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La reflexión filosófica desde una perspectiva ambiental


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    La reflexión filosófica desde una perspectiva ambiental – Monografias.com

    La reflexión filosófica desde la perspectiva ambiental implica la apertura hacia el mundo de la vida cotidiana y su renuncia a toda metafísica. No es posible afrontar la crisis ambiental sin una profunda reflexión sobre las bases filosóficas de la cultura. Es una tarea difícil pero no inalcanzable. El ser humano se ha visto sometido muchas veces a la exigencia de cambios culturales, que involucran no solamente la plataforma tecnológica o la formación social, sino igualmente ese extraño tejido simbólico que permite la reproducción de su cultura. El mundo simbólico es quizás nuestra principal herencia cultural.

    En la actualidad se siente cada vez con mayor exigencia la necesidad de legislaciones más radicales, para controlar el deterioro del medio ambiente tanto ecosistémico como cultural. Por lo general los cambios en las normas jurídicas son precursores de nuevas prescripciones éticas y de intensas renovaciones filosóficas. Igualmente las transformaciones en las visiones del mundo y de la cultura, propuestas por los saberes tecnológicos, científicos, políticos y sociales, han conducido a la construcción de una forma de pensar diferente.

    ¿Cuáles son los límites de la acción humana, vistos ya no solamente desde el punto de vista de la organización social, sino desde su relación con las leyes que rigen la naturaleza? Y si existen esos límites, ¿significa ello que el hombre tiene normas externas a su propia organización social? ¿Hasta qué punto una respuesta positiva puede remover los cimientos de la filosofía occidental anclada en la dicotomía entre hombre y naturaleza?

    Construir un pensamiento ambiental complejo que asuma, ponga en diálogo y relacione las especificidades de las diferentes disciplinas desde un campo común de estudio: los paradigmas contemporáneos que están transformando en la actualidad, las bases de la cultura occidental.

    Necesitamos recuperar para el análisis filosófico el inmenso aporte de la ecología, que ha intentado plasmar una visión unitaria de la realidad. Si algo caracteriza la ciencia en los últimos decenios es su capacidad para restablecer una cierta unidad en los elementos dispersos de la ciencia anterior.

    Este proceso complejo y maravilloso de energía y materia ha recibido desde los años treinta el nombre de ecosistema. Es el sistema de la casa y no solamente el sistema vivo. Ello significa que materia, energía y vida están estrechamente ligadas. La ecología nos ha ido acostumbrando a considerar la vida como una manifestación de la materia-energía

    La consecuencia inmediata que se deduce del análisis de estos procesos es que la vida es un sistema en el que todas las partes están inter-relacionadas. La materia participa de la vida y la vida se organiza a partir de la materia y de la energía. Ni los organismos ni las especies se pueden considerar como entidades independientes del sistema. Cada una de las especies ocupa un espacio funcional dentro del sistema.

    El concepto de nicho es fundamental en una orientación ambiental de la ecología. Igualmente es fundamental para la reflexión filosófica, aunque desafortunadamente la filosofía no ha incursionado todavía suficientemente en su estudio. Nicho significa que el sistema es una articulación de funciones y que el sistema global solamente se puede entender en el estudio de dichas funciones. Las especies no recorren a su arbitrio el escenario, sino que cumplen una función en él. Son personajes del drama. Sin embargo no necesitan disfrazarse, porque no se trata de representar la vida sino de construirla. La función que ejercen se identifica con la propia naturaleza, o sea con la constitución orgánica de cada especie. Ello significa que para cada especie "ser", significa vivir en función de algo. Su única existencia es su función. Tal vez estas consideraciones de la ciencia pueden inducir a nuevas maneras de comprender el ser.

    La filosofía tiene que plantearse algunas interrogantes que le llegan desde el campo de la cultura. Tiene que repensar ante todo la situación misma del hombre en el conjunto de la naturaleza.

    ¿Qué significa el paso evolutivo hacia la construcción de la cultura? ¿Hasta qué punto la historia del hombre es una "continuación de la historia natural", como la denominaba Marx? El estudio del medio ambiente no abarca solamente el análisis de los sistemas vivos, tal como lo proporciona la ecología. Es necesario entender al hombre y sus relaciones con el resto del sistema natural.

    No es, sin embargo, una tarea fácil. El análisis del hombre ha sido deformado por la tradición filosófica y ha sido difícil someterlo a los parámetros del análisis científico. Si el esfuerzo por desacralizar la naturaleza y reducirla a sus dimensiones naturales ha sido un esfuerzo complejo y peligroso, mucho más lo es el intento de la filosofía y de la ciencia por comprender al hombre como parte del sistema natural. Puede decirse que aún no se ha logrado satisfactoriamente este objetivo. Pero entonces, ¿cuál es la tarea de un nuevo pensamiento filosófico?

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