El "braguetazo": sus problemas inherentes y sus complicaciones sociológicas (página 2)
Enviado por Felix Larocca
Así entró el braguetazo en nuestro entorno social y ético.
Edvard Munch
El Padre del Psicoanálisis, S. Freud, fue uno de los tantos que castigaran con mordacidad y encono a aquellos seres humanos que en la opinión científica de entonces se casaban por conveniencia y/o por ventajas económicas.
Es curioso, sin embargo, que el mismo Freud no abrigaba los mismos pensamientos negativos hacia las prostitutas. Este hecho tal vez fuera porque él se consideraba a sí mismo un humanista. O, quizás, como sus detractores sugerirían, porque él era antifeminista.
De todos modos, las prostitutas no "juran" amor, devoción y respeto a quienes las patronean; no les prometen ni les deben fidelidad; y, más importante aún, no se convierten en las madres de sus descendientes. Hay, entonces, diferencias obvias. Las prostitutas pueden ser honestas como profesionales y sinceras como personas -los que dan el braguetazo, parece ser que no lo son.
Además de lo dicho acerca de Freud, éste no podría predecir lo de las bodas futuras de su nieto Matthew, entonces nonato, con la hija del billonario australiano R. Murdoch. Algo que sacudiera la sociedad londinense en tiempos muy recientes y que muchos considerarían un braguetazo colosal.
Elisabeth y Matthew
Otro problema agudo que afecta a quien dio un braguetazo y se casó por dinero es la confusión del asunto que todos entendemos como "el amor" debido al cónyuge matrimonial. Nunca pueden ellos establecer claramente lo que hubiese pasado si el dinero no hubiese estado presente, ni lo que pudiese pasar (cuando y si) ese dinero se agota.
Además de esto surge como complicación el asunto del estar en el "teatro" del hogar fingiendo a menudo emociones insinceras y actuadas, para poder quedar bien. Mi amigo el colega de Costa Rica me comunica jocosamente que para besar a la prometida de su sobrino [la ingestión] "…de alcohol en cantidades embriagadoras sería muy beneficiosa…" [añadiendo, de modo cínico, al mismo tiempo]: "…pero, como ella es tan rica…el whisky que se tome será de la mejor calidad…". Diciendo más adelante, con mayor sobriedad, en su carta: "…siendo así… creo que él [el sobrino] tendrá que vivir borracho para tolerar [la presencia de] la esposa".
En resumen
Si creemos que el ajuste matrimonial es un proceso evolutivo, demandante pero a la vez gratificante, asunto que requiere que le demos nuestra mayor dedicación e interés, parecería obvio que lo del braguetazo, con sus contradicciones inherentes y dudas presumidas, no auguraría un desenlace propiciatorio y feliz en la mayoría de los casos.
Lucien Freud
Ésa ha sido mi experiencia clínica en las muchas situaciones que he examinado, en las cuales el braguetazo fue factor terriblemente negativo, divisivo y eminentemente destructivo. Lo fue para los esposos y lo fue para los hijos.
Pero, ¿por qué los hombres que se casan por dinero usualmente critican a las mujeres que hacen lo mismo? Porque los hombres, igualmente que suelen hacer nuestros políticos, aplican los hechos a sus conveniencias e ignoran la verdad… En su estado natural y prístino, la mujer necesita el soporte de un hombre fuerte que la ayude después del parto. El hombre del braguetazo no ayuda. Él solo a sí mismo se ayuda, mientras vive como parásito de la mujer. Algo que no es inherente al equilibrio social de nuestra especie.
Como decía una amiga: "Cuando el hombre lo hace por dinero, es sabio -cuando la mujer lo hace, es p…".
Bibliografía
Encarta Encyclopedia 2007
Wikipedia (español)
Larocca. F. E. F: El principio de la Moralidad en el Ser Humano: La Ley Natural (1993) Revista Rumbo
Dr. Félix E. F. Larocca
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