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Violencia familiar: maltrato psicológico


Partes: 1, 2

    1. La mujer, principal víctima
    2. Poder asimétrico
    3. La violencia familiar en el Perú
    4. Los cambios en la normativa sobre violencia familiar
    5. Bibliografía

     Los malos tratos psíquicos representan un fenómeno viejo, lo novedoso es su denuncia como problema social.

    El maltrato psicológico se basa en comportamientos intencionados, ejecutados desde una posición de poder y encaminados a desvalorizar, producir daño psíquico, destruir la autoestima y reducir la confianza personal. Su padecimiento lleva a la despersonalización, al mismo tiempo que genera dependencia de la persona que los inflige. El maltratador se vale para ello de insultos, acusaciones, amenazas, críticas destructivas, gritos, manipulaciones, silencios, indiferencias y desprecios.

    En la esfera de lo privado, aunque los hombres también lo sufren, las mujeres son las víctimas mayoritarias. Se produce asimismo en la relación de los padres con los hijos, en la que se ha detectado un incremento del maltrato de los hijos sobre sus progenitores, consecuencia de una educación cada vez más permisiva y del uso de la violencia en los conflictos del mundo de los adultos. En el ámbito público, el maltrato psicológico está presente en el mundo laboral y en el escolar.

    La mujer, principal víctima

    Los malos tratos psicológicos son un fenómeno viejo. Lo que resulta novedoso es su denuncia como problema social. Los sufren mujeres de todas las edades, grupos sociales y económicos, culturas y países. Su gran incidencia, la gravedad de las secuelas, el alto coste social y económico, y en especial la degradación que produce la violación del derecho de las personas a ser tratadas como tales y al respeto que merece toda existencia humana los convierten en una cuestión de gran relevancia pública.

    No son tan visibles ni manifiestos como los físicos. De hecho, en muchas ocasiones la propia víctima no es consciente de ellos hasta que sufre una agresión corporal, pero sus consecuencias pueden ser más graves y duraderas en el TIEMPO.

    Las agresiones continuadas, tanto verbales como no verbales (el silencio, la indiferencia, los gestos…), crean una reacción siniestra de dependencia entre el maltratador y la víctima. Ambos terminan necesitándose. La víctima porque sola siente que no es nadie y el miedo y la angustia la paralizan, y el maltratador porque se siente que es alguien a través de la dominación que ejerce. La situación de dependencia es tal que la víctima termina protegiendo y disculpando al maltratador. Recorre hasta ahí un proceso destructivo en el que va perdiendo la confianza en sí misma y la capacidad de respuesta, se va anulando y va interiorizando que de allí no se sale y abandona toda esperanza.

    PODER ASIMÉTRICO

    En la raíz de la violencia contra las mujeres se evidencia la asimetría de poder que ha propiciado el sistema patriarcal y machista imperante, y que ha llevado a un abuso con la parte más desfavorecida en este esquema, la mujer. Los expertos inciden en no presentar el problema como si fuera “de las mujeres”, ya que si bien son ellas quienes lo sufren, se trata de una dificultad de las que los varones han de ser conscientes y deben trabajar por superarla.

    El psicoterapeuta Luis Bonino, especialista hace más de tres lustros en masculinidad y relaciones de género, ha elaborado una clasificación que identifica conductas para intentar conseguir la dominación, éstas se pueden identificar en los siguientes:

    ·              La intimidación.

    ·              La toma repentina del mando: tomar decisiones sin consultar, monopolizar.

    ·              La apelación al argumento de la lógica y la “razón” para imponer ideas o elecciones.

    ·              La insistencia abusiva, a fin de obtener por agotamiento lo que desea a cambio de un poco de “paz”.

    ·              El control del dinero.

    ·              El uso expansivo del espacio físico.

    ·              La maternalización de la mujer, es decir, la creación de condiciones para que ésta dé prioridad  al cuidado de las otras personas.

    ·              La manipulación emocional, que genera en la mujer dudas sobre sí misma y propicia sentimientos negativos y de dependencia.

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