La música sagrada de la India ha sumado a lo largo de los siglos diversas influencias dentro de un marco que ha permanecido inalterable. Consiste en una larga improvisación ininterrumpida, basada en las jerarquías de los tonos, o modos (ragas), como se hacía en la música de la Edad Media occidental (música modal), y despliega una única línea melódica (monódica). Cada raga corresponde a una de las ocho emociones fundamentales (rasas) definidas por la poesía; la teoría rítmica, a su vez, refleja las sutilezas de la métrica sánscrita2 .
El instrumento pilar de este tipo de música es el sitar, especie de laúd, generalmente acompañado por tamboriles, de los que el más común es la tabla. Aunque muy diferente de la música occidental, la música de la India se ha introducido en la actualidad en Occidente gracias a músicos como Ravi Shankar (1920), quien tocó en 1967 en el famoso recital neohippie de Monterrey Pop, junto a otras estrellas como Jimmy Hendrix, y ha influido en obras como Turangalila-dymphonie (1946-1948), de Olivier Messiaen. También tocó con el famoso violinista Yehudi Menuhin. Otros sitaristas de renombre son Nikhil Banerjee o Shubo Shankar, este último de la familia Shankar obviamente. Hablar de los Shankar en la música de la India es como hablar de los Carabajal en la chacarera. Si bien esta música era muy poco conocida en Occidente, la misma comenzó a escucharse a través de los Beatles, porque George Harrison estudió con el Ravi Shankar, uno de los principales exponentes de esta música. Recordemos su famoso viaje a la India para encontrarse con el gurú Maharishi.
Los Beatles tienen varios temas con sitar (Norwegian Wood, entre otros), e incluso tienen partes de música fusión: tocan con instrumentos hindúes música occidental. También los Rolling Stones, en Paint it Black, donde Brian Jones tocaba el sitar. Asimismo, hay bandas de música hindú en todo el planeta, como los alemanes Dissidenten. En Argentina, uno de los pioneros fue Claudio Gabis, con su tema instrumental Raga en Rock Hasta que se Ponga el Sol, en B.A.Rock "72 (B.A.Rock III), en noviembre de ese año, donde toca música hindú con una guitarra eléctrica, y hace los microtonos girando las clavijas a la vez que pulsa las cuerdas. Hoy día, hay guitarristas eléctricos que tocan música de la India, y utilizan la palanca para hacer los microtonos, como Steve Vai. La música de la India es esencialmente melódica. Si entre do y re, por ejemplo, Occidente apenas intercala un sonido intermedio (llamado do sostenido o re bemol), los hindúes pueden interponer varios más, o sea, barren todas las frecuencias que hay entre esos dos sonidos, algo parecido a cuando los guitarristas hacen un bending (estirada). Por eso se dice que la música de la India usa "microtonos". Esta música existe sobre todo como sonido, y no como notación escrita, y sus elementos característicos se vienen transmitiendo tal cual eran unos 20 siglos antes de Cristo por vía oral.
La música de la India tiene una larga historia. Hace varios miles de años (quizás 2 mil antes de Cristo) comenzó con la voz humana; se recitaban mantras, que eran los textos sagrados de la India. Luego fue evolucionando, y a partir de tres notas (escala tritónica), que eran las principales, se fueron agregando otras hasta llegar a siete, y se le sumaron los instrumentos. Debido a numerosas invasiones y relaciones con otros pueblos, recibió influencias de la música árabe, persa e incluso de la música budista.
Los Vedas, las escrituras más antiguas que existen en la India, son versos que se hallan escritos en sánscrito, y contienen himnos que se interpretaban con melodías.
En cuanto a su forma, lo más importante es que no desarrolló una simultaneidad de notas (armonía), es decir, se mantuvo melódica, como era la música occidental hace varios siglos, sin armonía ni contrapunto. En esta música no existe el concepto de armonía o acordes, es todo improvisación al unísono (monodia).Y con respecto a su estructura interna, pertenece a lo que se llama música modal, que mantiene una nota base (centro tonal), siempre la misma, que tiene una función semejante al "Om" usado en meditación, sin los cambios bruscos de tonalidad de otras músicas.
Es una música ágrafa, o sea, que no se escribe, no existen las partituras, aunque se ha implementado un modo rudimentario de notarla como veremos más adelante. Se improvisa continuamente sobre ragas, que son como patrones de improvisación. Y existen numerosas reglas sobre la melodía: tal nota no se puede tocar nunca, otras hay que saltearlas al ascender y otras al descender.
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