Varios Dichos Antiguos
A
A buen capellán mejor sacristán.
A buen entendedor, a señas.
A buen entendedor, pocas palabras bastan.
A buen sueño, no hay cama dura.
A buena hambre no hay pan duro, ni falta salsa a ninguno.
¡A buena hora mangas verdes!
A buenos ocios, malos negocios.
A caballo regalado no le mires el diente.
A cada cual lo suyo y a Dios lo de todos.
A cada puerta, su dueña.
A cada rey su trono.
A cada santo le llega su día.
A cada uno, Dios da el castigo que merece.
A chica cama, échate en medio.
A cuentas viejas, barajas nuevas.
A Dios rogando y con el mazo dando.
A donde acaba el novio, empieza el marido.
A falta de caballos, troten los asnos.
A falta de pan, buenas son tortas.
A fuerza de palos, como borrico de yesero.
A gana de comer, no hay mal pan.
A grandes males, grandes enfermos.
A grandes penas, pañuelos gigantes.
A gusto de los cocineros comen los frailes.
A la aguja, buen hilo, y a la mujer buen marido.
A la cama no te irás sin saber una cosa más.
A la fea, el caudal de su padre la hermosea.
A la fuerza, no hay razón que la venza.
A la justicia y a la inquisición, chitón.
A la larga y a la corta la mentira se descubre.
A la moza y a la mula, por la boca le entra la hermosura.
A la muerte, ni temerla ni buscarla, hay que esperarla.
A la mujer, ni todo el dinero, ni todo el querer.
A la mujer y a la cabra, soga larga, soga larga.
A la mujer y a la guitarra, hay que templarla para usarla.
A la mujer y al caballo, no hay que prestarlos.
A la mujer y al galgo, en la vejez los aguardo.
A la mula vieja, alíviale la reja.
A la ocasión la pintan calva.
A la tercera va la vencida.
A la vejez cuernos de pez.
A la vejez, viruelas.
A la virtud, menester hace espaldas.
Al mal paso, dale prisa.
A lo hecho, pecho.
A los enfermos, los sanos les damos saludables consejos.
A los locos, se les da la razón.
A mal tiempo buena cara.
A mala lluvia, buen paraguas.
A más años, más desengaños.
A más doctores, más dolores.
A medida del santo son las cortinas.
A mi amigo quiero, por lo que de él espero.
A mi prójimo quiero, pero a mí el primero.
A misa temprano, nunca va el amo.
A nadie le amarga un dulce, aunque tenga otro en la boca.
A otro perro con ese hueso.
A padre ahorrador, hijo gastador.
A pajarillo le gusta su nidillo.
A palabras necias, bofetones.
A palabras necias, oídos sordos.
A pan ajeno, navaja propia.
A pan de quince días, hambre de tres semanas.
A pan duro, diente agudo.
A partir de mañana comenzarás el primer día del resto de tu vida.
A poco pan, tomar primero.
A quien debas contentar, no procures enfadar.
A quien Dios no le dio hijos, el diablo le da sobrinos.
A quien feo ama, hermoso le parece.
A quien le dan el pie, se toma la mano.
A quien le den pan que llore.
A quien le duele una muela, que la eche fuera.
A quien madruga Dios le ayuda.
A quien mucho tiene, más le viene.
A quien no teme, nada le espanta.
A quien se aventura, Dios le ayuda.
A quien tiene malas pulgas, no le vayas con burlas.
A raposo durmiente, no le amanece la gallina en el vientre.
A rey muerto, rey puesto.
A río revuelto, ganancia de pescadores.
A su tiempo maduran las uvas.
A todo se acostumbra uno, menos a no comer.
A un clavo ardiendo se agarra el que se está hundiendo.
A una mujer bigotuda, desde lejos se saluda.
Abogado de ricos, mal de pobres.
Abogado, juez y doctor, cuanto más lejos mejor.
Abriga bien el pellejo, si quieres llegar a viejo.
Acertar errando es suerte y no talento.
Acertar errando, sucede de vez en cuando.
Adonde el corazón se inclina, el pie camina.
Adonde las dan, allí las toman.
Afortunado en el juego, desafortunado en amores.
Afortunado en el juego, tiene con qué pagar los amores.
Agarra al toro por los cuernos, al hombre por la palabra.
B
Bailar sin pecar, cosa imposible será.
Barba bien bañada, medio rapada
Barba de tres colores, no la traen sino traidores.
Barbero, loco o parlero.
Barbero que no sea parlero, no lo hay en el mundo entero.
Barriga llena, no cree en hambre ajena.
Bastante me ayuda quien no me estorba.
Bebe el agua a chorro y el vino a sorbos.
Bebe el vino con discreción y no a boca de cangilón
Bebe por calabaza y no te pondrán tacha.
Beber aquí, beber allí, a la noche borrachín.
Beber con medida alarga la vida.
Beber y comer buen pasatiempo es.
Bebes vino, no bebas el seso.
Belleza sin talento, veleta sin viento.
Belleza y riqueza juntas, casi nunca.
Bellotas y castañas hacen malas hilancias.
Bendita sea el agua por sana y por barata.
Besó el colmenero y a miel me supo el beso.
Bestia sin cebada, nunca te dará buena cabalgada.
Bien ajeno es la hermosura, y, sobre ajeno, poco dura.
Bien con vida quien prestó bebe.
Bien está el pájaro en su nido.
Bien predica el ayunar quien acaba de almorzar.
C
Cabezas grandes, talento chico.
Cada cabeza su mundo.
Cada cual hable de aquello que sabe, y de lo demás que calle.
Cada cual huele el vino que tiene.
Cada día que amanece, el número de tontos crece.
Cae más pronto un hablador que un cojo.
Candil de la calle, oscuridad de su casa.
Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.
Cuando el río suena, es porque agua lleva.
D
Dale más de lo que pueda regresar, y al amigo perderás.
Dando tiempo al tiempo el mozo llega a viejo.
Dando y dando, pajarito volando.
Dando y tomando, no cabe engaño.
Daño es ser engañado una vez, dos, necedad es.
De broma en broma, la verdad se asoma.
De tal palo, tal astilla.
Dime con quién andas y te diré quién eres.
Dime de qué presumes y te diré de qué careces.
E
Echa bien tus cuentas, para que después no te arrepientas.
El amor ciega.
El amor y la luna se parecen; menguan cuando no crecen.
El avaro, por gastar poco, aunque todo lo tiene, carece de todo.
El bien, de lejos viene; pero el mal, cerca lo tienes.
El que anda con lobos, a aullar se enseña.
El que calla, otorga.
El que habla es porque el camino corrido lo tiene.
El que mucho abarca, poco aprieta.
En el amor y en la guerra, todo vale.
Es mejor dar que recibir.
F
Fácil es empezar y difícil continuar.
Fácil es recetar, pero difícil curar.
Fácil es reprender la vida ajena, para quien no la tiene buena.
Falsos diamantes no engañan a nadie sino en pueblos grandes.
Fantasía y más fantasías y la barriga vacía.
G
Gala sin oro, aunque cueste mucho luce poco.
Gallina ponedora y mujer silenciosa valen cualquier cosa.
Gallina que al gallo espanta, córtale la garganta.
Gallina vieja hace buen caldo.
Gallo que no canta, algo tiene en la garganta.
Gana ahora que eres nuevo, para que puedas gastar de viejo.
Gana al que te quiere mal, y tendrás un amigo más.
Ganar sin guardar, poco es de estimar.
H
Habla siempre que debas, y calla siempre que puedas.
Habladas o escritas las palabras, sobran las que no hacen falta.
Hablando, hablando, la ocasión se va pasando.
Hablando se saben las cosas, callando se ignoran.
Hablar, no cuando puedas, sino cuando debas.
Hace buena cuenta quien con lo suyo se contenta.
Hijo de misionero, el primero.
Hijo de pastor, lo peor.
Hijo de tigre, pintito.
I
Idos los ladrones, se toman mil precauciones.
Iglesia cerrada, ni culto ni nada.
Ignorante y burro, todo es uno.
Ignorar para preguntar y preguntar para saber, eso es aprender.
Imite y supere el envidioso al envidiado: más que él será elogiado.
Impedir lo que ha de ser, no puede ser.
J
Jamás cerró una puerta Dios, sin que abriese dos.
Jamás se ha quejado el oro de ser robado.
Jarra nueva hace el agua fresca.
Jeremías llora sus penas y no las mías.
Jinete chico en caballo grande, una pulga sobre un elefante.
Jornada emprendida, medio concluida.
L
La abundancia da arrogancia.
La abundancia hace infelices a los ricos.
La alegría, Dios la da, y el diablo la quita.
La alegría, rejuvenece; la tristeza, envejece.
La amante ama un día, la madre toda la vida.
La astuta raposa borra sus pisadas con la cola.
La avaricia es mar sin fondo y sin orillas.
La avaricia rompe el saco.
La balanza no distingue el oro del plomo.
Limosnero y con garrote.
Los dichos son bien dichos.
M
Madruga y verás, trabaja y tendrás.
Mal acierta quien sólo el interés se lleva.
Mal acomodo es desnudar un santo para vestir a otro.
Mal ayuna el que mal come.
Mal de locura, sólo la muerte lo cura.
Mal de muchos consuelos de bobos.
Mal de muchos, epidemia.
Mal es sufrir; pero sufrirlo mal es mayor mal.
Mal lo aliña quien en sus tiempos no labró la viña.
Mal oledor, mal catador.
Más vale malo por conocido, que bueno por conocer.
Mejor es pájaro en la mano que cinco volando.
Mejores son dos que uno.
N
Nadie creas si no lo que veas.
Nadie da palos de balde.
Nadie es profeta en su tierra.
Nadie experimenta en cabeza ajena.
Nadie hable mal del día hasta que la noche llegue.
Nadie le da vela en este entierro.
Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo ha perdido.
Nadie sabe lo que vale un duro, hasta que no lo pide con apuro.
Nadie se muere hasta que Dios quiere.
Nadie tira piedras a su tejado.
Naipes, mujeres y vino, ¡mal camino!
Necesidad disimulada es necesidad doblada.
Nomás ves a la mula y se te antoja el viaje.
No soy monedita de oro para caerles bien a todos.
O
O al puente o al vado, si no hemos de pasar a nado.
O bien, o mal, va a lo suyo cada cual.
O con el mundo o con Dios; pero no a la par con los dos.
Obediencia y paciencia son la mejor ciencia.
Obra acabada, a Dios agrada.
Obra de chapucero cuesta poco, pero vale menos.
Obras buenas, hazlas a manos llenas; malas, ni una hagas.
Obras hacen linajes, no nombres ni trajes.
Obras son amores, que no buenas razones.
Obras vea yo; palabras no.
Ocasión desaprovechada, necedad probada.
Ocasión que se pasó, pájaro que voló.
P
Padre millonario y trabajador, hijo vago y malgastador.
Paga en tres veces, tarde, mal y nunca.
Pagan justos por pecadores.
Palabra dicha no tiene vuelta.
Palabras melosas, siempre engañosas.
Palo dado ni Dios lo quita.
Palos con gusto no duelen.
Pan con pan, comida de tontos.
Para ese viaje no se necesitan alforjas.
Para hilar una mentira siempre hace falta madeja.
Para morirse siempre hay tiempo.
Para muestra basta un botón.
Para prosperar, vender y comprar.
Para todo mal, un refrán, y para todo bien, también.
Pelillos a la mar, y lo pasado olvidar.
Pereza, llave de pobreza.
Poco veneno no mata, nomás ataranta.
Q
Qué bien canta María después de la comida.
Que estudien los burros, que yo ya sé mucho.
Que cada cual espante sus pulgas.
Que cada palo aguante su vela.
¡Qué Dios se lo pague! y yo me lo trague.
Que la haga el que la deshizo.
¿Qué necesidad hay de dar dos cuartos al pregonero?
Quéjese de la muela aquel al que le duela.
Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.
Quien a decir agrias verdades se pone, agrias verdades oye.
Quien a dos amos sirve, siempre termina mal.
Quien a hierro mata, a hierro muere.
Quien administra tus bienes, por suyos los tiene.
Quien al escoger mucho titubea, lo peor se lleva.
Quien al molino va, enharinado saldrá.
Quien algo quiere ser, algo ha de comprender.
Quien anda con buenos, parece uno de ellos.
Quien anda de prisa es el que tropieza.
Quien asno nació, asno murió.
Quien bien te quiere, te hará llorar.
Quien calla, otorga.
Quien canta su mal espanta.
Quien canta su miedo espanta.
Quien carece de amistades, carece de compromisos.
R
Rábanos sin pan, poco o nada te alimentarán.
Raído y roto, cerca está lo uno de lo otro.
Rana que canta, señal de agua, la de su charca.
Raro es el regalo tras el que no se esconde algo malo.
Rebuznar es de burros, errar de cazurros.
Rebuzné una vez y por burro quedé.
Rectificar es de sabios.
Refrán de palo, refrán de fuego.
Refranes y consejos, todos son buenos.
Refranes y sustos, hay para todos los gustos.
Robando a Pedro para pagar a Pablo.
S
Saber mucho y decir tonterías, lo vemos todos los días.
Saberlo ganar y saberlo gastar, eso es disfrutar.
Sabiduría probada, no dársele a uno para nada.
Sabios conocí; sabios para los otros y necios para mí.
Saca, pero pon, y siempre habrá en el bolsón.
Saliendo de Guatemala para entrar a Guatepeor.
Salud, dinero y buen vino, e irme a la gloria de camino.
Salud para mí, trabajo para mi marido.
Sarna con gusto no pica.
Se dice el milagro, pero no el santo.
Se olvida una buena acción, y no un buen bofetón.
Secreto bien guardado, pliego lacrado y sellado.
Secreto entre mujeres, secreto no eres.
Según con quien te encontré, así te traté.
Según el sapo es la pedrada.
Según el soldado, así se le da la boleta de alojado.
Según serás, así merecerás.
Según te verán, así te tratarán.
T
Tu atención determina tu acción.
Autor:
Jorge Alberto Vilches Sanchez