- Introducción
- Antecedentes
- Naturaleza del bien
- El bien en el hombre y en el mundo
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
Puesto que el hombre es un ser en el mundo y para el mundo el cual es libre y posee voluntad para elegir, se presentan en él dos situaciones o dos caminos por los cuales debe y puede inclinarse: uno es el camino del bien y el otro el camino del mal; lo correcto y lo erróneo. Del mismo modo que estas dos realidades se hacen presentes en el hombre también aparecen reflejados en toda la naturaleza.
Uno de los grandes temas de la reflexión filosófica, teológica e histórica, particularmente en el ámbito de la cultura occidental, lo constituye, sin lugar a dudas, «la cuestión del bien», esa realidad que invade al hombre abarcando todo su ser, sus acciones y sus pensamientos. Pero esta realidad no es estrictamente particular en el hombre, también actúa y se hace visible en todas las criaturas.
En cierto sentido dicha cuestión es ilimitada. ¿Por qué? Simplemente, porque cuando hablamos de bien estamos hablando de una "realidad" que se encuentra presente en todo el universo de los entes finitos, siendo este de una amplitud infinita, puesto que forma parte del denominado grupo de los trascendentales (unidad, verdad, bondad y belleza).
Al momento de reflexionar sobre el tema del bien es necesario hablar de varias clases de bienes, como lo han tratado grandes autores a lo largo de la historia. En general podemos aludir a dos concepciones del bien: el bien moral y el Bien Absoluto o Sumo Bien.
El bien moral hace referencia al plano ético del hombre implicando este a su vez la vida social y política. El bien moral aparece involucrado en el pensamiento del hombre, es decir, a la hora de actuar frente a una realidad o situación determinada. Como es conocido por todos, lo contrario al bien es el mal, que San Agustín definió, como toda ausencia de bien. En el plano moral el hombre debe decidir por cual de estos dos caminos optar. Platón hace referencia a la búsqueda del bien y lo fundamenta con la felicidad. Todo aquel que sea feliz o alcance la felicidad es porque ha tenido una experiencia de bien; ha conocido el bien y por tanto es bueno.
El Bien Absoluto o Sumo Bien, al igual que el bien moral, esta situado en un plano metafísico; por tanto, en un plano ontológico y epistemológico. Al hablarse del Sumo Bien necesariamente tenemos que hablar de los grados de perfección y de participación. Desde los primeros pensadores que reflexionaron en torno a esta realidad se ha hablado de un Bien Supremo, del cual todo bien se desprende por participación de este a los demás seres. Platón refiriéndose al Sumo Bien habla del "Uno". San Agustín al hablar del Bien Absoluto, por su condición cristiana y visto desde un punto teológico, afirma que tal "Sumo Bien" necesariamente tiene que ser Dios, el cual por participación se da a las criaturas.
Agustín expone su pensamiento sobre esta realidad del bien en su mayoría de obras ya que tal bien es Dios y toda su obra filosofía esta centrada en Él. En su afán por refutar los errores del maniqueísmo, Agustín nos presenta una maravillosa obra que encaja a la perfección en este trabajo a desarrollar; el tratado "De la naturaleza del bien", los argumentos de esta compleja tesis pueden resumirse a estos puntos: a) Dios es el Sumo Ser y el Sumo Bien; b) todo lo creado, material o inmaterial, viene de Dios; c) la bondad de las criaturas consiste en el modo, en la belleza y en el orden: modos, species et ordo.
Teniendo presente toda esta realidad, entorno a la cuestión del bien, podemos plantear el siguiente problema, que va a iluminar esta investigación:
¿Qué es el bien, cual es su naturaleza y cómo se manifiesta en el hombre y en toda la creación?
Como ya se ha visto la cuestión del bien ha estado presente en el pensamiento del hombre a lo largo de la historia y todos ellos han tratado de mostrar algunas directrices que pueden conducirnos a su conocimiento a poseer una experiencia plena de él.
Es importante conocer y aclarar las manifestaciones plenas que se dan en el hombre y en todos los seres acerca de la naturaleza del bien, conocer la naturaleza de este bien, adoptar una aptitud de necesidad por su búsqueda, diferenciar entre la idea del bien en el hombre y el bien en la naturaleza, además conocer también cual es el Sumo Bien, y la manera en que se puede acercar o alejar del bien.
Tener una visión clara sobre el bien que actúa en el hombre y en todos los seres de la naturaleza será de gran importancia, puesto que permitirá conocer un poco más la bondad que el creador (en nuestro caso Dios) tiene para con el hombre y en general toda su creación.
Finalmente, este estudio del bien es de gran importancia, puesto que la idea de bien es un tema adoptado por el cristianismo, siendo éste el punto de partida para estudios posteriores y para conocer más la bondad divina y la respuesta humana.
Este trabajo investigativo tiene como objetivo conocer la visión de la reflexión alcanzada por San Agustín referente a la cuestión del bien y describir como influye en el hombre y la naturaleza.
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