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Las mujeres y el tabaco en la Unión Europea

Partes: 1, 2

    Publicación original: Rev. Esp. Salud Pública, Ene./Feb. 1999, vol.73, no.1, p.3-11. ISSN 1135-5727. Reproducción autorizada por: Revista Española de Salud Pública,

    RESUMEN: A lo largo de las últimas décadas, la prevalencia del tabaquismo ha seguido en la Unión Europea tendencias diferentes según el sexo. Mientras que entre los varones la prevalencia ha disminuido notablemente, entre las mujeres se ha incrementado o se ha estancado. En algunos países en que estos cambios se iniciaron más precozmente, la prevalencia del tabaquismo es hoy mayor entre las mujeres que entre los varones. Este documento cuantifica estas tendencias, con referencia a la situación española. En 1995, fumaban 60 millones de hombres y 42 millones de mujeres en la Unión Europea. El 48% de las fumadoras consumían cigarrillos light, lo que supone veinte millones de mujeres que los utilizan. Hay documentos de la industria del tabaco que indican que la promoción de cigarrillos light tiene como intención tranquilizar a sus clientes y frenar a quienes se preocupan por el mantenimiento de su salud y se plantean dejar de fumar. Hay datos que confirman que esta política consigue sus objetivos y que las concepciones erróneas de los fumadores sobre los cigarrillos light puede hacerles persistir en el consumo. Existen datos que indican que el tabaco puede jugar un papel en el control del peso. Las mujeres están más preocupadas por su peso que los hombres, y para las mujeres jóvenes la imagen corporal es muy importante. Éstas tienen a menudo la percepción de tener exceso de peso. Aunque es más común el miedo al sobrepeso que el exceso de peso real, la evidencia sugiere que el temor a ganar peso puede mantener a las mujeres en el hábito de fumar, y que las consideraciones sobre cómo mantener el control del peso influyen en las mujeres jóvenes al comenzar a fumar. El consejo sobre cómo controlar el peso debería formar parte de los programas de tratamiento del tabaquismo dirigidos a las mujeres. Además, cualquier intervención preventiva sobre mujeres adolescentes fumadoras debería abordar la cuestión del aumento de peso.

    Palabras clave: Mujer y salud. Tabaco. Unión Europea.

    ABSTRACT: Women and Tobacco in the European Union. Over the last decades, the prevalence of smoking in the European Union has followed different trends by sex. While the prevalence has declined for men, it has increased or is stable for women. In some countries where these changes took place earlier, the prevalence of smoking is now higher among women than among men. This document provides quantitative data for these trends in the European Union, with special reference to the situation in Spain. In 1995 there were 60 million men and 42 million women smokers in the European Union. Up to 48% of female smokers used light cigarettes, that is 20 million women. There are documents from the tobacco industry showing that the goal of the promotion of light cigarettes is to reassure their clients and to keep as smokers those concerned about their health who are considering the possibility of quitting. There is evidence confirming that this policy is successful, and that the misconceptions of smokers about light cigarettes deter them from quitting. There is evidence on the role of smoking in weight control. Women are more concerned than men about their weight, and for young women body image is very relevant. Young girls often have the perception that they are overweight. Although fear of being overweight is more common than actual overweight, the evidence suggests that being afraid of gaining weight plays a role in keeping women as smokers, and that young girls begin smoking taking into consideration weight issues. The advice on how to maintain weight should be included in any smoking cessation program for women. Any preventive action for teen age smokers should include weight control issues.

    Key words: Woman and health. Tobacco. European Union.

    INTRODUCCIÓN

    A lo largo de las últimas décadas la prevalencia del tabaquismo ha seguido, en la Unión Europea (UE), tendencias diferentes según el sexo. Mientras que entre los varones la prevalencia ha disminuido notablemente, entre las mujeres se ha incrementado o se ha estancado. En algunos países en los que estos cambios se iniciaron más precozmente, la prevalencia del tabaquismo es hoy mayor entre las mujeres que entre los varones. Este documento cuantifica estas tendencias, con especial referencia a la situación española, y presenta datos detallados sobre dos aspectos clave en la dinámica del tabaquismo entre las mujeres: los cigarrillos light, y la relación entre fumar y el miedo a ganar peso.

    Nuevas tendencias en la prevalencia del tabaquismo

    En todas las sociedades, los primeros en iniciar masivamente el consumo de tabaco fueron los hombres de las clases sociales más privilegiadas. Un par de décadas después, les siguieron los hombres de las otras clases sociales. Sólo cuando el consumo se había extendido por toda la población masculina, las mujeres empezaron a consumir tabaco. De nuevo, este proceso comenzó por las mujeres pertenecientes a las clases sociales más favorecidas y después se extendió a las de todos los grupos socioeconómicos (1).

    La progresiva aceptación social del consumo de tabaco por parte de las mujeres contribuyó a su incremento entre la población femenina. Esta aceptación social se debió en parte a la liberalización general de las normas que afectaban al comportamiento esperado de las mismas, que reflejaban un aumento de la igualdad entre sexos (2). A finales de la Segunda Guerra Mundial el porcentaje de mujeres adultas fumadoras en diversos países de Europa Occidental se disparó. En la actualidad, en algunos países de la UE, la proporción de mujeres y hombres que fuman es bastante similar, y en todos los países de la UE ha disminuido la diferencia entre hombres y mujeres. Sin embargo, las mujeres no fuman de la misma manera que los hombres (tablas 1 y 2): fuman menos cigarrillos per capita que los hombres, prefieren los cigarrillos manufacturados a los de liar, los que tienen filtro, y se decantan por marcas de tabaco rubio y bajo en nicotina. Además, no suelen fumar puros ni pipas (3,4). En mujeres jóvenes, estas diferencias son menores.

    Partes: 1, 2
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