PERFILES.
Desde el primer día de trabajo de un docente en una institución educativa, si va a desempeñarse frente a un aula o cualquier actividad que mantuviere relación con los niños, no así las que son puramente administrativas, (a mi entender), le informan junto con los distintos quehaceres cotidianos el perfil del alumno. ¿Por qué? ¿Para qué? Porque ese nuevo docente que va a formar parte de la planta funcional necesita conocer su material de trabajo (el alumno) para poder desenvolverse lo más eficazmente posible. Así como cuando a una secretaria, en su primer día de labor, le indican cómo llevar la agenda de su jefe y manejar los archivos. Aunque claro que un niño en período escolar conlleva mucha mayor responsabilidad si lo tomamos como el material que se va a modificar con el proceso de enseñanza aprendizaje. El docente debería saber de antemano con que tipo de población infantil trabaja para que este proceso sea provechoso para ambos, pues su accionar completo (planificación, creatividad, relación con los padres, con los niños, etc.) debe apuntar a este niño que tiene estas características y no otras, que posee esta situación social y no otra, que lleva en sus hombros cierta situación familiar y no otra y que por lo general según la geografía se concentran con características similares en las instituciones; características que las instituciones mismas ponen en relieve para crear este perfil indicador no sólo de lo que es observable y ya viene con el niño sino también de lo que la escuela (y la sociedad) espera y proyecta en ese niño.
Para Freire "el enseñar no existe sin el aprender", por eso la referencia a que sea provechoso para ambos (alumno-docente) el quehacer del docente. Este quehacer que debe apuntar al reconocimiento, pero visto este término como conocerse mejor, en el intercambio de los contenidos (sociales, conceptuales, morales, procedimentales) en la medida que el docente observe la respuesta del alumno descubriendo como éste trabaja y ayudándolo a descubrir dudas aciertos y errores. Conocer con quién se está trabajando colabora con el aprendizaje del docente pues éste debería replantearse continuamente su tarea para modificarla acorde con las necesidades del alumno, la institución y la sociedad misma en la que están insertos.
La sociedad actual como resultado de diferentes procesos económicos, políticos y tecnológicos, desarrollada en un contexto de globalización, ha planteado la educación como clave para la estrategia de desarrollo nacional y bienestar de las futuras generaciones; que permitiría alcanzar los objetivos de justicia social, crecimiento económico y ciudadanía democrática. Es la misma sociedad que ha sufrido grandes cambios desde el punto de vista demográfico cualitativo, en el que las instituciones educativas no quedaron excluidas pues ha influido en ellas las migraciones de los actores escolares, la sectorización de acuerdo al status social y poder económico, la situación geográfica inmutable pero determinante a la hora de ser elegida por los padres, etc.
En ciertos puntos de la Capital Federal, influenciado por los medios de transporte y accesibilidad a la misma se observan mayormente estos cambios. Así en las instituciones educativas van formándose comunidades muy variadas, con alumnos vecinos de la misma y otros de lugares bastante alejados porque los papás que trabajan en la zona prefieren traer a sus hijos con ellos y retirarlos cuando retornan a sus casas en lugar de enviarlos a escuelas cercanas a sus residencias. Hoy hay grandes casas antiguas convertidas en pensiones que cobijan a inmigrantes tanto del interior como del exterior del país que buscan radicarse definitivamente en esta ciudad y buscan una institución que brinde educación integral y que sea acorde a sus ingresos; con jornada completa que también influye a la hora de decidir, especialmente en los trabajadores de clase media baja que necesitan un lugar donde dejar a sus hijos mientras ellos desarrollan sus actividades laborales. Generalmente este grupo social llega al colegio con sus hijos muy pequeños, la guardería es de gran ayuda a los papás trabajadores; y luego continúan sus estudios afianzándose en la zona; muchas veces el colegio es el que influye para que al momento de progresar de estas familias decidan cambiar la pensión por un alquiler o una compra cerca del mismo. Desde lo formativo, los papás que poseen poco estudio, sólo primario o secundarios incompletos, conocen la importancia de que sus hijos sí logren un nivel educativo más alto y se preocupan por ello; lo demuestran participando dentro de sus posibilidades en las actividades escolares. La gran variedad de ocupaciones, oficios y profesiones de los papás hace más enriquecedor el intercambio y las relaciones entre los mismos y para los niños y el colegio.
En otros puntos de esta ciudad, en cambio, se viven realidades muy distintas y muy significativas desde una mirada socioeconómica que se ven reflejadas en las instituciones educativas. Públicas o privadas reciben otro tipo de alumno, con un mejor pasar económico que colabora con la búsqueda de un crecimiento en nivel de educación que a la hora de volcarlo a la sociedad "el saber significa poder"
Página siguiente |