La herencia cultural de nuestros antepasados aborígenes (Costa Rica)
Enviado por Alberto Sibaja Álvarez
(Nota autobiográfica)
Mi interés en la sabiduría amerindia y su legado cultural, nace en las historias que bien sabía contarnos la abuela materna, descendiente directa de los indios Huetares del Intermontano Central. Su dulce voz era contrarrestada muchas veces por el acento zeteante de su marido, un artesano español que se enamoró de su piel cobriza y sus negras trenzas. Crecí pues entre cuentos de magia y selva, de conquista y viajes. Entre el fervor religioso de ella y el ateísmo renegado de él. Debo confesar que al final de la niñez, me interesaron más las historias del viejo masón, como le llamaba mi abuela.
Concluida la secundaria, decepcioné a mi padre, quien tenía planes universitarios para mí. Tomé mi equipo de montaña, el Zaratustra de Nietzsche, mis botas de siempre y me fui a recorrer los cerros. Por años dediqué mi tiempo y energías al montañismo, disciplina que al final forjó mi conducta de vida. Pero me vi obligado a abandonar mis altas escaladas cuando, poco antes de cumplir los 40 años, la rencorosa cima del Urán me robó la rótula de mi rodilla izquierda y dos de mis más entrañables amigos. Para entonces ya había caminado casi todo el territorio costarricense buscando retos selváticos.
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