2. Ética para hacerse rico: El proceso propuesto
En el aula se pretende una relación de discursos, una relación dialógica (Bajtin). El proceso supone un cierto saber en el enunciador y en el enunciatario pero lo que se presenta es el desencuentro cuando los sistemas de saber de ambos a veces no se pueden permear, se dificulta construir una intencionalidad compartida.
La supuesta historia de la humanidad no es la historia personal del estudiante. Esta última debería importar y es la que se asume desde el curso Ética para Hacerse Rico que se dicta desde el año 2004 en la Universidad Autónoma de Occidente: trata de competencias, capacidades que se pueden demostrar mediante habilidades y actitudes, se trata en sentido semiótico de un saber hacer (competencia cognitiva), y de un poder hacer (competencia potestativa).
El acuerdo inicial es que la ética ha de servir para algo, y que si compartimos la riqueza como meta, pues es mejor ser rico que ser pobre, lo que tenemos que ponernos de acuerdo es que entendemos por ser ricos.
El segundo acuerdo es que el enunciador no impone su modelo de riqueza sino que aporta un formato para que el enunciatario se convierta en enunciador y lo explicite, diligenciando técnicamente un formato.
El tercer acuerdo es que el enunciador ofrece unas herramientas para pensar el plan, unas categorías que validen y fundamenten académicamente el discurso del estudiante como un enunciado ético. Así se trata de una competencia semántica, proposicional, significativa.
El procedimiento para el cual se habilita en este curso es hacia la formación de un pensamiento estratégico a partir de los deseos de los estudiantes, sobre los cuales se sabe que son deseos viables para cualificar la vida, (competencia cognitiva) y sobre los cuales se requiere la definición de procedimientos de realización (competencia potestativa).
En este caso, lo que se evalúa finalmente es una relación de procedimientos y un contexto significativo: Se evalúa la habilidad y el desempeño reflejada en un producto, el Plan de Desarrollo Personal que elaboró cada estudiante desde el diligenciamiento de un formato que reclama la identificación de una Misión, Visión, objetivos estratégicos, estrategias, proyectos, acciones, e indicadores cuantitativos de resultado.
Pudiera asumirse este aprendizaje de un competencia procedimental, pues lo que se evidencia en primera instancia es la relación de actividades y proyectos sin embargo implica una competencia semántica, significativa, proposicional, un discurso estructurante del estudiante acerca de la sostenibilidad personal en un tejido de relaciones sociales, sobre el por qué el bienestar, según unos principios y según unas consecuencias, medibles, verificables, no sólo un quehacer procedimental, sino un saber proposicional, significativo, dador de sentido vital. Reasumirá nuevamente sistemas de significación, con un contenido preciso en función del contexto, aplicado a la propia historia personal del estudiante, de la comprensión de la vida en múltiples aspectos, académico, profesional, lúdico, familiar, político, de proyección social, según la identidad cargada de motivaciones según los intereses de cada estudiante.
3. La dimensión axiológica
Estando inmersos en el siglo XXI es clara la existencia de unos valores intangibles, no financieros, que hoy es necesario diferenciarlos y medirlos y proyectarlos en el ciclo de vida.
"Valor" es una cualidad que motiva el interés, la voluntad, el querer, la búsqueda y el disfrute y que corresponde a un ideal de excelencia. Genera vínculos afectivos, sentido de identidad y de pertenencia (Max Scheller). Como cualidad por la que se desean o estiman las cosas, tiene una dimensión ideal, objetiva y subjetiva.
La asignatura "Ética para hacerse Rico" así planteada promueve un enfoque integral axiológico incluyente hacia los valores no financieros, a modo de ruptura con una tradición económica del liberalismo clásico y neoclásico, que estableció la vigilancia exclusiva al rendimiento del capital empleado, a la relación entre activos y pasivos, a la medición del de retorno de la inversión (ROI), del EVA (Valor de Ganancias Agregadas) y del Flujo de Caja (Cash – flow).
Los indicadores financieros son necesarios, sin embargo son insuficientes. Se trataría de establecer otros indicadores de valor no financiero, que ofrezcan sostenibilidad o al menos un ciclo de vida con calidad, competitividad y compromiso con el macro ambiente, como:
- La creación de relaciones afectivas, de pertenencia, de identidad, de solidaridad.
- La capacitación medida por las habilidades adquiridas (que suele llamarse "capital intelectual). Estos logros no podrían detectarse si pensáramos sólo en indicadores financieros como por ejemplo el valor hora / hombre utilizada en un aprendizaje
- La comprensión de las expectativas y la búsqueda de la satisfacción en el otro, que motive a una relación de fidelidad (que las empresas llaman hoy "Crear valor para los clientes").
- El interés puesto en la excelencia en el desempeño (los procesos, la tecnología, la innovación) para mejorar la calidad de las relaciones (que en el caso del encuentro interpersonal como en la vida empresarial pueden expresarse en términos de prestación de mutuos servicios).
Proyectar los valores significa sacarlos del nivel de las intenciones, avanzar de las intenciones a los hechos. Si la pobreza es un mal nuestro, la ética debiera estar del lado de la construcción de riqueza.
En mi país hay un dicho que tiene un asidero práctico "al pobre todo se le va en deseos". La Ética está más por el lado de la búsqueda y del logro que de la intención. La intención es sólo un comienzo, sería síntoma probable de que puede comenzar una búsqueda.
En cambio la búsqueda se plasma en el camino: "in-vestigare", "ir en los vestigios", "tras las huellas", se trata del "in-quirire" en "andar tras lo que se quiere", en "intus-ire, intuir", "adentrarse en la cosa contemplada para aprehender la verdad", "intus-legere", inteligir "leer en el interior".
4. Conclusión
La enseñabilidad de la ética se un ejercicio sobre un discurso que demanda competencia en procedimientos y competencia proposicional, significativa, enunciativa, semántica. Implica el reconocimiento de una dinámica presente en el enunciador y el enunciatario, personas que no son racionales y emocionales, que investigan en la práctica, intuyen, que son además irracionales, complejas, cuya parábola como existencia es siempre el siendo, el yendo, el haciendo, el teniendo, una búsqueda incesante nunca terminada. No
Por la enseñabilidad de la ética se precisa un replanteamiento de las relaciones de poder, la alternación en el ejercicio de roles entre el enunciador y el enunciatario y la orientación del discurso frente a la práctica social donde la pobreza es una condición estructural limitante que demanda acciones desde el espacio de gobernabilidad de cada estudiante.
Una de las claves para lograr el éxito se encuentra en ampliar las perspectivas, identificando los nuevos indicadores del futuro que le permitan evaluar el comportamiento orientador (perfomance drivers), que son los que hacen posible saber en forma anticipada si se va en camino a lograr los resultados que se imaginaron al diseñar la estrategia, en relación con valores que son intangibles.
Frente a esta aproximación pedagógica que pudiera ser cuadriculada, racionalista, de una lógica positivista, se ha pretendido como un avance que los estudiantes elaboren su propio plan estratégico para vivir, que es algo mejor que no tener propósitos, ni siquiera una reflexión sobre una misión o visión de la propia vida. En este sentido se asume el abordaje de la ética.
Se considera significativo que los estudiantes elaboren su propio plan de desarrollo personal con misión, visión, estrategias, proyectos y acciones con sus respectivos indicadores, para superarlo, revisarlo e incluso desconocerlo deliberadamente, gracias al reconocimiento de otras dimensiones además de la competitiva, que se muestren fundamentales para la experiencia fraternal, solidaria, amorosa y humana.
BIBLIOGRAFÍA
GREIMAS AJ. y Courtés Joseph, (|1979) Semiotique, Dictionnaire Raisonné de la Théorie du Langage. J. Paris. Hachete. Ciado por Serrano orejuela Eduardo, El Concepto de Competencia en la Semiótica Discursiva, Cuadernos del Seminario en Educación.
SERRANO O. Eduardo, Sobre la Competencia Comunicativa, en
SERRANO O. Eduardo, Saber qué y saber cómo, en www.geocities.com/semiotico
SERRANO O. Eduardo, Significación y comunicación, en www.geocities.com/semiotico
CHRISTENSEN, R. Garvin David, Education for Judgment, The artistry of Discussion Leadership. Harvard Business School. 1991
Juan Diego Castrillón Cordovez
Profesor de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Javeriana y de la Universidad Autónoma de Occidente de Cali. Licenciado en Filosofía de la Pontificia Universidad Antoniana Roma. Magíster en Estudios Políticos de la P. Universidad Javeriana de Cali. Magíster en Administración de la Universidad ICESI y Tulane University. Especialista en Humanidades Contemporáneas de la Universidad Autónoma de Occidente.
,
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |