comprende de todas las maneras y halla la belleza bajo todas las formas. Toda la gloria y toda la eternidad están en nuestra conciencia"
Anderson Imbert declara: "Por su técnica verbal Darío es uno de los más grandes poetas de todos los tiempos; y , en español, su nombre divide la historia literaria en un "antes" y un "después". Pero no sólo fue un maestro del ritmo. Con incomparable elegancia poetizó el gozo de vivir y el terror de la muerte"[1]
Y es que, el poeta nicaragüense, poseía un gran sentido musical que le permitió el ensayó con toda clase de versos y de ritmos , sin embargo siempre se atuvo a la versificación regular . Sus combinaciones métricas y cambios de acentuación, sus rimas interiores y sus sorpresivos choques y dislocaciones de sonidos, sus asimetría de estrofas, asonancias, consonancias y disonancias en juegos rápidos, la prosa rítmica, los audaces quebrantamientos de la unidad sonoro-semántica del verso, etc., constituyeron grandes invenciones que modularon la prosodia del español y llevaron sus fronteras hacia nuevas potencialidades .
El hombre y el poeta en su contexto:
Darío fue un ser inquieto, angustiado por su época, insatisfecho de su mundo, transido de dolor por la vida y de terror por la muerte, ambos elementos , vida y muerte, polarizan su obra y en el fondo determinan, en mucho , al ser intimo rubendariano . Fue un ser ansioso de placeres, extravagancias, exotismos, con un alto grado de insatisfacción que lo llevó a tener una vida errante, trasnochada y bohemia. Asumió su papel de Gran Poeta del Modernismo con la conciencia de su rechazo a la mediocridad del mundo burgués que le rodeaba, fue testigo del surgimiento del imperialismo norteamericano y si voracidad hacia las Repúblicas latinoamericanas, no supo o no pudo asumir el papel de Martí y se conformó con ser Hombre de la Poesía, mientras su mundo agonizaba ante las embestidas del vecino norteño se refugio en la poesía. Poseyó la lucidez de ver al enemigo de los pueblos hispanoamericanos, pero se quedó en la parálisis de la profecía.
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