- La menopausia y el uso de medicinas
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- En resumen
- La andropausia: Se oculta pero existe y puede enfrentarse
- Cuestionario de Saint Louis University
Revisitada y de sus Eficaces Funciones Homeostáticas
En otras ponencias hemos hablado de la menopausia, de la que siempre se pude decir algo más.
En esta última enfocamos en el proceso normal que constituye, hablamos de algunas mujeres a quienes las visita precozmente, el uso de medicinas para su remedio y examinamos el asunto de la andropausia.
La menopausia es definida: como el tiempo en la vida de la mujer cuando la función cíclica del ovario, manifestada por los períodos menstruales cesa.
Esta parte normal de la vida reproductiva generalmente comienza alrededor de los 50 años de edad, pudiendo también aparecer, sin riesgos, diez años antes o después. Los "síntomas" y los signos de este período evolutivo están relacionados estrechamente a la reducción fisiológica de las concentraciones de los estrógenos circulantes en la sangre.
Las manifestaciones más comunes de su comienzo son los ataques rápidos de calor (los llamados "sofocones"), el insomnio, las palpitaciones, la frialdad de las manos y de los pies, los dolores de cabeza, la ansiedad, la irritabilidad, el vértigo, el nerviosismo, la depresión, la fatiga, la falta de concentración con pequeñas pérdidas de la memoria, y la acumulación de peso.
El síntoma subjetivo más molestoso es el flujo rápido y repentino de calor (el sofocón), durante el cual la mujer se siente sobrecogida por una sensación súbita y fastidiosa de calor intenso seguida comúnmente por sudores profusos. Es ésta una sensación cuya duración fluctúa de entre unos escasos segundos, hasta unos cinco minutos. Mientras esta experiencia tiene lugar, la piel, especialmente la de las regiones del cuello y la cabeza se ruborizan y se calientan. La producción de sudor es profusa, cuando el fogonazo llega.
Otros cambios que frecuentemente se manifiestan durante este período normal de la vida son la disminución de la lubricación del epitelio vaginal y la reducción del volumen ovárico. Con la cesación de los períodos menstruales por seis meses consecutivos, cualquier hemorragia de origen vaginal que ocurra debe de investigarse minuciosa y exhaustivamente, ya que es causa para la mayor alarma.
La menopausia sabemos que existe casi exclusivamente en la mujer de la raza humana, habiéndose reportado únicamente en otra especie, la de un marsupial pequeñísimo, aborigen del continente Australiano.
El climaterio (como también se conoce la menopausia) es una función evolutiva y adaptadora que fue diseñada por la Naturaleza para prolongar la vida de la hembra de nuestro género más allá del fin de su edad generatriz, preservándole sus deseos (y el placer derivado) por el acto sexual.
En la mayoría de las especies, el fenómeno de la muerte está programado para que coincida muy pronto con la terminación de la función reproductiva. En el ser humano, sin embargo, la vida continúa décadas más allá del fin de la capacidad para procrear hijos.
Nuestro climaterio posiblemente resultó de dos características las cuales son casi exclusivas nuestras: una es el peligro excepcional que alumbrar un niño puede representar para cualquier mujer, especialmente para las madres mayores, y la segunda, la que consiste en el peligro para los hijos que representa la muerte prematura de su madre.
Cuando se piensa, que una mamá gorila pesando más de doscientas libras, pare bebés que pesan solamente cuatro libras, y cuando se reflexiona en el hecho de que una mujer, pesando cerca de ciento diez libras, generalmente da a luz a bebés quienes fácilmente pesan el doble de lo que pesa un gorila, se puede entender de modo muy simple los riesgos inherentes que la maternidad puede significarle a la mujer de nuestro grupo.
Años antes de los progresos logrados por la obstetricia y la neonatología modernas, las mujeres morían frecuentemente durante el parto.
Gorila
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