- Introducción
- Acepciones de la palabra poder
- El poder social
- Características descriptivas y explicativas del poder
- La medición del poder
- El proceso del poder
- Las reglas o leyes del poder
- Conclusión
- Bibliografía
"El poder es siempre relativo y transitorio; es útil mientras sea respetado y no sea socialmente censurado. En consecuencia, su uso siempre tiene un costo"…
"El desconocer a quien ejerce el verdadero poder es lo que lo hace más poderoso"…
Introducción
De todos los aspectos de la realidad, el poder sigue siendo uno de los menos comprendidos y uno de los más importantes. En efecto, se trata de un aspecto ineludible de la comunicación humana y deja sentir su influencia en todo orden; la realidad social, de suyo compleja, es producto del poder, en una medida mucho mayor de lo que se imagina.
El afán por el poder ha sido una característica permanente del ser humano a lo largo de los tiempos, de hecho, la organización humana y la vida humana misma se hizo en torno al poder desde épocas inmemoriales, pues el hombre está movido por la incesante búsqueda de poder, en cualquiera de sus modalidades: mando político, prestigio, fama, riqueza, conocimientos, fuerza física, etc., y ellas no son más que distintas expresiones del poder que anhela.
Detrás de los antiguos faraones que viajaban en palanquín y de los modernos jefes de gobierno que se desplazan en jet, detrás de reyes, sultanes, papas, emperadores, etc., siempre se movieron individuos más o menos desdibujados que, en muchas ocasiones, llegaron a tener el control efectivo del poder. A lo largo de la historia se les han dado muchos nombres: chamanes, secretarios, confesores, visires, favoritos, consejeros, o, simplemente, sicarios.
El poder está en cada uno de los ámbitos de las relaciones humanas, por ello, tal como en un juego de ajedrez, cada uno de los movimientos debe tener por principio la obtención de un mínimas loss o un maximin gain, es decir, la minimización de la máxima pérdida posible, o, lo que es lo mismo, visto desde el otro lado, la maximización de la mínima ganancia posible.
Ante la realidad del poder, es esencial, el sentido de la anticipación, porque hay que prever todos los movimientos; objetividad, por cuanto hay que estar pendiente de todos los ámbitos de la realidad en su conjunto; precaución, para no caer en la precipitación; paciencia, para saber esperar el cambio favorable que permita actuar, y , por último, perseverancia, en el intento de mejorar, cada día, la propia capacidad de poder…
"… He Aquí, yo os Envío como a ovejas en medio de lobos. Sed, pues, astutoscomo serpientes y sencillos como palomas"…
Acepciones de la palabra poder
Las acepciones de la palabra poder hacen referencia a una multiplicidad de ámbitos de la realidad, tanto personal, como físico, histórico, social y cultural; y dentro de uno y otro orden, las diversas acepciones hacen referencia a hechos y situaciones muy diversas y heterogéneas. Así, en su significación más general, la palabra poder designa la capacidad o posibilidad de obrar, de producir efectos, y puede ser referida, tanto a individuos o grupos humanos como a objetos o fenómenos de la naturaleza. En tal sentido, podemos distinguir entre un poder físico natural, un poder personal psicológico y un poder social.
1. El poder físico natural, es aquel que designa la capacidad o posibilidad de producir efectos en los objetos o fenómenos de la naturaleza, capacidad que es regida por las propias leyes de la naturaleza, como, por ejemplo, la expresión "poder calórico" o "poder absorbente". De esta manera, se entiende por poderes causales a las capacidades de las cosas para producir cambios en otras cosas en condiciones apropiadas (poderes activos) o para experimentar cambios por acción de otras cosas ( poderes pasivos). Así, por ejemplo, el sol tiene el poder activo de derretir la cera, la cera el poder pasivo de ser derretida por el sol.
2. El poder personal o psicológico, históricamente ha recibido el nombre de ambición o voluntad de poder. Probablemente se trata de una forma combinada de necesidad de creatividad y de agresividad, pues, en todo caso, parece innegable que para muchos individuos, o quizás todos, siempre ha resultado muy atractiva la facultad que les permita experimentar cierto placer en mandar, dar órdenes, influir e implementar su voluntad en los demás, modificando la realidad para llevar a cabo sus proyectos. Esta inclinación psicológica o instinto hacia el poder, muchas veces, es la expresión compensativa de sus propias debilidades o la revancha ante la vida por pasadas humillaciones, necesidades o consecuencias, por esto, muchas veces la lujuria por el poder, en muchos casos, tiene esta explicación, pues el ansia por el poder dirige muchos de los procesos psicológicos de la personalidad. No obstante, esta ambición o voluntad de poder suele estar distribuida desigualmente entre los individuos y entre los diversos sistemas socio-culturales.
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