Infección nosocomial en pacientes quirúrgicos. Problemas de medición y de comparación de resultados
Enviado por Antonio Calvete Oliva
Publicación original: Rev. Esp. Salud Pública, Mayo/Jun. 1997, vol.71, no.3, p.257-268. ISSN 1135-5727. Reproducción autorizada por: Revista Española de Salud Pública. |
RESUMEN: Fundamento: Al estudiar la frecuencia de infección nosocomial (IN), llama la atención la variabilidad de los datos de los estudios. En las estimaciones se utilizan diferentes indicadores de frecuencia y criterios de infección que dificultan la comparabilidad de los trabajos. El objetivo de esta investigación fue estimar la frecuencia de infección hospitalaria, utilizando diferentes indicadores para comparar los resultados.
Métodos: Se realizó un estudio prospectivo incluyendo los pacientes ingresados en cuatro servicios quirúrgicos durante un año. Se utilizaron los siguientes indicadores: proporción de pacientes infectados, incidencia acumulada de infección y densidad de incidencia. Las infecciones se detectaron mediante búsqueda activa y se incluyeron las adquiridas en las UCIs y las diagnosticadas tras el alta hospitalaria.
Resultados: El 14,5% de los pacientes padecieron IN y el 5% de las infecciones fueron diagnosticadas tras el alta. En el 38,5% de las infecciones no se solicitó estudio microbiológico. El servicio de cirugía general fue el que presentó las cifras más elevadas en los tres indicadores, no obstante las diferencias entre servicios se modificaron en función del indicador utilizado. Conclusiones: El porcentaje real de pacientes con IN es superior a los valores aportados por los sistemas habituales de vigilancia epidemiológica. Dada la tendencia observada en los últimos años, a reducir la duración de las estancias y potenciar programas de alta precoz, con el fin de incrementar la eficiencia, deberían estimarse densidades de incidencia e incluir las IN diagnosticadas tras el alta para realizar comparaciones válidas entre diferentes centros y períodos de tiempo.
Palabras clave: Infección Nosocomial. Medidas de frecuencia. Tasas de infección. Criterios diagnósticos. Localización de la infección. Comparabilidad.
ABSTRACT: Nosocomial Infection in Surgical Patients. Problems when Measuring and Comparing Results
Background: What is striking when studying the frequency of nosocomial infection (NI) is the variability of the study data. Different frequency indicators and infection criteria are used for estimates and these make it difficult to compare works. The aim of this work is to estimate the frequency of hospital infection by using different indicators to compare the results.
Methods: A market study was carried out including patients admitted to four surgical units over the period of one year. The following indicators were used: proportion of patients infected, cumulative number of cases of infection and density of number of cases. The infections were detected through active search and included those acquired in Intensive Care Units and those diagnosed after patients had been discharged from hospital.
Results: A total of 14.5% of the patients suffered NI and 5% of the infections were diagnosed after discharge from hospital. In 38.5% of the cases of infection a microbiological study was not requested. The General Surgery Unit had the highest figures for the three indicators. Nevertheless, the magnitude of the differences between services was modified in line with the indicator used.
Conclusions: The real percentage of patients with NI is higher than the values given by the usual monitoring systems. Given the trend witnessed over recent years whereby the length of hospital stays is being reduced and early discharge programmes promoted with the aim of increasing efficiency, densities for the number of cases should be estimated and these should include the NI cases diagnosed after hospital discharge in order to make valid comparisons between different institutions and periods of time.
Key words: Nosocomial infection. Frequency measurements. Infection rates. Diagnosis criteria. Localisation of the infection. Comparability.
INTRODUCCIÓN
Al estudiar la frecuencia de infección nosocomial (IN), llama la atención la variabilidad de los datos publicados. La Encuesta Nacional de Prevalencia, realizada en 1986, señalaba que el 11,2% de los pacientes ingresados en nuestros hospitales padecían algún proceso de infección hospitalaria1. Según los datos del proyecto EPINE2, en 1994, la prevalencia de pacientes con IN se situaba en el 7,24%. El Ministerio de Sanidad y Consumo informa que entre un 3 y un 14% de los pacientes ingresados en hospitales de agudos adquieren una IN3.
Su frecuencia es difícil de estimar, varía de unos hospitales a otros2,4 y dentro del mismo hospital entre los diferentes servicios, siendo mayor en los de cirugía, cuidados intensivos, prematuros o quemados5. Estas diferencias pueden ser debidas a variaciones reales en frecuencia de IN entre centros, relacionadas con las características del hospital y con las de los pacientes ingresados en el mismo, tales como edad, patologías atendidas, frecuencia de enfermedades subyacentes y factores de riesgo, tipología de procedimientos clínicos o intensidad diagnóstica y terapéutica aplicada. Así mismo deben considerarse otros factores relacionados con la metodología utilizada para estimar la frecuencia en los diferentes estudios ya que pueden justificar, al menos parcialmente, las diferencias entre resultados6,7.
Entre las diferencias metodológicas, se encuentran la definición de los indicadores utilizados para estimar la frecuencia del problema; los criterios diagnósticos de infección; el diseño aplicado en los estudios prospectivos, retrospectivos o transversales, y los métodos de vigilancia aplicados en la detección de casos. No puede olvidarse que las tasas varían sustancialmente en función del método de vigilancia utilizado, siendo conocido que en los hospitales en los que se ponen en marcha programas activos de vigilancia se produce un aparente incremento de tasas debido a un aumento en la detección de las infecciones existentes6,8-10.
Por otra parte, en el caso de los pacientes quirúrgicos que son atendidos tras la intervención en unidades de cuidados intensivos (UCIs), se consideran por una parte las infecciones diagnosticadas en los servicios quirúrgicos y por otra las presentadas en las propias UCIs, por lo que los mismos pacientes forman parte de los denominadores de las tasas de infección calculadas para ambos servicios.
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