INTRODUCCIÓN
Nos encontramos en los primeros días de la segunda década del Siglo XXI, en medio de la esperanza de que la humanidad como tal eleve sus niveles de consciencia para formar un mundo mejor, y del desaliento que provocan noticias coyunturales que parecen ser indicadores del descenso de esos niveles de consciencia.
EL DESALIENTO
La visión reduccionista del mundo provocada por la educación formal centrada en la ganancia inmediata sin importar las consecuencias, alejada de lo que pudiera ser el instrumento para formar seres humanos dignos, obstruye todavía la percatación de la realidad hasta en sus niveles más burdos, sensoriales y elementales. Hay quienes se justifican diciendo que siempre ha sido así, que el más débil sucumbe frente al más fuerte y que esa es nuestra naturaleza, o sea que ni siquiera se dan cuenta de que se están identificando solo con nuestra naturaleza animal e instintiva, pasando por alto lo que realmente somos, de tal manera que las formas de inteligencia que nos distinguen de los animales, también se ponen al servicio de nuestra primitiva inteligencia animal. ¿De qué otra manera podría explicarse, por ejemplo, el hecho de que los países que se dicen "desarrollados" no hayan podido llegar en la Cumbre de Copenhague a acuerdos bien definidos para dejar de dañar al planeta que habitamos?, como si ellos habitaran en otro, a pesar de estar sufriendo ya las consecuencias, pues de acuerdo con reflexiones de BBC MUNDO (rescatadas de Internet el 4 de enero del 2010), entre otras cosas, "El acuerdo aceptado en Copenhague no es vinculante. Esto significa que ninguno de los países que lo reconocen está en la obligación legal de cumplir con lo que establece su texto"…
Mientras esto ocurre, en Nueva York, Florida y Atlanta se tienen temperaturas record de 10º bajo cero y se congelan los cítricos de exportación, pero el precio del petróleo sube, y como la economía de los petroleros es más importante que la de los granjeros, el calentamiento global es una bendición para estos últimos, de tal manera que hay que hacer más pozos petroleros en el mar y en las zonas que están perdiendo sus glaciares.
En Brasil (de acuerdo con el noticiero de CNN en Español del día 2 de enero del 2010), lluvias extremas récord están provocando aludes de lodo que ya acabaron con zonas urbanas completas y obligaron la suspensión del servicio de 2 plantas nucleoeléctricas por el riesgo de accidentes atómicos, pero se siguen construyendo plantas atómicas, porque hay que vender tecnología, a pesar de que ya existe tecnología desarrollada de fuentes alternas de energía.
Y ¿Qué podríamos decir de casos como el de El Salvador, en que durante el año de 2009 (CNN en español. 2 de enero del 2010), "desaparecieron" 2000 niños por las acciones del tráfico de órganos para los trasplantes?
¿Quién participa en todos estos hechos? Personas de toda la escala social desde el punto de vista de su escolaridad: desde los más ignorantes que se desempeñan como secuestradores y ladrones, pasando por la mano de obra calificada o no, los ciudadanos comunes que se horrorizan por los problemas del narcotráfico, pero que consumen drogas; los que se quejan de la corrupción, pero buscan beneficiarse de ella; los profesionistas brillantes que generan tecnología o destacan en las ciencias de la salud, y que son capaces de realizar los trasplantes de órganos, acabando con las vidas de muchos seres humanos para venderles a otros muy caro, una esperanza de vida; las escuelas que forman para la exclusión, la competencia y la separatividad bajo una filosofía del miedo; los políticos que organizan y toleran la impunidad, hasta los enfermos mentales que monopolizan el capital y el poder solo para beneficio propio. Todos estos últimos muy instruidos, pero jamás educados, pues la verdadera Educación, es un proceso de aprendizaje para el reconocimiento de nuestra propia naturaleza que nos lleva a la generación de la armonía interna, con los demás, con la naturaleza y con el universo, por el bien de todos. Es la Educación Holista.
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