"Yo creo que a mi me
ombligaron con arriera,
por eso soy tan trabajadora"
Urfina Castillo
Dado que para los humanos la naturaleza y el entorno en el cual han vivido están pletóricos de símbolos, así como también son poseedores de poderes, los cuales han sido enigmas que se han conjugado en una corriente bicéfala, según la cual se presentan en una vertiente la necesidad de explicar las cosas que están por fuera de la comprensión racional, tal como pueden ser lo milagros, la magia y otros tipos de manifestaciones que se atribuyen a seres que aunque habitan el mundo terrenal en el cual se desenvuelven las vidas, no siempre son perceptibles a través de los cinco sentidos con los cuales asumimos el mundo. En la otra vertiente de esta dualidad, está la aspiración del hombre de apropiarse de estos elementos mágico-religiosos, tener para si los poderes que le atribuye a estas entidades que aunque hacen parte de su realidad, están por fuera de sus alcances normalmente.
No obstante, la necesidad del humano de apropiarse del entorno, así como de encontrar un significado más trascendental a la vida terrenal que cotidianamente vive, hacen que pretenda emular las cualidades de los elementos con los cuales cotidianamente debe relacionarse, es de esa manera como a través de una serie de rituales y ceremonias, su espiritualidad se convierte en la herramienta para reconfigurar la realidad y acceder a los poderes que se le atribuyen a estos elementos, indiferentemente de la connotación positiva o negativa que en este escenario puedan ostentar.
Teniendo en cuenta que en esta zona (pacífico colombiano) los sucesos relacionados con la vida y la muerte, con nacimientos, como lo es el arrullo entre las comunidades afrodescendientes, y decesos están estrechamente ligados (o condicionados) por ceremonias que permiten la aceptación, la elaboración de los lutos, e incluso, los rituales de cambio de status de los sujetos, como es el caso del Chai Dupinunm, en las comunidades Wounan del san río San Juan, aunque ricos en significados, para construir una comprensión satisfactoria implicarían una extensa y compleja serie de investigaciones in situ, proponemos en este ensayo, un acercamiento a una de la múltiples facetas de esta realidad a través de los símbolos y significados que se tejen alrededor de la práctica ancestral de la ombligada en los niños.
Tal como su nombre lo indica, este es un ritual que a través de la curación que la partera le hace al ombligo del recién nacido, le transmite cualidades y poderes que se le atribuyen a los distintos elementos propios del entorno, los cuales definirán aspectos del ombligado, de manera que pueda ser un hombre o una mujer con cualidades especificas, como lo expresa Urfina Castillo: .trabajador, trabaja po el día y noche, mejó dicho es un .una persona, por eso le llaman arriera, po que ( ) la arriera trabaja día y noche ( ), con el guayabo para que sea fuerte, sea duro, para que no sea flo blandengo puej que cualquiera lo tire por ahí al suelo.
Aunque este ensayo aborda la ombligada desde la tradición afrodescendiente, es necesario reconocer que no es una práctica exclusiva de este grupo, pues entre las comunidades indígenas también se realiza, así como otros rituales que tienen por objeto el transmitir cualidades de algunos seres, como es el caso de los animales, donde se presenta una hermandad la cual impide que la persona poseedora de estos poderes pueda cazarles.
En estos casos, estos poderes se transmiten a través de ceremonias, en la mayoría de las veces, pues en otras, estos le son impuestos a los hombres por entes sobre los cuales no tienen autoridad, tal es el caso del Beermia[1]en algunas comunidades Eperara Siapidara, donde un hombre adquiere comportamientos de cerdo salvaje sin perder su forma humana, de esta manera puede navegar entre el mundo terrenal y el mundo de los espíritus, sin pertenecer enteramente a ninguno de los dos, y solo pudiendo escapar de ella al imponérsela a otro hombre.
Por consiguiente, tenemos pues que, las cualidades y poderes se le transmiten al niño ombligado, estarían siendo definidos por quien practique la ombligada y los padres, especialmente la madres, ya que en ultimas es quien elige que elementos utilizará a la hora de practicar la ombligada, puesto que cada material utilizado tiene sus cualidades propias.
Es así como tenemos que se ombliga "con el guayabo para que sea fuerte, sea duro, para que no sea flo blandengo puej que cualquiera lo tire por ahí al suelo, y la plata para que coge la plata, a cada rato vive cogiendo la plata, la plata no le falla en la mano, el tutumo también es para que sea fuerte, por que son árboles que son fuertes, entonces ellos esos árboles, ellos no se caen así omaj, entonces hay que ombligarlo con eso para que la persona sea fuerte, y y que más "
Dado que esta es un aspecto que se enmarca en lo que podríamos llamar la faceta mágico-religiosa de la vida, es procedente presentar una serie de conceptos que pueden ser de utilidad en la correcta comprensión de este fenómeno.
Es así tenemos en primer lugar, el concepto acuñado por E. Durkheim para religión, según el cual se le considera como un "sistema solidario de creencias y prácticas relativas a cosas sagradas, es decir, separadas, prohibidas, creencia y prácticas que unen en una misma comunidad moral, llamada iglesia, a todos los que se adhieren a ella"[2].
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